Ricardo Casero, director de la Orquesta Reino de Aragón: 'Estamos trabajando para llevar la marca Aragón a China'

Ricardo Casero es el director titular y artístico de la Orquesta Reino de Aragón, conjunto que acaba de ser nombrado residente del Auditorio de Huesca y orquesta titular de la Asociación Aragonesa de la Ópera.  El potencial de la orquesta y su director, que añade al cargo un componente gestor de gran peso específico en el contexto nacional e internacional, la han convertido en una de las orquestas freelance más interesantes de nuestro panorama sinfónico, que incluye una ambiciosa temporada de conciertos dentro y fuera de España. De momento, el conjunto ya tiene puesto el punto de mira en dos compromisos musicales cercanos, el 1 de mayo en el Palacio de Congresos de Huesca, con obras de Rossini, Dvorak y Tchaikovsky en el programa, y un día más tarde, a las  20.15 horas, en el Auditorio de Zaragoza. 

Haga un pequeño recorrido por su trayectoria

Empecé mi carrera con 18 años - voy a hacer 48-, en la Sinfónica de Madrid, cuando todavía era orquesta titular en el Teatro de la Zarzuela. Después viajé a Estados Unidos, Inglaterra y Suecia, hasta que recalé en la Sinfónica de Barcelona, donde trabajé como trombonista, además de desarrollar muchas otras actividades musicales, relacionadas con la música antigua, en el Palau de la Música, haciendo música de jazz, trabajando con el Teatro Lliure,  etc. Tras esta etapa me llegó una oportunidad para volver a Valencia. ¿Por qué? Con un proyecto artístico del calibre del Palau de les Arts, no tuve que pensármelo demasiado. Añado que, llegado a un nivel, uno se estanca con facilidad, y yo soy una persona emprendedora que apuesta por la renovación, formación y estudio continuo. Si decidí volver a Valencia es porque había un proyecto artístico de primer nivel. El Palau ha sido un revulsivo artístico tremendo, vayan como vayan las cosas en estos momentos -que es cierto que algunas no se han hecho bien-, pero lo que se ha conseguido hasta la fecha es mucho y nos ha permitido disfrutar y hacer música con los más importantes artistas del mundo.

¿Apuesta por lo privado?

Parto de la base de que la cultura no se debe confundir con negocio. Cultura y educación van de la mano y además es patrimonio de la humanidad, tan necesaria como la mayor de las necesidades. Creo en la combinación de ambas. Actualmente estoy feliz y me siento totalmente libre para programar y trabajar a mi gusto, con los más altos estándares de calidad. Estoy trabajando mucho con promotores privados. En ocasiones incluso me arriesgo con condiciones económicas difíciles. Es el momento de hacerlo y, al mismo tiempo, dar a cambio, calidad. Soy consciente del desencanto del público, y nuestra labor como profesionales es aunar esfuerzos, y saber adaptarnos a las condiciones sin perder la calidad, esto hace que el público crea en tu trabajo y acuda a los espectáculos. También quiero dejar claro, que las administraciones, todavía son  muy rígidas y pierden muchísimas oportunidades de aprovechar muchas de las iniciativas de Fundaciones, asociaciones etc. que están surgiendo en ciudades como Madrid, Valencia, Barcelona. etc. No se trata de dar a unos y quitar a otros, si no de aprovechar las circunstancias, yo desde luego si fuera político, lo tendría claro: Iniciativa privada es igual: poco gasto, poco trabajo, máximo rendimiento.

¿Cómo llega a la Orquesta Reino de Aragón?

