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CRÍTICA: LA OCRTVE ARRANCA SU TEMPORADA 13/14 CON MAHLER Y CHANG. Por Gonzalo Lahoz

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Autor: Gonzalo Lahoz
13 de octubre de 2013
Foto: Leah Nash
JUEGO DE CONTRASTES

10/10/13. Teatro Monumental. Madrid. Temporada de la OCRTVE. Chang: Fantasia Luminosité. Mahler: Quinta Sinfonía. Kristóf Baráti, violín. Carlos Kálmar, director. Orquesta de RTVE.

   El pasado jueves tuvo lugar la apertura de la temporada 2013 - 2014 de la Orquesta y Coro de Radio Televisión Española, formación cuya labor quiso reconocer Codalario hace apenas una semana, otorgándole su primer Premio Codalario como mejor entidad musical del 2013. Para la cita se escogió la Quinta Sinfonía de Gustav Mahler, así como el estreno absoluto de Fantasia Luminosité, del compositor coreano Eunho Chang, quien recibió en la misma sala del Monumental el Premio Reina Sofía de composición por la obra.

    Antes de comentar la velada me gustaría hacer una observación importante. Quienes nos siguen normalmente en las redes sociales - suelo escribir muchas de mis impresiones en Twitter-, ya habrán leído de primera mano, con mucha antelación, mis opiniones generales sobre este concierto. Debo decir que siempre es agradable e incluso halagador observar como las opiniones propias dejan alguna impronta en los aficionados y seguidores de las redes sociales. Lo que no parece apropiado es que sea el responsable de crear opinión en un medio de comunicación de tirada nacional quien necesite apoyarse en mis opiniones ad pedem litterae, dando la impresión de ser él quien vierte las suyas, con el viso de ser originales. Esto me parece inconcebible y desonesto desde cualquier punto de vista, y una actitud poco ética que, además, retrata completamente a su autor. Y como lo escrito dicho está, déjenme ahora que repita a continuación mis ideas sobre la cita musical.
     La cita dio comienzo con una lucha entre la luz - luminosité-, encarnada por el violín, en manos del instrumentista húngaro Kristóf Baráti, que defendió estupendamente su parte, y la Fantasia, representada por la orquesta, tal y como Carlos Kálmar narró al público. Más que una lucha, diríase que existió una relación entre luz y oscuridad,  solista y orquesta interrelacionándose y formándose de un modo un tanto análogo en torno a las luces y sombras que se van dando forma a lo largo del día. Juega el violín con la orquesta, repleta de llamadas a la naturaleza, claras y evidentes, muy a colación de ese modo de ver postromántico, straussiano o mahleriano, aquí siempre en manos de la percusión, en ocasiones demasiado brusca cuando se emplea el tutti, de la misma forma que le ocurre a los metales. Chang consigue momentos de gran plasticidad, viniéndome a la memoria una ocasión similar vivida en la misma sala, con la misma orquesta y mismo director, interpretando Phenomenon, del coetáneo de Chang, el tailandés Narong Prangcharoen, una auténtica llamada a la naturaleza donde la luz podía hasta respirarse.

   La Orquesta y Coro de RTVE debía un Mahler a su público desde que por desgracia tuvo que suspender una Séptima Sinfonía por causas de fuerza mayor. Para redimirse se escogió la Quinta, quizá la expresión más conocida del genio de Kaliste. -Una pregunta al margen es por qué no escoger una obra donde también pudiera intervenir el coro en el estreno de la temporada-.
   La Quinta quizá suponga uno de los máximos apogeos en Mahler de la confrontación de contrarios concomitantes que nos hablan del ser y del no ser, de la vida y de la muerte, en fin, del universo mahleriano en su conjunto y complejidad. Excelentes los metales, así como el conjunto de la orquesta, donde faltó algo de implicación de algunos músicos como unidad global. Sereno planteamiento el de Kalmar, de tempo cuidado y medido, del sarcasmo justo. Quizá se perdió en alguna ocasión la estructura de la línea narrativa, con un fraseo distraído en las maderas en pro de una excitante sonoridad de conjunto. Con todo, Kálmar no se mostró ni banal ni vanidoso, algo en lo que decenas y decenas de directores terminan cayendo y que acaba por destruir la esencia de Mahler. Aquí, afortunadamente, no ocurrió.
 
Foto: Leah Nash 
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