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LEOPOLDO FALCÓN: «En la zarzuela nunca se deben recortar textos salvo que haya una buena razón para ello»

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Autor: Óscar del Saz
25 de octubre de 2019

LEOPOLDO FALCÓN: «En la zarzuela nunca se deben recortar textos salvo que haya una buena razón para ello»

Una entrevista de Óscar del Saz / @oskargs
Leopoldo Falcón es fundador y director de la Compañía Mexicana de Zarzuela Domingo-Embil, desde 2002, y Representante de la Asociación Internacional Zarzuela por el Mundo. Llamado «El hombre zarzuela de México» conoció desde niño, trabajó y aprendió mucho con un hombre emblemático en el espectáculo de México, Enrique Alonso «Cachirulo». Más tarde, Falcón trabajó en la compañía de zarzuela de Don Plácido Domingo y Pepita Embil, artistas que le consideraron como de la familia, de quienes heredó vestuarios, decorados y utilería, convirtiéndose por derecho propio en el principal abanderado de la zarzuela en México.

Con el correr de los años, creó su propia compañía de repertorio, de la que es director, productor, escritor y actor de montajes de diversos géneros, como espectáculos infantiles, comedia, teatro clásico, comedia musical, ópera y zarzuela. Estudió la licenciatura en Dirección y Artes Escénicas e impartió cátedra en diversas escuelas de actuación. Ha realizado montajes escénicos en Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Colombia, Perú, Chile, España y USA.

Participó en el montaje, producción, dirección escénica y actuación de las temporadas de zarzuela programadas por CONACULTA, en el Teatro de las Artes del CENARAT, entre las que figuran La verbena de La Paloma, Luisa Fernanda, La leyenda del beso, Las leandras y La viuda alegre (opereta que gustaba mucho hacer a Pepita Embil), El Conde de Luxemburgo o El murciélago. Actualmente se desempeña como Stage Manager en los conciertos de Plácido Domingo. También ha colaborado con la Fundación Jacinto Guerrero para hacer encuentros de zarzuela y discutir sobre su devenir.

Aprovechando la visita del maestro Leopoldo Falcón a España para formar parte del jurado en el Certamen Internacional de Zarzuela de Valleseco (Gran Canaria, 12 y 13 de octubre) y también por la impartición de sus clases magistrales (14 y 15 de octubre), conjuntamente con las que hiciera Nancy Fabiola Herrera, le hemos citado para que nos cuente sus proyectos y nos hable de La Zarzuela, ese género que tanto ama y por el que todos debemos luchar.

Gracias por atendernos, maestro Falcón. Cuéntenos cómo comenzó toda su labor alrededor de la zarzuela

A ustedes. Agradezco la deferencia de haberme tenido en cuenta como referencia. Yo empecé a trabajar en la compañía de zarzuela de Don Plácido Domingo y Pepita Embil, mis padres artísticos, en la compañía del maestro Moreno Torroba, que llegaron a México en 1946. Desde muy pequeño estuve en contacto con la escena y también entre bambalinas, con el atrezzo, o con los decorados, porque siempre había mucho que hacer en la compañía, a la vez que aprendí de la disciplina, el amor y el cariño por la zarzuela así como el compromiso absoluto al quehacer escénico. Con el correr del tiempo, también hice con ellos todos los tenores cómicos de las zarzuelas y aprendí con ellos todo lo que sé, musicalmente y vocalmente, al principio todo por imitación. Todo esto me dio, sin yo saberlo, una escuela muy grande. Doña Pepita Embil me dejó todas sus cosas antes de retirarse y yo siempre consideré ese acto como un traspaso de testigo en su quehacer, de ahí que la compañía que formé lleva el nombre de ellos, que por cierto es una compañía totalmente privada y sin ayudas, una empresa arriesgada en esos años, en los que no había un relevo generacional claro.

