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CD: Pau Casals, obras para chelo y piano

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Autor: Albert Ferrer Flamarich
30 de octubre de 2014

CASALS COMPOSITOR

Por Albert Ferrer Flamarich

Pau Casals: obras para violonchelo y piano, sardanas para orquesta de violonchelos. Lluís Claret, violonchelo. Gerard Pastor, piano. VERSO VRS 2147 DDD 2010 1CD 44:20 2013. Sonido: **** / Valoración: ***

   La bibliografía y la discografía entorno Pau Casals (1876-1973) se han ampliado considerablemente durante el último lustro. Ha sido posible gracias a las aportaciones de sellos autóctonos e independientes que han reeditado antiguas referencias pero también han aportado novedades agotadas en ambos campos. En el terreno discográfico, EMI, La mà de Guido y Sony han posibilitado un acercamiento al intérprete mientras que Columna Música KlassicCat lo han hecho al compositor. Recuérdese que ésta es la faceta menos explorada del catalán más universal y que, por ejemplo, en muchas biografías el análisis y comentario de sus composiciones brilla por su ausencia, en pro de su faceta pública y hombre de compromiso ético. Tan grave es este descuido que aún no hay una tesis doctoral que analice en profundidad sus composiciones y que un compacto como el presente, editado por Verso, incluye cinco obras inéditas que son primera grabación mundial. Una grabación cuya calidad es altísima y amplía lo conocido sobre el repertorio de cámara español, que no es tan rico como para menospreciar las obras aquí recogidas.

   Efectuada en la Escola de Música Pau Casals de El Vendrell en julio de 2010, la toma de sonido cuenta con la participación de Viol•loncelistes de Barcelona interpretando las dos sardanas que cierran el compacto, de Gerard Pastor al piano y Lluís Claret al violonchelo. Lo ofrecido contiene dosis de transparencia, digitación bien articulada y, en definitiva, las cualidades de dominio técnico y expresivo requeridos para un trabajo evocativo y pedagógico. Claret ofrece una lectura idiomática y técnicamente ortodoxa de unas obras con conjugan tanto oficio como inspiración.

   En general, son piezas más sofisticadas de lo que aparentan, tratan al violonchelo como un instrumento cantable y sin recursos gratuitos en un virtuosismo bien encajado en el discurso. Reflejan el creador romántico que fue Casals y su elocuencia, apasionamiento y fidelidad a un mundo estético que era el suyo por vocación y temperamento. Su voluntad de comunicación directa a sus contemporáneos y la universalización del lenguaje es evidente en estas obras sin conexión, salvo la formación para la que fueron escritas y determinados giros compositivos. Domina en ellas una tendencia a modular a tonalidades próximas, más como recurso expresivo momentáneo que como procedimiento evolutivo estructural. Son obras con cambios heterométricos y con heterocronía como Pastoral (1893) y Rêviere (1896) que participan de ese lirismo inflamado, que juegan con principios de repetición, contraste y variante. En el caso de la primera, compuesta durante su estancia en Madrid, parte de una estructura sencilla pero con variación en la trama de la textura en la repetición de la primera sección. Una obra, por cierto, que es idónea como bis.

   La preeminencia del violonchelo como voz principal es indudable así como a la desnudez expresiva y técnica de un canto rico en contrastes dinámicos explícitos y transformación motívica. No obstante, la habilidad de Casals para lograr un espejismo polifónico con acompañamientos rítmico-armónicos no pasa inadvertida en episodios como la sección B de Romança (1899) donde equilibra el rol del piano. Algo perceptible también en los soliloquios del teclado en Fulla d’àlbum (1897). Cronológicamente el programa combina lo romántico, con referencias folclóricas y algún influjo francés como en la citada Rêviere, la elaboración melódica de perfil ondulante como en Romança o la exploración del registro agudo en Poema (1935). No faltan obras de corte tradicional revestidas de modernidad como Sant Fèlix o La sardana per a orquestra de violoncels (1927) y Sant Martí del Canigó o Sardana de l’exili (1943), ofrecidas como un emblemático y legítimo añadido.

   La presentación mantiene la estética característica del sello en su faja exterior,  tipografía y libreto en español e inglés que, afortunadamente incluye el catalán. Se nota que detrás hay el impulso del Centre Robert Gerhard per a la Promoció i Difusió del Patrimoni Musical Català y la Editorial Boileau, que el pasado 2013 celebró su centenario y actualmente edita la integral de la obra del compositor. En cuanto a las notas de carpeta hay cierta voluntad de análisis musicológico pero quien las firma no posee los conocimientos necesarios y comete errores terminológicos. A lo que es subir de tono lo llama subir intensidad y lo que podrían ser temas lo llama secciones. Por otro lado, la corta duración del compacto podría haberse compensado con la inclusión de la Sonata para violín y piano, que no por contar con registros precedentes es menos indicada como complemento.

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