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JESÚS ÁLVAREZ, tenor: "Lo más importante para la formación de un cantante es pisar un escenario en todas sus vertientes"

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Autor: Codalario
21 de enero de 2015
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JESÚS ÁLVAREZ, tenor: "LO MÁS IMPORTANTE PARA LA FORMACIÓN DE UN CANTANTE ES PISAR UN ESCENARIO EN TODAS SUS VERTIENTES"

¿Haga un resumen de su trayectoria?

He tenido la suerte de cantar en teatros importantes dentro del territorio español como el Teatro Arriaga de Bilbao, Maestranza de Sevilla, Teatro Campoamor de Oviedo, Teatro Jovellanos de Gijón, Palau de les Arts de Valencia, así como en el Auditorio de Barcelona y Palau de la Música de Valencia. Y a nivel internacional en teatros como el Semperoper de Dresden, Gärtnerplatz de Münich, ThéâtreCapitole de Toulouse… Teniendo el placer de trabajar con ZubinMehta, Plácido Domingo, Daniel Oren, BrigitteFassbaender, Christian Zacharias, Emilio Sagi, Curro Carreres, Josep CaballéDomenech, Pablo González entre otros.

¿Qué personas han sido importantes para su evolución?

Creo que haberme formado en el Conservatorio Superior de Valencia de la mano de Ana Luisa Chova y haber participado en los talleres de ópera que allí se hacen con mucho esfuerzo y dedicación, han ayudado mucho en mi desarrollo. También mis etapas en New York con Patricia McCaffrey y diversos profesores de allí han supuesto un antes y un después en la forma de visualizar mi instrumento y en la manera de entenderlo, de manejarlo. Fue todo un mundo nuevo en la forma de tratar mi voz y aprender a utilizarla a otro nivel, a quererla y a valorarla,del que todavía no paro de absorber cosas.

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¿Qué tipo de tenor es y qué repertorio quiere afrontar en este momento?

Soy un tenor lírico ligero centrado sobre todo en el belcanto y Mozart. Es este el repertorio donde noto que mi voz se desarrolla con más facilidad. Al menos por el momento. Don Pasquale, La hija del regimiento, L’elisird’amore, La sonambula… son roles en los que me siento muy cómodo. Tengo facilidad para la mezza di voce y realmente disfruto con los roles que la requieren como Los pescadores de perlas. Me gustan los matices, no concibo una ópera “forte” de principio a fin, es aburrido. Incluso cuando te encuentras con una orquesta que te impide hacer muchos matices, hay infinidad de formas de crearlos, de transmitir lo que estás cantando. Una paleta de colores en la voz es lo que mejor podría definir a un cantante y eso es lo que trato de buscar cuando canto.

Creo en el cantante actor o en el actor cantante mejor dicho, pues la ópera es interpretación y una interpretación que a mi se me hace muy interesante. No es fácil repetir 5 veces la misma palabra y que cada vez que la digas cobre vida en escena. Esa es la magia de la ópera y es nuestra labor como cantantes transmitirlo en todas nuestras facetas, voz, musicalidad, texto, expresión corporal...Poner esto en práctica en roles como Ernesto, supone un reto, pues es un personaje con un recitativo, aria y cabaletta de morir. Pero de una belleza singular. Se pueden mostrar tantas cosas en esos 6 minutos aproximados de música. A la vez como rol es interesante, pues no es dramático, tampoco es cómico, pero yo tampoco lo concibo como un personaje banal. Creo que se le puede sacar mucho a nivel interpretativo. Y así lo he intentado hasta ahora en las dos producciones que he hecho y seguiré desarrollándolo en las que vienen próximamente. Nunca hay que parar de mejorar.

De momento me gustaría explotar más este repertorio. Después veremos hacia donde camina la voz. Un paso detrás del otro.

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¿Considera importante para un cantante como usted su formación como acordeonista?

Absolutamente si, por supuesto. Como músico en general. El mundo del canto se ve de otra manera si se llega a él desde un instrumento. Nos empeñamos en separar músicos y cantantes. Eso es una lucha personal que llevo allá donde voy. Me considero músico y mi instrumento es el canto. No concibo esa separación. Tocar un instrumento me ha dado conocimientos de armonía, horas de estudio (cuando digo horas de estudio son 6 o 8 horas diarias delante de un instrumento, en mi caso con él encima), concentración, rutina, dedicación, una manera de ver la partitura que no hubiera visto como cantante sin estudios musicales previos. Un músico lo primero que hace al ponerse delante de la partitura es mirar la clave y la tonalidad en la que está la obra. Eso ya infunde un respeto a lo que vas a tocar y cómo lo vas a tocar. Un cantante casi siempre busca donde está el agudo y si lo puede cantar. El problema es que a mi me pasa en ocasiones también y eso me preocupa. En el conservatorio tuve que hacer dos veces las asignaturas, con el acordeón y otra vez con el canto por el cambio de plan de estudios. Y la verdad es que como estudiante prefiero la etapa de músico, como profesión a la vista está.