Tuvo que dar entonces una vuelta a todo y empezar a remontar con el género

Sí, a partir de músicos, orquestas, y coralistas esparcidos por la ciudad de México tuve que convencer a muchos para que voltearan sus ojos de otros repertorios hacia la zarzuela, género que muchos de ellos no conocían. Fue una labor difícil porque se hubo de pasar de lo sinfónico al teatro lírico con escena, trajes, escenografía, cantantes,actuar y hablar en escena, que es lo difícil de la zarzuela. Cada zarzuela demanda un lenguaje especial (la madrileña, la de “alpargata”, la goyesca,…). Con ello llevo casi 20 años, formulado en este sentido.Siempre digo que en México no es que yo sea el mejor, es que soy el único.También me he dedicado a talleres, seminarios, clases magistrales, y a montar varios títulos completos.

¿Qué es Su Majestad la Zarzuela?

Es un espectáculo que hago en muchos lugares, de alto nivel, que siempre dignifica la zarzuela, y que es un éxito porque tiene una serie de ventajas: no necesita montar un título de forma completa pero sí da un panorama muy grande del género, es decir una antología de títulos o de momentos impactantes del género, con solistas o con solistas y coros, además de con ballet. Este espectáculo está conformado de tal manera que puede montarse a lo grande o en un plan más modesto, al aire libre o en un teatro con toda la maquinaria, pero siempre con solistas de gran nivel. Esta panorámica de admirar la zarzuela resulta altamente interesante para las nuevas generaciones porque constituye un muestrario de lo mejor que tiene la zarzuela.

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¿Coincidió alguna vez con José Tamayo?

Sí, cómo no. Tamayo tuvo a bien hacer su espectáculo grandioso de antología de la Zarzuela en México. Lo hizo varias veces y alguna de ellas quiso encomendar el espectáculo en homenaje de doña Pepita Embil, y fue verdaderamente glorioso, ya que es darle al público lo mejor del género, de lucir lo mejor que tienes. El paladar se va haciendo, y de eso se trata, de conformar público con criterio y artistas comprometidos por el género.  

¿Ha dirigido zarzuela en España?

Sí, tuve alguna vez oportunidad, pero fue un rebote de ir a dirigir a Castellón de la Plana, una ópera, Las bodas de Fígaro, pero siento que había cierto escepticismo de lo que un mejicano fuera a hacer, y fue un reto porque sólo tuve 6 días para montar la obra. Pero vine con un plan de trabajo tan claro y con ideas objetivas, y aquí un elenco español que no conocía nadie, muy jóvenes y muy profesionales, que se sabían perfectamente la obra. Tuvimos que plantear un trabajo milimétrico, ensayos de tal hora a tal hora, pero se logró el objetivo. De esta forma, también me ofrecieron hacer una gala de zarzuela y yo propuse hacer Su majestad, la zarzuela, en forma de gala. Para este espectáculo, yo he creado un personaje que es un poco la reminiscencia del «viejo del hongo» de Las Leandras -un pobre viejo que pedía limosna a la salida del Teatro Apolo y había visto todo lo que pasaba en ese teatro en la época dorada de la zarzuela-, y ese viejecito va narrando y ligando los números uno a uno, y eso le da el hilo conductor a todo. Esa figura es muy apreciada por el público, y le cae muy bien, y por eso sigo manteniéndola. Mi añoranza es venir a Madrid a montar una zarzuela completa. Por ejemplo, yo he tenido la oportunidad de llevar a México a artistas, como Amelia Font, que es la persona que mejor puede plantearte una Tía Antonia con ese arte que lo hace ella. Siempre se trata de realizar un intercambio enriquecedor donde vayan y vengan artistas de todo el mundo.

Si tuviera que dirigir un proyecto en España, ¿qué proyecto sería?

Ya que me pides que diga lo que desearía, y puesto que pedir no cuesta, dos. Me gustaría un título muy conocido y muy hecho aquí y un título completamente nuevo para tener la oportunidad de -personalmente-, retarme, en algo nuevo, pero también aportar en esas obras que tengo tan claras y tan conocidas que reivindiquen el género, porque lo mío -habiendo aprendido con doña Pepita y don Plácido- es la tradición y el respeto de hacer las cosas en la esencia, y nunca sacar una obra de contexto. Es más respetable que transformarlo todo que alguien venga y escriba una cosa nueva. Sí se pueden hacer leves modificaciones, pero nunca recortar los textos y siempre que haya una buena razón para hacerlo.

