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«Una era llega a su fin». Universal Music absorbe Hyperion Records, el sello británico independiente por excelencia. Por Mario Guada

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Autor: Mario Guada
21 de febrero de 2023

Hyperion Records, el último gran sello independiente británico, con más de cuatro décadas de historia y cientos de referencias, ha sido comprado por la multinacional Universal Music, en un signo claro del rumbo del mercado discográfico

Una era llega a su fin

Por Mario Guada | @elcriticorn
Me he enterado casi sin querer, por alguien al que la noticia le ha llegado también de sopetón: Hyperion Records desaparece, o al menos tal y como este sello había sido fundado allá por 1980 por George Edward Perry, conocido como «Ted». La multinacional Universal Music ha adquirido la empresa, en un cambio de rumbo que no es sino un claro signo de los tiempos que vivimos, no especialmente halagüeños para el mercado discográfico. Hyperion era uno de los pocos sellos totalmente independientes que quedaban en el mundo, y sin duda el más importante del Reino Unido, un país fundamental en el devenir mundial del mercado de disco. Rápidamente he ido a intentar saber algo más del asunto, y tras una breve búsqueda en Google me topo con un artículo de ayer mismo en el medio francés Le Devoir, el cual aporta algunos datos extraídos a su vez por el medio británico Slippedisc, quien ha dado la exclusiva mundial el mismo 20 de febrero. Efectivamente, no queda duda posible, y aunque ni Hyperion ni Universal han hecho oficial la compra, en el registro mercantil británico [en la imagen] se puede apreciar el cambio de titularidad en la empresa –Simon Perry, hijo de Ted, ya no es el director ejecutivo de la misma desde el pasado 14 de febrero–, así como de la sede de la discográfica. A Perry le sustituyen desde el día 14 dos de las figuras fundamentales de Universal UK: David Sharpe, director de operaciones, y Adam Barker.

   Hyperion Records entró en el mercado discográfico de forma discreta, con una apuesta firme por artistas de talento, repertorios pocos o nada interpretados, una imagen cuidada, producción mimada al detalle y unas notas al programa siempre de sumo interés para el oyente. «Ted» Perry construyó de la nada –con lo que ganaba como taxista en la capital londinense– un sello que ha sido orgullo de las discográficas independientes desde entonces, lo que logró con el paso de los años, y tras volverse un sello de referencia con éxitos de ventas mundiales, como aquella grabación dedicada a Hildegard von Bingen en versión del conjunto Gothic Voices [1981]. No exagero si digo que fue uno de los sellos fundamentales para el universo del pianismo, con figuras de la talla de Angela Hewitt, Marc-André Hamelin o Stephen Hough, pero también, del mundo del lied, la música de cámara del Romanticismo y el siglo XX, la música coral británica de todos los tiempos y, por supuesto, las músicas históricas, con enorme presencia de la polifonía medieval y renacentista. ¿Quién no ha crecido escuchando las grabaciones, ya legendarias, de conjuntos como The Orlando Consort, The King's Consort, The Binchois Consort, The Brandemburg Consort, Pro Cantione Antiqua, Henry's Eight o Ex Cathedra, por mencionar solo algunos, pero también, más cercanos en el tiempo, conjuntos de la calidad de Polyphony, Cinquecento, Cupertinos, The Brabant Ensemble o De Profundis?

   Su catálogo es sencillamente imponente, con grabaciones absolutamente referenciales desde hace décadas, que adornan cientos de estantarías en las ya muy maltrechas tiendas de discos, bibliotecas o casas particulares a lo largo y ancho del mundo. Y así debía ser, porque una de las máximas de Hyperion era no estar disponible en ninguna plataforma de streaming, solo en Apple Music para compra directa digital. Por tanto, aquel que quisiera escuchar cualquiera de las grabaciones tenía que acudir a su tienda de confianza –si es que eso es posible aún– o a la propia web del sello, donde adquirir las grabaciones, bien en formato físico, bien digital. La gran pregunta ahora –amén de cual será el futuro de un sello que quiso mantener su máxima independencia hasta que probablemente las circunstancias y el mercado lo hicieron totalmente imposible– es si todo el catálogo del sello pasará a estar disponible en las plataformas digitales más importantes y bajo qué condiciones. Sin duda, este es el fin simbólico de una era, una muestra del cambio de paradigma y de que la independencia siempre parece tener un precio, que tarde o temprano alguien se acaba cobrando. Una noticia triste, a la espera de conocer en profundidad las condiciones de este acuerdo comercial entre ambas firmas, que afectará también a la distribución de múltiples sellos [Colin Currie Records, Collegium, Gimell, Hallé, King's College Cambridge, LSO Live, Mariinsky, 1equalmusic, National Symphony Orchestra, Soli Deo Gloria y Signum] que estaban al abrigo de Hyperion. Veremos.

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