El bloque de canciones de Eisler se abría y cerraba con sendas sentencias (Spruch 1939 y Spruch "Das ist nun alles") e incluía canciones en su mayor parte del Hollywooder Liederbuch, entre ellas tres de las "Elegías" que Bertolt Brecht escribió para Eisler. Tratándose de canciones por lo general muy breves y con pocas concesiones a la melodía, se hace más imprescindible que nunca que el cantante matice y cuente tanto como cante para transmitir al oyente todo el pesimismo (o quizá habría que decir el realismo) que recogen los poemas. Simon Keenlyside fue directo y cantó con sobriedad, haciendo fácil lo difícil y destacando especialmente en las dos demoledoras Canciones con textos de Pascal y en Verfehlte Liebe, un lied con texto de Heine que se acerca a tiempos pasados con aires de vals en los primeros versos, cantados con lirismo por Keenlyside para volver al presente con dureza.
A continuación escuchamos los Songs and Proverbs of William Blake, el ciclo que Benjamin Britten escribió para Dietrich Fischer-Dieskau; no nos alejábamos demasiado de la atmósfera creada por Eisler aunque sí del carácter en la interpretación. No por habitual deja de ser admirable cómo interioriza Keenlyside los textos y cómo se transforma canción a canción en el personaje sin acercarse nunca a la sobreactuación. Fue el pequeño y lúcido deshollinador sin caer en el más mínimo sentimentalismo; cultivó el árbol envenenado con precisión y detalle, a cada "my wrath did grow" la ira era más palpable y el verso "and he knew that it was mine" fue sobrecogedor; tremendo poema, tremenda canción y tremenda interpretación. Finalmente, y por destacar sólo una canción más de lo que fue una gran interpretación del ciclo, mencionar la espléndida versión de The Tyger, pregunta tras pregunta cantadas con curiosidad e inquietud a media voz.
Tras el descanso vino el primer y más importante cambio en el programa tras la incorporación de Graham Johnson: se sustituían los lieder de Strauss por lieder de Wolf. Cambio de siglo, del XX de la primera parte al XIX, y nuevo cambio de carácter: introspección y medias voces para sumergirnos en las reflexiones de Wolf sobre textos de Möricke y Goethe. Los lieder de Wolf no estuvieron al brillante nivel de ocasiones anteriores (seguramente ese es el problema de poner el listón tan alto), faltó algo de expresividad y hubo alguna duda con uno de los textos, pero aún así las interpretaciones fueron notables y no puedo por menos que destacar las de Wie sollt'ich heiter bleiben y Auf eine Christblume II.
El programa oficial del recital se cerraba con tres lieder de Brahms, estos sí a un gran nivel, muy matizados y detallados, que dieron lugar, por ejemplo, a un arrollador y conmovedor Verzagen, estupendamente acompañado por Graham Johnson.
Entre Wolf y Brahms estuvo Schubert, que he dejado para el final porque sus lieder volvieron en forma de propina. Simon Keenlyside volvió a hacer fácil lo difícil: que los lieder de Schubert volvieran a los orígenes, a principios del siglo XIX, y sonaran con naturalidad, libres de artificio; todos los matices, los colores, la expresividad y la flexibilidad de la voz al servicio de la música de Schubert. Y así escuchamos un elegantísimo Alinde y un encantador Herbstlied, la primera sonrisa que nos permitíamos en toda la noche. En lugar del inicialmente previsto Der Wanderer D493, Keenylside y Graham interpretaron Der Wanderer D649, íntimo, bellísimo, y completó el grupo de canciones una de las canciones de la primera juventud de Schubert Verklärung.
El entusiasmo del público fue arrancando propinas a Keenlyside y Johnson, todas de Schubert. Para ser exactos, y cito literalmente, "vom Maestro Schubert". La primera, un irresistible Geheimes; el último verso, "ihm die nächste süsse Stunde", cantado la primera vez en una preciosa e íntima media voz y la segunda casi revelando el secreto del título con orgullo, fue para recordar durante mucho tiempo; le siguieron Die Sterne y Gondelfahrer y, la cuarta y última perla fue Der Jüngling an der Quelle, que cerró el magnífico recital con un hermosísimo "Luise" prácticamente susurrado.