Por Albert Ferrer Flamarich
Manén: obra coral. Daniel Blanch, piano. Cor Lieder Camera. Xavier Pastrana, director. La mà de Guido LMG 2133. 74 minutos.
La Asociación Manén es una de las entidades sin ánimo de lucro más activas en la recuperación del patrimonio musical catalán. Con esta obra coral son tres los compactos editados por la discográfica sabadelense La mà de Guido (ref.: LMG 2133. 74.10) dentro de la integral dedicada al compositor Joan Manén (1883-1971). El Lieder Càmera muestra el alto grado de preparación del conjunto bajo la dirección de Xavier Pastrana en un repertorio a capella cuya ambición es equiparable a la de las aportaciones sinfónicas y de cámara. La escritura tiende a las frases y a los desarrollos largos, con modulaciones no siempre previsibles y un tratamiento de las voces y del material melódico próximo a la orquestalidad. Convergen la herencia francesa (cecilianismo), la ascendencia catalana (algunos giros melódicos, ritmo de sardana) y el romanticismo germánico. Son obras extensas que generan numerosas dificultades para mantener la afinación, con contrastes dinámicos a veces extremos y con un dramatismo infrecuente en este repertorio. Tampoco faltan retrasos en la entrada de las voces buscando espacialidad y otros recursos que llevan al compositor a un nivel exigente y singular en la época en nuestras latitudes.
Escritas mayoritariamente entre 1908 y 1920, estas obras configuran uno de los corpus más difíciles de abordar como reflejan la ascética Muntanya de Montserrat Op. A-47, El petit maridet Op. A-34 y Pardal Op. A-28. Esta última desplegada en una elaboración temática, juegos onomatopéyicos y una variación de texturas que van de la homofonía al contrapunto libre. El petit maridet es un conjunto nuevo de variaciones para coro mixto, soprano y voz blanca: es el ejemplo de desarrollo temático más complejo y alcanza los 25 minutos de duración. A destacar también la maleabilidad de las voces femeninas en las Tres cançons ibèriques Op. A-12; las inflexiones dinámicas en El cavaller enamorat en adaptación de Ángel Colomer o la emotividad de la armonización de Muntanya del Canigó que integra algún solo vocal, pasajes a “bocca chiusa” y un clímax final con carácter hímnico, homofónico y homorítmico de gran impacto. La edición de La mà de Guido mantiene los parámetros habituales, con orientativas notas de carpeta aunque sin los cantables.
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