La Orquesta de Cadaqués y la Sinfónica de Castilla y León, juntas en concierto bajo la dirección de Gianandrea Noseda
Un reportaje de Agustín Achúcarro
La Orquesta de Cadaqués y la Sinfónica de Castilla y León bajo la dirección de Gianandrea Noseda suman sus fuerzas en un llamativo programa. “Las Sinfonías Nº5 de Beethoven y de Mahler son muy densas y dos grandes obras, no tanto en lo que se refiere a la longitud, que fueron muy importantes para sus compositores, por lo que es un programa, en cierto modo, de grandes clásicos, que supone todo un reto”, valora Llorenç Caballero, Director Artístico de la Orquesta de Cadaqués, al tiempo que recuerda que “se da la casualidad que a muchos compositores les ha marcado su sinfonía número cinco”, y en el caso concreto de Beethoven y Mahler “no sólo son obras muy conocidas” sino que “gustan mucho tanto a los intérpretes como al público”.
Tras actuar en el Palau de la Música Catalana, el 18 de mayo, lo harán a renglón seguido, los días 19 y 20, en el Auditorio de Valladolid. Primero la Orquesta de Cadaqués interpretará la Sinfonía Nº5 de Beethoven y después ambas se unirán para abordar la Sinfonía Nº5 de Mahler, en un formato que no es nuevo para las dos formaciones: “Esta es la segunda vez que trabajamos así, precisamente la anterior, que fue hace diez años, lo hicimos con la Sinfonía Nº4 de Shostakovich (de la que existe referencia discográfica en Tritó). Y para dar mayor sensación de unidad en los atriles al lado de cada músico de la Orquesta de Cadaqués habrá uno de la Sinfónica de Castilla y León, o sea que se van alternando en la forma de colocarse en el escenario, por lo que es una sinfonía compartida en el mejor significado de la palabra”, valora Caballero, quien sólo ve en esta fórmula aspectos positivos: “Creo que no plantea ninguna dificultad, porque es un proyecto que queremos y porque sabemos que la primera vez salió bien, luego es muy fácil repetir; y en cuanto a las ventajas, pues todas, ya que a veces las orquestas estamos muy cerradas en nosotras mismas y el trabajar con otra da una visión diferente”. Perspectivas que el responsable de la Orquesta de Cadaqués apoya también en la existencia de “una muy buena sintonía entre las dos formaciones”, lo que le lleva a pensar que “seguro que volverán a repetir”, por lo que sólo falta despejar “si habrá que esperar otros diez años o será antes”.
A los alicientes que de por sí tienen las obras se une la presencia en el podio de Gianandrea Noseda, un director tan formidable que Llorenç Caballero tiene claro que si tuviera que definirle con una palabra “diría músico”. “¡Es tan grande! Es una persona que vive y hace sentir la música de una manera absolutamente excepcional, no hay una nota, una frase que no tenga sentido, todo tiene su significado y su interpretación, de tal forma que vive absolutamente cada momento de las obras, se lo hace vivir a los músicos y que estos se lo trasmitan al público”, afirma sin dudas quien sabe perfectamente lo que supone poder contar con este director. “A Gianandrea le conocemos desde el año 1994, cuando ganó nuestro concurso de dirección de orquesta, y desde entonces hemos trabajado todos los años ininterrumpidamente con él”. La presencia de Noseda, director principal desde 1997 de la Orquesta de Cadaqués, supone para el director artístico una constante reafirmación de valores positivos: “Se ha establecido una estrecha relación musical y personal entre él y cada uno de los músicos, pues después de tanto tiempo y tantas giras tenemos muchas historias vividas con él, por lo que creo que nos conocemos muy bien, y tenemos la suerte de que al final de este año está prevista una gira con el Réquiem de Mozart, por Lisboa, Madrid, Zaragoza y Barcelona, y en 2019 otra por Italia y Polonia, así que la relación persiste y esperemos que dure mucho tiempo, pues es muy bonita”.
Al preguntarle sobre cómo definiría a la Orquesta de Cadaqués su director artístico responde sin titubeos. “Creo que lo que en verdad la define es su flexibilidad, pues lo es extremadamente en todo; musicalmente, porque es una orquesta que se hace y se deshace en cada uno de los proyectos en los que participa y porque está regida por los mismos músicos, y son ellos los que acuerdan horarios y se adaptan a ensayos, viajes y conciertos”.
Igual de claro lo tiene cuando se le interroga sobre cuál es su postura como aficionado a la música ante este concierto. “Creo que es un programa para hacer afición, pues a veces pensamos que todo el mundo conoce estas dos obras, que se han escuchado muchas veces, pero no te das cuenta que no es así para todo el mundo. Así que si la gente no ha ido nunca a un concierto éste es el ideal, pues se interpretan dos grandes obras, que seguro que van a gustar y van a llegar, y si ya las han oído muchas veces también resulta ideal ver las versiones tan personales y musicales que realiza Gianandrea”.
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