ABIERTA LA INSCRIPCIÓN PARA EL CONCURSO INTERNACIONAL DE CANTO MONTSERRAT CABALLÉ QUE SE CELEBRA EN ZARAGOZA

      Se presenta de nuevo en Zaragoza la decimotercera edición del concurso Internacional de Canto Montserrat Caballé, que tendrá por sexto año consecutivo al Auditorio de la ciudad como sede, entre el 8 y el 14 de septiembre. El plazo de inscripción ya abierto y se extiende hasta el 1 de julio. El límite de edad para los participantes está en los 33 años. La inscripción es gratuita y se realiza a través de la web del concurso (www.concursocaballe.org).
     Las eliminatorias se celebrarán del 8 al 12 de septiembre, en la sala Luis Galve, la semifinal, el día 13 y la final se disputará un día después, el sábado 14 de septiembre. Ambas eliminatorias tendrán lugar en la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza. El jurado, compuesto por personalidades internacionales del mundo de la ópera, concederá tres premios dotados con las cantidades de 12.000, 6.000 y 3.000 euros. También se ha establecido, como en anteriores ediciones, un premio honorífico otorgado por el público asistente a la final. Todas las eliminatorias están abiertas al público.
      Las clases magistrales impartidas por Montserrat Caballé tendrán lugar en la sala Galve durante los días 15, 16, 17 y 18 de septiembre, serán gratuitas y su plazo de inscripción se extiende hasta el 15 de julio. También se permitirá la asistencia de oyentes durante estas sesiones.
      Al margen de esta información sobre el concurso, cabe añadir una valoración en torno a la presencia de este certamen en Zaragoza,  una ciudad donde la programación operística brilla por su ausencia y su mediocridad. No vamos a cuestionar el interés evidente de un concurso de este tipo para la ciudad, sobre todo de cara a su repercusión internacional, etc. Pero un acontecimiento tan mediático como éste, con el nombre de Caballé en su cartel, contrasta con la ausencia, por ejemplo, de un grado superior de canto en Aragón. También resulta curioso que teniendo un Teatro Principal idóneo, por aforo y por acústica, para un concurso de estas características, éste se celebre sin embargo en un lugar tan poco predispuesto para la lírica como el Auditorio de Zaragoza. Por no hablar de la carencia, que tantas veces hemos comentado aquí, de representaciones operísticas de calidad en Zaragoza y en el resto de la región.
      Para los representantes políticos e instituciones seguramente sea más fácil la apuesta segura y vistosa por la foto mediática, antes que la reflexión sosegada acerca de la necesidad de un respaldo continuado y progresivo a quienes intentan cambiar el panorama lírico en la ciudad con un proyecto asociativo de largo recorrido (www.operaaragon.es). Se nos dirá que vemos el panorama como nos conviene, con tal de arrimar el ascua a nuestra sardina. Ojalá hubiera algún ascua que arrimar, pero mucho nos tememos que lo único que hay sobre la mesa, por el momento, es desinterés, mediocridad y ninguna dotación presupuestaria para cambiar el panorama operístico en Zaragoza. Con ascuas así, poco se puede hacer, salvo quejarse alto y claro cuando se da la ocasión, como es el caso. Bienvenido sea un año más el concurso de la gran Caballé, pero que nadie piense que eso significa apostar por la sostenibilidad de la ópera en Zaragoza.