La anécdota curiosa es que terminaba acordeón cuando empecé canto y me llamaba la atención cómo mi profesora de acordeón me decía en sus clases “Piensa cómo respiras cuando cantas para cambiar el fuelle de sentido sin brusquedad” y cuando iba a canto mi profesor me decía “Piensa cómo cambias el sentido del fuelle del acordeón sin brusquedad para que no se note mientras respiras y tiras el aire cantando” Bueno, me hizo gracia que sin conocerse crearan esa comparación.  Y lo mejor de todo es que funcionaba. Cantaba mejor y los cambios de fuelle se notaban menos.

Los instrumentos y el canto están muy relacionados, aunque a veces no nos demos cuenta.

El haber tocado desde Bach hasta música contemporánea me ha proporcionado una visión muy extensa de repertorio y de cómo se han ido haciendo las cosas a lo largo de la historia. Esto con el canto es más difícil porque dependiendo de la voz que tengas te quedas en el repertorio más adecuado para tu voz y aunque conozcas el resto, no es fácil que lo puedas cantar o interpretar. No todos llegamos a ser Plácido Domingo o Gregory Kunde. Con un instrumento esto es más accesible y te enriquece, la verdad.

¿Hábleme de su paso por Centro de Perfeccionamiento Plácido Domingo? ¿Cómo trabajó con esta institución y qué sacó en provecho de ello?

El Centro de Perfeccionamiento me ha dado la posibilidad de trabajar con grandes profesionales como Zubin Mehta y Plácido Domingo, entre otros. Haber sido dirigido por Plácido Domingo fue toda una experiencia ¡Nunca imaginé que eso pudiera pasar! Fue una etapa de transición. Justo acabé el conservatorio, no sabía para dónde tirar y probé suerte allí. Y mira, se juntó los exámenes finales de carrera con mi entrada en el Centro. No podía empezar mejor mi etapa profesional. Mi paso por allí me ha dado varias audiciones y conocer a ciertos profesionales, aunque es a partir de salir de allí cuando mi aprendizaje se aceleró. Eché en falta más promoción de los jóvenes a través de conciertos. Otros amigos que tengo en otras casas europeas hacen conciertos matinales, semanales o mensuales. Lo más importante de la formación es pisar un escenario en todas sus vertientes y creo que esa al menos en mi año no se cubrió como se debía.

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¿Qué importancia ocupa la zarzuela en su repertorio?

Me alegra que me haga esa pregunta. La zarzuela es un genero que según la he ido conociendo y cantando, me ha ido enamorando. De hecho lo primero que hice en mi vida más profesionalmente hablando fue Perico de La Dolorosa, con una estupendísima Cristina Fauscomo Dolores que me embelesó. Nunca había oído a una mezzo con ese color al lado de mi oreja. Fue impactante. Creo que no aporto nada nuevo si digo que el problema de la zarzuela radica en lo mal que se ha abordado en el pasado, tanto a nivel vocal como en otros aspectos, pero cuando se hace zarzuela de calidad es un trabajo muy satisfactorio. He hecho mucha antología en la que he llegado a querer a este genero, a conocerlo mejor y a descubrir la música tan maravillosa que esconde. Como papeles en zarzuelas completas, de momento siempre me han dado los cómicos en el género. No se por qué, con lo serio que soy yo. Jajaja. Aunque por el contrario, en las antologías siempre me han tocado las romanzas y los cómicos eran otros. Cosas del directo. Jajaja.No me importa haber hecho Perico, Casto José, acabo de hacer el Cardona en el Capitole de Toulouse, me lo paso en grande con esos roles, los disfruto, los exprimo, me han aportado mucho a nivel actoral,aunque ahora estoy centrado en otros papeles. Me sirven de paréntesis para volver a mi repertorio y para tocar otro registro. Cada vez que hago zarzuela, ya sea cantando Antología o la obra completa, mi personaje de ópera cobra otra dimensión. No se cómo explicarlo, pero lo siento así. Me encanta la zarzuela y “zarzuelearé” más, pero con otro tipo de papeles que tengo en mente. Sólo habrá que esperar que se presente la ocasión.

