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CD: 'Granados songs integral' (IBS Classical)

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Autor: Agustín Achúcarro
6 de enero de 2017

GRANADOS INTEGRAL

   Por Agustín Achúcarro
Granados SONGS  INTEGRAL. Obras de Enrique Granados. Elena de la Merced, soprano, Carol García, mezzo, David Menéndez, barítono, y Rubén Fernández Aguirre, piano. IBS Classical. 2 CD [IBS- 122016] T.T.: 45:42 + 56:05.

  Las palabras del pianista Rubén Fernández Aguirre, que figuran en el folleto del doble cd, son muy esclarecedoras de lo que supone esta grabación: “El valor principal de esta grabación radica en la presentación de ocho canciones que no se han registrado discográficamente hasta el momento, aunque pueda parecer mentira tratándose de uno de nuestros compositores más universales”. Concretamente el pianista de cantantes y factótum de este proyecto se refiere a Vita nuova, estrenada en junio del año pasado, Mignon, la única en francés, la Canción del postillón y cinco de las once canciones catalanas: Lorei i el joglar, Canço de Gener II, Balada, Escenes de l´exili y No m´enterreu al cementiri.

   Esta integral de las canciones para piano y voz de Granados, fiel a las tesituras originales de las voces, toma como referencia la edición realizada por Manuel García Morante, publicada en 2006. La grabación se realizó en el Auditorio Manuel de Falla de Granada del 12 al 15 de junio y el 1, 2 y 26 de septiembre de 2016 para el sello Ibs classical y fue presentada en diciembre de 2016.

   El primer cd incluye ocho canciones en español y las Tonadillas en estilo antiguo. De las primeras reseñar el canto redondo, poblado de armónicos de la mezzo Carol García, y la manera de declamar, de matizar de la soprano Elena de la Merced. La relación que Rubén Fernández Aguirre establece con las voces, el grado de compenetración que alcanzan éstas y el piano, es una constante en ambos discos. En el caso de las interpretadas por la mezzo parece como si ambos instrumentos se envolvieran el uno en el otro, como puede comprobarse en la inicial Yo tengo quien me llore o en la desenvoltura con la que entretejen lo rítmico y la melodía en Canto gitano.

  En las Tonadillas en estilo antiguo la soprano guiada por una musicalidad muy acentuada consigue dar a las canciones en las que interviene una intención variada, hallando la grandeza de lo sencillo. Sirvan como ejemplo su forma de recitar el texto de Fernando Periquet de La maja de Goya y sus majos, discreto y tímido, en los que el piano y la cantante juegan con acentos y cambios dinámicos, que dan como resultado tintes sutiles en canciones como El Tralalá y el punteado. A las majas dolorosas Carol García les infunde un tamizado sentido dramático. En Las currutacas modestas se recurre a la versión original para dos voces; soprano y mezzo cantan muy bien conjuntadas, al tiempo que a través de ciertos detalles de expresión hacen valer la diferencia de sus timbres.

   Ya en el cd 2 el oyente se encuentra con las canciones catalanas, ejemplo de profundidad estética, plagadas de sorprendentes armonías. La boira se adapta muy bien a la voz de David Menéndez, convincente y rotunda,  de la misma forma que deja matizadas medias voces en No m´enterreu al cementiri, en las que probablemente sean sus dos más logradas intervenciones junto a Vita nuova. Cuánto encanto poético destila la voz de Carol García en Canço d´amor, en medio de un ambiente lírico propiciado por el piano, que en Escenes del exili ambos tornan en melancolía y después en  delicadeza en Dorm, nineta, dorm. En Elegía eterna la soprano destaca por la sugestiva manera de abordar las vocalizaciones y el carácter que imprime a la obra. Impregnadas de lo mejor de la ópera están Vita nuova y Mignon, a la que la  mezzo le da un sentido cantabile muy sugerente.

   En las Canciones amatorias Elena de la Merced basa su interpretación en la manera de sugerir, en ciertos rubatos, y en la forma de atacar una nota en piano y expandir el sonido, (que va más allá de ser un mero signo de acentuación), unido a una dicción que le permite jugar con el sentido de las palabras. Mientras, Rubén Fernández Aguirre ahonda en las posibilidades que le brinda Granados al piano.

  Más allá de valoraciones interpretativas en torno a estas cuarenta canciones, recurrimos como último argumento al párrafo final de lo escrito por Manuel García Morante en el citado folleto que acompaña al doble cd: “A Granados le gustaba oír sus obras en diferentes versiones, así ahora celebraría esta grabación que da testimonio del interés renovado que su música despierta en las nuevas generaciones”.

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