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Adolfo Gutiérrez Viejo: 'Killmayer me enseñó mi propio camino en la composición'

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Autor: Aurelio M. Seco
9 de abril de 2010
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Adolfo Gutiérrez Viejo

 La Voz de Asturias (08/04/10)

Adolfo Gutiérrez Viejo, compositor y organista leonés afincado en Asturias, ofrece el viernes (09/04/10), a las 19:45 horas, un concierto en la Iglesia de San Pedro de Gijón, junto al Grupo coral Melisma, en el que se interpretará la parte del "Orgelbüchlein" (Pequeño libro de órgano) de Bach que incluye los corales propios del tiempo de Pasión y Pascua.

- ¿Cuáles son las cualidades del "Pequeño libro de órgano" de Bach?

- Es un libro escrito en su período de Weimar. En realidad, él quería haber hecho más de cien corales para ofrecer dentro del servicio de la iglesia luterana. Finalmente sólo hizo 45. Algunos números los escribió en la cárcel de Weimar. El príncipe lo encarceló porque Bach quería irse a trabajar a Leipzig.

- El título no hace justicia a la calidad y dificultad de las obras

- "Pequeño libro de órgano" es una denominación demasiado humilde, que no se corresponde con la grandeza de la música. Albert Schweitzer, uno de los descubridores de Bach y Premio Nobel de la Paz, escribió una obra titulada "Bach, el músico poeta", en la que decía que el "Pequeño libro de órgano" era toda una aparición en el mundo de la música. Su profundidad y forma se salían de los moldes de la época. Dejó procedimientos que apuntaron al futuro. Es tan intensa y profusa en ideas que si las hubiera escrito más largas, serían muy pesadas para el organista por la densidad técnica que se requeriría.

- ¿Qué función litúrgica tenían estas obras?

 - Bach dijo que las escribía para el servicio de Dios y, técnicamente, como una obra de inicio para los organistas, aunque un estudiante que domine los 45 corales de este libro de órgano daría un gran paso en la técnica del instrumento. En el concierto haremos la segunda parte. Él lo dejó escrito desordenadamente, como un ciclo de Navidad, que es el más largo; otro de Pasión y Pascua que es el que se hará en Gijón; y otro que llaman "de tempore" que se refiere a Pentecostés y otras celebraciones relativas a la vida y la muerte. En esta obra hay muchos ejemplos simbólicos que aluden a aspectos como la fugacidad de la vida. Cuando los fieles luteranos  cantaban sus corales, estaban acostumbrados a tener armonías fáciles de entender, pero Bach incluía sorpresas en forma de armonías disonantes y alteradas que no entendían. Esto enfurecía mucho a las autoridades eclesiásticas luteranas, que le acusaron de que perturbaba el fluir natural del canto de los fieles. Lo que Bach hacía era traducir musicalmente el sentido de los versos escritos.

- ¿Cómo fue su relación con el Padre Samuel Rubio?

- Fue de una importancia capital. Él también era leonés, y se empeñó en ayudarme y orientarme desde que nos conocimos, cuando yo tenía 19 años. Fue un gran musicólogo, uno de los mayores impulsores de la polifonía renacentista en España. Gracias a él me adentré en la obra de Tomás Luís de Victoria y otros autores fundamentales. También me apuntó el camino de direcciones artísticas más altas que las peninsulares. Recuerdo sus estudios sobre El misterio de Elche. Yo mismo le comenté la identidad de algunas de sus melodías con el Cancionero de Palacio.

- De ahí su salto a la mítica Academia Musical Chigiana de Siena

- Sí, allí coincidí con músicos como Pollini, Michelangeli o Achúcarro, pero en realidad yo había ido allí para estudiar con Fernando Germani, uno de los más grandes virtuosos del órgano que existían. Había hecho en Roma la integral de la obra de Bach de memoria con verdadero fuego

- Y en los años 60 funda el Coro Capilla Clásica

- Había terminado de estudiar en Madrid con Guridi y obtuve el puesto de organista titular de la catedral de León. Cuando fundé el Coro Capilla Clásica difundimos el repertorio del Renacimiento. Me consultaban de toda España sobre el repertorio que hacíamos que, en aquel momento, nadie más interpretaba.

 

- ¿Por qué decidió dejar su carrera eclesiástica?

- Me había marchado a Roma con una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia. Quería estudiar en la Academia de Santa Cecilia en Roma. Pedí el permiso, pero el obispo de León me prohibía dejar mi puesto, así que decidí secularizarme. Me suspendieron "a divinis", lo que supone una especie de excomunión para los clérigos. Yo sólo quería continuar con mis estudios musicales porque los necesitaba para seguir evolucionando, y no estaba dispuesto a renunciar a ellos por una falsa pretensión de la idea de obediencia eclesiástica. Fue una ruptura traumática, para mí y para la sociedad de entonces. El mismo Coro Capilla Clásica de León sentía cierta inquietud por mi decisión.

- Y en los años 70 decide marcharse a Munich

- Yo venía de estudiar en Siena con Germani, que era un enamorado de Bach. Viajé a Alemania para evolucionar en el terreno de la composición, que era lo que más me interesaba. Allí me di cuenta de que mi pasión por Bach me ataba demasiado a su estilo. Lo comenté con Wilhelm Killmayer, que fue quien me dijo que no volviera a Bach, que no lo tocara durante un año o dos, y que lo cambiara por Messiaen. Fue un acierto. Él me enseñó mi propio camino dentro de la composición.

- ¿Cómo fue su encuentro con György Ligeti?

- Le conocí circunstancialmente, en 1974, durante una matiné que se hizo en Munich, en la que se interpretaban algunas de sus obras de cámara. Aunque yo tenía que tocar en varios actos litúrgicos logré asistir a aquel concierto encontrando un sustituto. En realidad hacía tiempo que pensaba ir a estudiar a Hamburgo con él, porque siempre había admirado su estética. Durante el descanso me quedé leyendo unos papeles y, en un determinado momento él mismo se me acerca y me dice: "¿Nos conocemos usted y yo?".  Le expresé mi admiración por su obra.

- Y a finales de los 80 llega a Asturias

- Vine de Alicante, a donde me había desplazado con mi familia porque mi hijo tenía ciertos problemas de salud que, en Alicante, no se curaron. Solía venir a Asturias por el verano porque mi hijo se encontraba muy a gusto. Aquí mejoró muchos de sus problemas de alergias, así que me compré un terreno y me vine a vivir tras mi jubilación.

- ¿Qué influencias tiene de Asturias en su obra?

- Ha habido varias. Desde luego, el contacto con muchos amigos me ha beneficiado musicalmente. He tenido cierta relación con la Semana de Música de Avilés, para la que he compuesto alguna obra. También está mi contacto con Melisma, un conjunto con el que siento muy a gusto trabajando. En el concierto del viernes nos hubiera gustado hacer el repertorio vocal a cuatro voces, pero hemos optado por la otra manera de hacerlo, que es cantando al unísono junto al órgano.

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1 Comentario
1 cruz beatriz aller salvador
18/07/2015 7:41:47
antigua contralto 1965/1974
Un saludo desde tierras gironinas. Siempre admirado.Un abrazo
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