¿Cómo ha sido el proceso de grabación de “La nit del mort” de E. Granados para el sello discográfico NAXOS? ¿Cómo ha sido su experiencia trabajando con Pablo González?

“La nit del mort” es un proyecto dentro de una serie de CD’s inéditos que está preparando la OBC para el centenario de la muerte de Granados y en el que he tenido el honor de participar. La verdad es que ya había grabado en otras ocasiones música Antigua. Y aunque no es un gran papel, con lo que el tiempo de grabación fue breve, esta experiencia ha sido muy enriquecedora a nivel profesional. Primero porque Pablo González es una persona encantadora, el cual trabajó la parte conmigo buscando todos los matices y colores que quería plasmar en el disco. Un gran músico, un gran profesional y una gran persona. Segundo, estar entre la sección de vientos y las cuerdas para grabar ha sido una experiencia increíble. Sentir a esa gran orquesta vibrar desde tus pies es una sensación indescriptible, la verdad. Me emocionó.

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¿Se deja asesorar por alguien para mejorar o pulir aspectos de su perfil de cantante?

Si, por supuesto. Aunque es difícil encontrar a alguien en quién  confiar o que te de su opinión sincera. Su visión crítica. Está claro que al final tiene que ser uno mismo el que tome sus propias decisiones. Pero creo que para un cantante, tener un oído externo en el que confiar ayuda mucho, al menos en los comienzos, pues al final nosotros llevamos el instrumento encima, pero no podemos subir al escenario, emitir el sonido y corriendo sentarnos en el patio de butacas y decir ¡Guau! este sonido está genial o este no funciona. Estoy en ello, pero el teletransporte no lo he conseguido dominar aún. 

Son varias personas en las que confío y que me han ayudado tanto a nivel técnico, como en decisiones importantes de mi carrera. Son las que realmente confían en mi, las que me empujan a diario.

Por otra parte, sigo tomando clases de vez en cuando. Nunca se para de aprender. Siempre estoy abierto a las críticas y a mejorar. Siempre para adelante como los de Alicante. Para algo nací allí. Soy muy exigente conmigo mismo, a veces demasiado y tener gente en la que confiar y que te digan te has pasado, por ahí no, o cosas así es muy importante para mi. Me gusta tener un abanico de posibilidades aunque al final soy yo el que toma la decisión. Cuando un cantante para de “aprender/estudiar” y solo se escucha a si mismoes cuando empieza su fin.

¿Con qué dificultades se encuentra dentro del mundo de la lírica?

La primera es con ese desinterés generalizado de cargarse todo lo que es cultura. Ese desinterés por promocionar y potenciar la música y el arte desde que eres pequeño, que es donde se aprende, se absorbe, se cultiva todo. Eso ha venido muy bien con la excusa de la crisis. La cultura no interesa pues se recorta, se sube el IVA y tantas cosas que no vienen a cuento ahora, pero que al final limitan las posibilidades de desarrollarte profesionalmente. Hay menos oportunidades y las que salen no hay que desaprovecharlas.

El segundo es la feroz competencia. Cuando empecé en esto me decían. “¿Eres tenor? ¡Uy! ¡Qué fácil lo vas a tener en esto! No hay tenores, no te va a faltar el trabajo”. Pero no, tengo que coger aviones, hacer audiciones y demás cosas tanto como el resto de voces. Algunas salen bien, otras no tan bien. Hay tantos factores que influyen en una audición. Por ejemplo, es frustrante volar a Pesaro para audicionar e ir notando cómo te vas quedando afónico durante el viaje y ya no te puedes volver.  Mi cara era un poema al llegar al hotel. Jajaja. Pero bueno, de eso se aprende. Al final se reduce a dos cosas, tienes que cantar bien y tener un agente que crea en tu voz. Esas dos cosas unidas son muy importantes. Unas veces gustas, otras no. Esto es así. Si a todo el mundo le gustara lo mismo, ¿qué mundo más aburrido no? -Risas-.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Pues ahora estoy en medio de ensayos de un programa doble con Gianni Schicchi y La vida breve en Opera North en Leeds, Inglaterra. Es un teatro precioso donde debuto Paco y Rinuccio. Drama y comedia junta, interesante conjunción ¿verdad? Después seguiremos con el año Don Pasquale en diferentes ciudades de Alemania en una producción del Gärtnerplatztheater de Münich, y luego en el Longborough Festival de Inglaterra terminando así la temporada antes del verano con mi querido Ernesto que tanto sufrimiento y alegrías me ha dado y me seguirá dando. Creo que al final me aprenderé el papel. -Risas-.

Fotografías: Web de Jesús Álvarez

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