El Festival Internacional de Panticosa clausura su segunda edición con un concierto de los alumnos de Teresa Berganza

TERESA BERGANZA, LEYENDA VIVA DEL CANTO

Por Alejandro Martínez

   Teresa Berganza es sin la menor duda una de las personalidades vivas más fascinantes de la música. Una auténtica leyenda con la que es un lujo poder compartir siquiera unos instantes. Tras su paso hace unos meses por los Encuentros Líricos de la Asociación Aragonesa de la Ópera, Berganza volvió de nuevo a pasar por tierras aragonesas, esta vez para encabezar uno de los principales atractivos del Festival Internacional de Panticosa, en su segunda edición. Berganza ofreció durante casi una semana una serie de clases magistrales a un escogido grupo de cantantes, que ofrecieron un concierto de clausura para el citado festival. Teresa Berganza nos comentaba, orgullosa y reflexiva, lo mucho que había trabajado con ellos, dotados de buenas voces pero con multitud de matices por limar, sea en materia de técnica, sea en materia de estilo. Uno de los descubrimientos de Berganza, que hablaba de él entre orgullosa y sorprendida, ha sido el tenor oscense Jorge Franco, una voz de ligero pura y dura, muy bien timbrada, con una coloratura bien resuelta de natura y que podría dar mucho que hablar si progresa adecuadamente en los próximos años. De entre las demás voces presentes en el recital de clausura, destacó asimismo el espléndido material de Carmen Solís, en un momento dulce de su trayectoria, y el buen hacer de la mezzo zaragozana Sara Almazán con el lied alemán. Buen trabajo también el expuesto por la francesa Julie Cherrier (estupenda línea aunque con una franja aguda un tanto irregular) y la japonesa Momoko Kanazawa, espléndida en la expresiva página de Bernstein escogida para la ocasión. Completaron el concierto las voces de María Ogueta y Teresa Albero. Mención aparte merece el trabajo, brillante y verdaderamente magistral, de Rubén Fernández Aguirre al piano. Estamos sin duda ante el mejor pianista acompañante que ha dado España en décadas. Verdaderamente un pianista a la altura de los grandes acompañantes europeos con los que a veces estamos más familiarizados. 

En la foto: Teresa Berganza, Rubén Fernández Aguirre y Carmen Solis.