¿Está de acuerdo con la renovación estilística/escénica de La Zarzuela? ¿Cómo se habría de innovar en La Zarzuela? ¿Cómo cree que debe acercarse La Zarzuela a los jóvenes?

Qué buena pregunta. El teatro siempre está en crisis. Ya en El Quijote se cita esta circunstancia, lo que sucede es que ya llevamos más de 400 años de crisis y ahí vamos. Pero en México, que tenemos la influencia del teatro musical, por ejemplo Cats o Los miserables, y que es una muy legítima competencia porque tiene puestas en escena más deslumbrantes que lo que es la zarzuela. En cambio, ésta es mucho más auténtica y tan nuestra. Pues yo he hecho el experimento de presentar una Verbena de La paloma, con más de cien artistas en escena y con personajes y escenografía muy atractivos, donde te creas que de verdad estás en Madrid, y sacas todo ese vestuario tan rico de mantones y trajes de chulapa, y rememoras todo lo que te contaban tus padres y abuelos, y el público joven no tiene más remedio que encantarse, siempre que el espectáculo esté hecho con dignidad y con verdad. Las licencias en la zarzuela en realidad no son buenas porque desvirtúan lo que sus creadores idearon, que siempre merece un respeto.

¿Qué le ha pareció El caserío que se está dando estos días?

Me pareció un gran montaje. Fue la primera vez que me encontré con el título completo. Conocía fragmentos, partes, algunos duetos, pero un montaje así no lo había visto y es digno de encomio. Me pareció que de los mejores aciertos, desde luego, fue el concepto escenográfico y de iluminación. Sí se echa en falta haber hecho algunas adecuaciones a los diálogos pero me parece que está bien logrado porque se acaba de entender todo el argumento. Es un esfuerzo real de cómo dignificar nuestro amado género de la zarzuela, y El caserío es muestra de ello.

Qué es Zarzuela por el Mundo

Es una asociación sin ánimo de lucro que intenta potenciar aún más, ese cariño hacia este género lírico, impulsando y promoviendo su continuo desarrollo en futuras temporadas y generaciones: hacer más y mejor zarzuela por el mundo. En muchas ciudades, en especial de Latinoamérica, existe variedad de compañías y organizaciones que trabajan incansablemente para poder mantener el género vivo. Una labor que puede ser un poco estresante, debido a que las grandes temporadas de ópera, conciertos y espectáculos musicales en general, tienen un mayor apoyo económico para su desarrollo.Nuestro principal interés es sumarnos a esas grandes voluntades y apoyar para que las condiciones económicas sean en principio propicias para desarrollar grandes y actualizadas producciones como el género lo merece. Y no sólo económicamente, sino en el apoyo en su preparación, como es el transmitir desde los grandes maestros, dramaturgos, historiadores, compositores, cantantes, directores escénicos y coach especializados, los aspectos que se deben conocer para entender, vivir, y transmitir la zarzuela.

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¿Considera que si consigue el Patrimonio Inmaterial de Humanidad pasará a ser considerada y protegida en mayor grado?

Absolutamente. De hecho, son iniciativas que van en el mismo sentido. Zarzuela: Patrimonio de la Humanidad y Zarzuela por el Mundo persiguen el mismo objetivo. Podemos realizar proyectos de forma conjunta a nivel global a fin de difundir el género en más partes del globo donde todavía no es conocido.

¿Cuánto tiempo lleva creada Zarzuela por el Mundo?

Realmente, muy poco tiempo, menos de dos años, pero lo que se ha hecho en muy poco tiempo ha sido muy edificante. En diciembre del año pasado surgió la posibilidad de hacer el Primer Encuentro Internacional de Zarzuela donde convergieran tantos personajes importantes del género. Me tocó a mí ser el enlace, y siendo en México, el esposo de Nancy Herrera, Marcello Pérez, se acercó a mí para comentarme todos esos proyectos y hacer ese encuentro en Tequila, que fue el colofón y la gozada, tanto por parte de las ponencias como de los conciertos. Se hizo realidad un sueño. En abril ya estábamos haciendo el encuentro y el maestro Plácido Domingo estaba dirigiendo Su Majestad la Zarzuela como broche de oro del encuentro. En el elenco estuvieron como artistas Nancy Fabiola Herrera, Verónica Villarroel, Ainhoa Arteta, premiados de Operalia, Amelia Font, todos ellos con su gran sabiduría.

