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Nuria Blanco Álvarez contesta a la supuesta rectificación del crítico del diario ABC

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Autor: Nuria Blanco Álvarez
25 de mayo de 2016

Por Nuria Blanco Álvarez
El crítico de ABC, ALBERTO GONZÁLEZ LAPUENTE, reconoce que SE HA APROPIADO de gran parte de una crítica de la zarzuela “El terrible Pérez” de Nuria Blanco Álvarez aparecida el 8 de abril en CODALARIO, para hacer la suya de la ópera “Elena e Malvina” en ABC el 16 de mayo, en un pobre intento de rectificación en un nuevo artículo de ABC que titula “Polémica sobre una zarzuela y una musicóloga parafraseada” y que pueden leer completo
aquí.

Estimado Sr. González,

   Mire lo que le ha costado ¿eh?, tres páginas de humo para finalmente reconocer que, efectivamente, me ha copiado.

   Le agradará saber que el sentido del humor del que dice adolezco ha captado el eufemismo de llamar “paráfrasis” a la copia literal que ha hecho de buena parte de mi crítica (sin mi conocimiento, ni consentimiento, ni siquiera una mención a mi persona ni al medio del que lo copia: CODALARIO). Más perplejidad me provocó que mi crítica fuera realizada el 8 de abril para hablar de la zarzuela “El terrible Pérez” -puesta en escena el 6 de abril en el Teatro Campoamor de Oviedo- y haya sido más de un mes después cuando usted la copia en buena parte para hacer lo propio en ABC el 16 de mayo con una obra diferente, la ópera “Elena e Malvina”, interpretada en el Auditorio Nacional el 14 de mayo.

   Lo que no he entiendo bien de su escrito de “rectificación”, es lo de “polémica sobre una zarzuela” en su titular. El asunto, Sr. González, es que usted ha copiado un texto mío y de polémica nada, puesto que tuve la delicadeza de pedir explicaciones de forma privada en lugar de ir directamente al juzgado de guardia o bien hacer un escarnio público de su persona, como ha intentado hacer usted conmigo en su pataleta antes de reconocer su falta. Puede usted continuar con su pluma envenenada si lo desea, que de mí no va a obtener ya más respuesta que esta que está leyendo.

   ¿A qué se refiere con que  esperaba “plantear la discrepancia públicamente intentando un debate”? En mi escrito de queja no polemizaba sobre zarzuela alguna, tan sólo le exigía una rectificación pública por copión ¿cómo voy a discrepar de su opinión si es EXACTAMENTE igual que la mía?

   Si usted no ha tenido inconveniente en hacer públicas partes de mi queja formal y privada dirigida al director de ABC, no seré yo quien impida a los lectores de CODALARIO que puedan leerla en su totalidad y que valoren si, como usted asegura, he pedido “el oro y el moro” o si he dado muestras de un talante del que usted ha dejado patente que carece. También admiro su capacidad para convertir lo que parece una orden de su director de retractación pública, en un “agradezco a mi periódico que me permita aclarar”. Un giro muy hábil, Sr. González.

A continuación, mi carta íntegra al director del Diario ABC:

   Para no alargar el asunto, paso a exponer un extracto de ambas críticas, la mía (que se puede leer íntegra aquí)  y la suya (que está completa aquí), para que se puedan comparar en un simple vistazo:

   Llámeme susceptible, Sr. González, pero aquí hay algo más que un parecido razonable ¿Y lo llama usted “paráfrasis”? “¿Por qué lo llaman parafraseo cuando deberían llamarlo plagio?” ¿Ve? Esto sí es una paráfrasis, va entrecomillado y hace referencia a una frase harto conocida ¿Debería sentirme halagada porque usted da por supuesto que todo el mundo reconocería mis palabras en su boca? Para ser riguroso, y más en un crítico, uno debería citar sus fuentes y no dar a entender como suyas, las reflexiones de otros. Se intenta justificar diciendo que “tengo material de sobra para copiar sin necesidad de pedir prestado”, me deja usted atónita.

   A esto se le llama Sr. González, ir al grano, y no divagar sobre tal zarzuela o cuál ópera. En un lamentable intento de lanzar balones fuera, habla de un montón de cosas que nada tienen que ver con el asunto que nos ocupa. Pero algunas me han hecho tanta gracia que no puedo evitar comentarlas brevemente. Afirma tajantemente que “Nuria Blanco Álvarez lleva impreso en su ADN académico la obsesión por la “recuperación”. Desconocía que siguiera tan de cerca mi carrera y mis méritos académicos, va hacer que me sonroje Sr. González, ya que no hemos tenido la ocasión de conocernos ni de intercambiar jamás palabra alguna por ningún medio. Pero bueno, ahora nos estamos poniendo al día ¿verdad? Me alegra ver su pasión desbordante en el tema de la recuperación de nuestro patrimonio musical: “Tal es mi amor por nuestro patrimonio y su defensa, tal mi conciencia […]” Ups, al final tuvo un lapsus Sr. González.

   Yo sí conozco su trayectoria, y no puedo dejar de mencionar su trabajo como director de las Jornadas de Zarzuela 2014 en las que se “recuperó” “El terrible Pérez” auspiciadas por la Fundación Guerrero, que por otro lado hace una labor encomiable, que en su proyecto sobre esta zarzuela no deja de abundar constantemente en la palabra “recuperación” aunque usted asegura que “considero erróneo decir de manera tajante que ambas son obras recuperadas del patrimonio musical español. Lo sé bien porque algo tuve que [ver] con la idea de escenificar “El terrible Pérez” y en su corta pero sustanciosa vida jamás se ha promocionado bajo ese paraguas”. Sr. González, no diga mentirijillas, en el proyecto de esa zarzuela que usted tan bien conoce, se dicen literalmente frases como: “Recuperar una obra relevante en la escena lírico teatral de principios del siglo XX”, “Musicalmente destaca la recuperación de la partitura con rigurosos criterios técnicos”, “Ha sido un trabajo de pura arqueología musical” y después incluyen un artículo titulado “La recuperación” ¿En serio necesita que le dé más datos? Si fuera mal pensada podría interpretar que todo esto es un intento de revancha ante mis comentarios sobre los criterios de recuperación de esta zarzuela.

   En un toque de elegancia y distinción final, termina su texto diciendo que mis ideas “no tienen nada de original. Son tan rutinariamente machaconas […] En fin que “apropiarse” de sus palabras sólo podría tener sentido en un día de poca inspiración. Pero así es este oficio, especialmente en un periódico diario: a veces la vorágine deja poco tiempo para reflexionar con la serenidad suficiente y un mal día lo tiene cualquiera. Reconozco, por tanto, mi falta de lucidez al buscar un modelo tan poco estimulante, y tan amigos”. En este glorioso párrafo se olvidó usted además de pedir disculpas, sin duda fruto de la pasión del momento.

   Y yo me pregunto ¿cuántos días malos ha tenido usted antes que este?

P.D. Por cierto, le adelanto que en una semana haré la crítica de “La marchenera”, excuso decirle que la tendrá a su disposición, como siempre, en CODALARIO.

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