CODALARIO, la Revista de Música Clásica
Está viendo:

Crítica: Recital de Philippe Jaroussky y Amanda Forsythe en el Auditorio de Zaragoza

  • Comparte en Facebook
  • Comparte en Twitter
  • txcomparte_whatsapp
Autor: Juan Carlos Galtier
23 de marzo de 2017

JAROUSSKY Y LA GRAN AMANDA FORSYTHE

   Por Juan Carlos Galtier | @jcgaltier
Zaragoza. 22-III-2017. Auditorio de Zaragoza. I Barocchisti. A. Forsythe, soprano. Ph. Jaroussky, contratenor. D. Fasolis, director. El mito de Orfeo, con obras de Monteverdi, Rossi, Sartorio y Gluck. Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza. XXIII Temporada de grandes conciertos de Primavera.

   Tras el reciente recital de Juan Diego Flórez, la nueva visita de una estrella de la líriza a Zaragoza consiguió que la Sala Mozart tuviera de nuevo la asistencia de las grandes ocasiones. Philippe Jaroussky es la gran estrella de su cuerda y la expectación levantada se vio correspondida con un gran concierto muy bien planteado.

   La idea conductora del programa era un repaso, con leves tintes escénicos, de las óperas sobre la figura de Orfeo entre Monteverdi y Gluck, siendo estos dos compositores el centro de cada una de las partes respectivamente. En ambas secciones un mínimo movimiento escénico acompañó a la música y en ambos casos Orfeo no cruzó su mirada con Euridice hasta el fatídico momento en que al mirarla la condena de vuelta al Hades.

   Como decíamos, en la primera parte Monteverdi era la música de mas enjundia aunque los “Orfeos” de Sartorio y Rossi también nos ofrecieron música de gran belleza e intensidad dramática. Ya en esta parte Jaroussky lució todas las cualidades que le han hecho estar donde está: una capacidad de proyectar una voz como la de contratenor fuera de lo normal, musicalidad exquisita, afinación impecable y sobre todo un sentido dramático tan elegante como eficaz que hace que en su voz todo suene creible y llegue a conmovernos. Pero si él fue la figura que esperábamos, fue una grata sorpresa la soprano que lo acompañó: Amanda Forsythe, esplendida en todo momento, y con una sensibilidad increible que llegó a emocionarnos ya en esta primera parte. Su capacidad para regular su emisión fue portentosa con pianísimos perfectamente proyectados que llenaron la sala Mozart resultando además muy creible en los recitativos y muy brillante en las arias. Una gran confirmación fue también el trabajo de Diego Fasolis al frente de I Barocchisti una agrupación de instrumentos originales compacta y brillante a la que su director dotó de todo el carácter dramático necesario en estas piezas del Barroco.

   En la segunda parte el protagonismo absoluto fue para el Orfeo y Eurídice de Gluck y aquí donde Jaroussky, a pesar de alguna pequeña tirantez en el agudo, volvió a convencer y a emocionar sobre todo con la interpretación de la sencilla y maravillosa aria “che faró senza Euridice”. Forsythe volvió a estar brillante y aun mas suelta en este repertorio e I Barocchisti supo cambiar su sonido hasta adecuarse a la perfección a la sobriedad de la reforma gluckiana. Como detalles curioso hicieron hasta de coro al responder a Orfeo en las puertas del Averno encarnando a las furias que lo custodian.

   El bis del concierto fue tan previsible como maravilloso; Oir el “pur ti miro” de L’Incoronazione di Poppea en manos de estas dos grandes voces tan bien dirigidas y acompañadas, al final fue el colofón perfecto a una velada de las que crean afición. Las filas en la firma de discos tras el concierto más parecían de un concierto de pop que de una velada de música antigua, por algo será.

  • Comparte en Facebook
  • Comparte en Twitter
  • txcomparte_whatsapp

Compartir

<< volver

Búsqueda en los contenidos de la web

Buscador

Newsletter

Darse alta y baja en el boletín electrónico