Creo que Daniel Bianco volvió a España maravillado

Sí, porque si bien en un momento no sabía a qué iba realmente, tuvimos allí en Tequila grandes promotores y empresarios, representantes del Teatro Colón de Buenos Aires. Todo lo que se hizo allí fueron cosas tangibles, allí debatimos, y sacamos conclusiones que nos nutrieron para continuar en esta línea.

¿Y cuál es el próximo hito de Zarzuela por el Mundo?

Te puedo decir como primicia que estamos ya muy avanzados para hacer el Segundo Encuentro Internacional de Zarzuela. Próximamente daremos la rueda de prensa y especificaremos más detalles. Va a haber muchos artistas internacionales.

Volviendo al Certamen Internacional de Valleseco, ¿cómo se han desarrollado las clases magistrales? ¿Tiene Ud muchos alumnos o clases magistrales al año?

En este certamen, las únicas clases magistrales que se dieron fueron las de Nancy y la mía. Un día Nancy y otro día yo. Habiendo sido testigo de lo que Nancy, una grande, con todo lo que puede aportar y compartir vocalmente, te digo que me fui a dormir con mucha inquietud, porque había dejado la estafeta muy alta, y pensé «ahora yo mañana que les digo a estos chavales que les aporte o que les interese o que les dé un aprendizaje». Entonces me fui por la parte actoral, por la escena, por las bases de todo, en modo abierto, sin libretos o textos concretos, trabajar la parte histriónica, y compartiendo tantas y tantas anécdotas… Y aún habiendo hoy en día tantos coach, los certámenes se enfocan solamente a una romanza o que en la clase un tenor dé un si bemol… Pero la zarzuela es eso y mucho más. La parte actoral, la parte interpretativa, la parte de los textosy el porqué haces aquí un pianísimo y luego allí un forte tiene mucho que ver con la parte interpretativa,además de con la voz hablada y la voz cantada, y en qué momentos la voz ha de ser más o menos proyectada.

¿Y eso no suele abordarse nunca en las clases magistrales?

Eso nadie lo toca en las clases magistrales. Hay toda una técnica para que una voz se prepare para cantar la romanza y tenga en cuenta tanto el pie del texto previo como el pie del partenaire que va a hacer contigo el dúo. El autor pone las acotaciones por algo. Los estudiantes están obligados si quieren ser verdaderos profesionales a ir acumulando todo ese conocimiento. Pues por ese lado me fui en la clase magistral, y fue tan edificante porque -según ellos- les abrí un panorama y les descubrí un mundo a estos chavales que normalmente no toman en cuenta o no caen en la cuenta. Planteamos el dueto «Cállate, corazón» de Luisa Fernanda, que es una belleza, pero dije «no me lo cantes, dilo hablado». Entonces, lo decían hablado y a ellos les producía una catarsis de emoción que luego persistía cuando lo hacían cantado. Muchas veces es cuestión sólo de dosificar caudales de voz y algunos no saben. Yo me quedé muy satisfecho del resultado porque nadie se lo había hecho ver. Tuve la oportunidad de que Nancy -que vio todo esto- me confirmara que normalmente no hay nadie que trabaje esto, porque la zarzuela tiene esa dificultad de conjugar la voz cantada y hablada, de modo que tenga lógica y sentimiento en la interpretación global.

Imagino que también trabaja la dicción, que es una parte muy importante en la zarzuela

Para hacer zarzuela, como citaban Pepita Embil y Plácido Domingo, es más importante la parte histriónica y actoral que no sólo la parte cantada. Muchas veces hay que desaprender -dicho en broma- lo que uno ha aprendido para fijarse en lo básico. Muchos profesores de canto falsean las vocales para que el alumno emita los sonidos o proyecte los sonidos de ésta o aquella forma, pero el texto es texto, aunque sea cantado. También los acentos son muy importantes. La dicción es muy importante: todo ha de entenderse en pos de la verdad y la autenticidad.