Por invitación de  Sergio Guarné, director general de la orquesta, una formación que tiene músicos muy involucrados con la idea de que Aragón tenga,  o al menos se comience a vislumbrar el camino para que tenga un proyecto de orquesta sinfónica. El Conservatorio Superior de Aragón funciona muy bien, además de los conservatorios profesionales y gente de talento que estudia en ellos, pero no se les da salida al mundo profesional. La mayoría de titulados aragoneses trabajan fuera de su comunidad. La Orquesta Reino de Aragón empezó con la misma inquietud que empecé yo en Valencia, cuando nadie movía un dedo si no había una subvención de por medio. Hay que tener en cuenta que en Aragón hay una o dos orquestas sinfónicas, pero en Valencia hay cientos freelance, 30 más o menos. Aunque predomine más la cantidad que la calidad, la competencia es atroz. Me propusieron entrar en la orquesta tras dirigirles en un programa centrado en Verdi con la Asociación Aragonesa de la Ópera y AGAO. Aragón es una región en la que vi posibilidades de crecimiento. Me han dado confianza y quería corresponder.

Desde su experiencia en la orquesta del Palau de les Arts y como profesional de la dirección, ¿qué directores le han impresionado más profundamente?

Claudio Abbado, por su calidez en el trabajo y el respeto mutuo que generaba. En Les Arts, Lorin Maazel por su genialidad sin fronteras y Riccardo Chailly en una Novena de Beethoven rigurosa y revolucionaria, un trabajo impresionante que me cambió la visión del compositor.

Hace poco anunciaron un próximo concierto con Isaac Karabtchevsky, otro gran director. Alguien está haciendo bien las cosas en la orquesta

Gracias, la verdad que con ilusión y esfuerzo de los componentes de la ORA, estamos haciendo mover la máquina a un nivel verdaderamente altísimo; empezamos en mayo con un programa en el que se incluye el Concierto para chelo de Dvorak, interpretado por  Dimitri Tsirin. Tocaremos en el Auditorio de Zaragoza, en Huesca y en Monzón. Este mismo programa se repite con Karabtchevsky y Natalia Gutman, en la XXXI edición Festival Riva del Garda  de Italia, uno de los más antiguos y de prestigio del país. Además, contamos con la participación del prestigioso pianista Aldo Ciccolini. En otoño salimos de nuevo de gira en Alemania, Turquía e Italia con Sarah Chang, y estamos trabajando duro para llevar la marca Aragón a China, con Maxim Vengerov. Tengo que decir que, como casi siempre, las entidades públicas no nos están ayudando. Las entidades públicas desaprovechan en un 90% las oportunidades que la iniciativa privada les ofrece. Me gustaría que en Aragón fueran conscientes de lo que esto significa para su marca ARAGON. Una comunidad sin representación cultural no es una comunidad completa y acorde a un estándar europeo. Regiones como Asturias, Extremadura tienen hasta dos orquestas públicas, con temporada de ópera incluida.

¿Cómo han conseguido llamar la atención de un director tan prestigioso como Karabtchevsky?

Estamos intentando dar otro perfil a la Orquesta Reino de Aragón. La ORA será una orquesta flexible, internacional y con un gran vinculo con la marca Aragón. Junto a la Asociación Aragonesa de la Ópera Miguel Fleta y otras entidades estamos consiguiendo cerrar una temporada que incluye sinfónica, ópera y zarzuela. En cualquier caso, mi idea es darle un perfil internacional con los medios que poseo. Es algo que llevo 7 años haciendo en Valencia, al frente de mi orquesta, la Master Symphony Orchestra. Allí empezamos este experimento musical que  ha ido revolucionado el mundo del freelance. Todo esto ha sido clave para que músicos como Gutman, Venguerov, Ciccolini o el mismo Karabtchevsky hayan confiado en nuestra marca. Esperemos que nuestros políticos confíen del mismo modo  en nosotros. Ya sabe, el mundo al revés…

Todavía se acercan las grandes batutas a Valencia

No sé cuánto aguantará, pero sí, de momento seguimos. Hay que reconocer que la Orquesta de la Comunidad Valenciana es un conjunto impresionante y que los grandes maestros una vez trabajan con nosotros, deciden volver. Tengo que añadir que  los músicos que la conforman son de otro nivel técnico y cultura, incluso de otro sistema educativo. Lo que más les importa es el rigor en el trabajo, y eso no es fácil de encontrar en los tiempos que estamos. Sólo por eso vale la pena seguir rodeado de mis colegas y compartir lo que nos une de verdad: hacer música con el respeto y rigor que esta profesión merece.