¿No ha pensado en tener alumnos fijos entonces?

Los tengo cada vez que estoy metido en un proyecto porque además considero la salud del maestro y del alumno,y no la dependencia entre ellos, que en algunos casos puede ser hasta nociva. Hay veces que el maestro se mete demasiado en la vida del cantante, en lo que come, en lo que hace, cómo plantea su tiempo libre, hasta en su vida amorosa… Pero sí es importante que el alumno pueda volver cada cierto tiempo al maestro para reajustar cosas, de modo que el profesor chequee que las bases siguen presentes.

¿Cómo ha visto el nivel de este Certamen Internacional de Zarzuela de Valleseco?

Desde que me llamaron, y lo comenté con Plácido Domingo, me parece encomiable que sea un concurso -el único a nivel mundial-, ya con siete ediciones, dedicado solo a Zarzuela. Sólo por eso Isabel Costes, su directora musical, me merece todo el respeto. Y luego está el hecho de que se acerquen al certamen chicos jóvenes que se vayan a dedicar a esto y que esas semillas germinen. El nivel ha sido altísimo. Había gente de México que no quedó, y había gente de España que tampoco llegó a la final. Los primeros premios fueron para Cuba (Héctor Rodríguez, tenor) y Puerto Rico (César Méndez, barítono) y los Premios de Zarzuela por el Mundo sí fueron para una española (Ruth Terán, soprano), que creo tendrá una gran carrera. Felicito por tanto a este Certamen de Valleseco para que sigan con él y estoy encantado de que me hayan llamado. En México tenemos el concurso de Carlo Morelli y tiene un apartado de zarzuela donde me invitan como jurado y yo allí puntúo expresamente el tema de los diálogos, el texto, la dicción, no solamente cantar la romanza, sino preparar un personaje con todo.

¿Por qué cree que no se ha montado todavía una Escuela de Zarzuela en España?

En México, el último seminario que me llevó 6 semanas, se inscribió gente de alto nivel, incluido gente del coro del Teatro Bellas Artes. También se presentaron una soprano y un barítono de España. La respuesta de por qué  fueron es porque dijeron que en España no existen estos seminarios. Y esa respuesta para mí fue muy reveladora, además del gran compromiso que implica y el camino que debe andarse y que debe perseguirse sobre ese propósito.Yo, por ejemplo, en todas las obras que acometo me gusta reservar un tiempo para poner en contexto de la obra, como escuela sobre ese proyecto, porque luego es tiempo que gano durante los ensayos.

¿Qué opina de la crítica?

En México no hay tanto documentado sobre esto. Me he llevado muchas desilusiones porque hay muchas dependencias del cariño o de la animadversión del crítico respecto del director, cantante o el escenógrafo. Por eso me parece injusto que se utilicen ciertos foros de crítica para expresar así su afecto o su desacuerdo. Entonces, cuando la crítica no es objetiva ni clara yo he tenido muchas decepciones en este sentido. Pero en realidad no me pierden los piropos y tampoco me echan abajo personalmente las malas críticas. Además, en las críticas muchas veces no se tienen en cuenta cuando uno se hace cargo de un espectáculo con muy poco tiempo. Me pasó con una Carmen en el Teatro de las Bellas Artes, con una escenografía ya diseñada y recortada en espacio sobre el escenario, y teniendo que salir todo el coro, los 80, a escena -por un tema de sindicatos-, cuando salen los contrabandistas en el tercer acto, y el crítico hizo sangre sobre esa puesta en escena que no era un tema mío… Es un afán de decir el crítico, “invicto no se va de esto”… Eso no debe ser de recibo.  

¿Con qué tipo de música disfruta más como escuchante?

Me gustan muchas cosas. Me gusta la música popular siempre que reúna las características de ser música. Hay cosas que se han colado como música pero realmente son sólo acumulación de decibelios. El rap, por ejemplo, para mí no es música, aunque esto sea mi opinión, es letra, es un mensaje que ese intérprete lanza, pero nada más.

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