CODALARIO, la Revista de Música Clásica

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Libro: «Puentes sonoros y coreográficos durante el franquismo. Imaginarios, intercambios y propaganda en clave internacional»

26 de diciembre de 2021

Editorial Libargo publica el libro Puentes sonoros y coreográficos durante el franquismo. Imaginarios, intercambios y propaganda en clave internacional, editado por Belen Vega Pichaco, Elsa Calero Carramolino, Gemma Pérez Zalduondo

Puentes sonoros y coreográficos durante el franquismo. Imaginarios, intercambios y propaganda en clave internacional.

Puentes sonoros y coreográficos


Por Albert Ferrer Flamarich
Puentes sonoros y coreográficos durante el franquismo. Imaginarios, intercambios y propaganda en clave internacional. Belen Vega Pichaco, Elsa Calero Carramolino, Gemma Pérez Zalduondo (ed.). Editorial Libargo. Granada, 2019. 304 págs. ISBN: 978-84-948136-3-4 

   Gracias a una nueva generación de investigadores versada en las últimas metodologías y conocedores de las tendencias actuales, el esperanzador florecimiento de la musicología en España se encamina -entre otras líneas- hacia la revalorización y comprensión profunda de un repertorio ya abordado, a su vez que a la exploración del pasado reciente. Estos especialistas ofrecen trabajos de la importancia y necesidad como el de los once artículos compilados por las investigadoras y docentes Belen Vega Pichaco, Elsa Calero Carramolino, Gemma Pérez Zalduondo, en los que se centran en el rol desempeñado por instituciones y artistas españoles en el país y fuera de éste –particularmente en Sud-América- tomando la música y la danza como hilos conductores de sinergias que también atañen al cine, durante el franquismo. Y es que en comparación con otros períodos de la historia reciente española tales como la dictadura de Primo de Rivera, la II República o la Transición, la exploración de la música de la Posguerra y de décadas posteriores avanza con timidez, por lo menos, desde el ámbito de la realidad musical. 

   En este sentido, el estudio de la música en el período posterior a la Guerra Civil se está convirtiendo en tendencia y, progresivamente, surgen publicaciones y comunicaciones concretas que permiten conocer en mayor profundidad y desde otras perspectivas. Lo demuestran algunas novedades de los últimos años trabajadas diligentemente como Discursos y prácticas musicales nacionalistas (1900-1970) coordinado por Pilar Ramos López (Universidad de La Rioja, 2012), Una música para el “Nuevo Estado”. Música ideología y política en el primer franquismo (Libargo Editorial, 2013) de Gemma Pérez Zalduondo, Dolor, represión y censura política en la cultura del siglo XX (Libargo Editorial, 2016) coordinado por David Martín López, y el reciente Música y represión política. De la Alemania nazi a la España franquista editado y coordinado por Enrique Téllez (Edictoràlia Música, 2021).

   Junto a éstas, el presente volumen de Libargo aúna los esfuerzos de un grupo de trabajo en el que están presentes musicólogos y otros especialistas vinculados al ámbito de la Historia y Ciencias de la Música, así como de la Historia del arte y las Humanidades, auxiliados por comentarios de prensa, estudios sobre músicos y bailarines, fruto de esas colaboraciones interdisciplinares reflejadas también desde la crítica y el pensamiento musical. Se trata de una monografía plural que amalgama estas aproximaciones estéticas e históricas y analizan las relaciones artísticas del mundo hispánico con la realidad musicológica internacional, gracias a una orientación metodológica transversal e interdisciplinar que alumbra facetas hasta ahora desconocidas sin perder de vista su entorno artístico, cultural y social. 


   En esta línea cabe destacar Repertorios e imaginarios de música y danza española en América en el que Salvador Campos aborda la difusión de repertorios españoles entre 1949 y 1969 gracias a la labor de Enrique Iniesta y su actividad en Chile. Esto brinda la posibilidad de conocer la actividad musical del país andino y las relaciones institucionales y de politización del franquismo allende las fronteras. Ana Rodrigo de la Casa explora La imagen del segundo franquismo en la Feria Mundial de Nueva York (1964-65) a través de la participación de Antonio Gades dentro del aperturismo artístico del momento y el Pabellón de España en dicha feria que, naturalmente, tenía finalidades propagandísticas y de captación de recursos económicos favorables al régimen dictatorial. Para ello hubo un hecho significativo como fue el recital de flamenco del 23 de abril de 1964 concebido y vendido como un puente entre dos culturas. De corte similar pero centrado en la bailarina mejicana de padres españoles emigrados, Pilar Rioja, es el texto de Ariadna Yáñez Díez. Su perspectiva atañe a un referente que superó los prejuicios y la censura de la época logrando un estilo propio, formado también en nuestro país, donde se imbuyó de nuestras danzas.

   En una línea parecida, Juan Francisco Murcia Galán y Carolina Hernández Abad tratan los viajes de los Coros y Danzas de la Sección Femenina en América en el caso de los grupos murcianos y a Cuba en 1956, respectivamente. En este último caso, además se aportan datos sobre la disputa en medios de comunicación como Bohemia, muy crítica con este tipo de actividades propagandísticas que pusieron en evidencia las carencias de tales iniciativas y su ideología nacional-católica. Por su parte, José Ignacio Lorente Bilbao estudia el imaginario vasco en el exilio a través del film Elai-Alai creado por Nemesio Sobrevila en 1938, refiriéndose al poderoso reclamo del folclorismo en el cine organizado por el Gobierno de Euskadi. 

   Sobre coreología y ballet también trata la contribución Carmen Noheda al centrarse en el exilio de los bailarines Paul Goubé e Yvonne Alexander durante la II Guerra Mundial, para quienes el compositor catalán Xavier Montsalvatge escribió la música de numerosos ballets, cuya incidencia se hizo notar considerablemente en la Barcelona de la época con una renovación amparada por la neutralidad política de sus promotores. Sobre el mismo marco temporal y geográfico, Helena Martín Nieva afana el apoyo de los institutos de cultura extranjeros a la música de vanguardia entre 1939 y 1974 a través del Instituto francés y el Círculo Manuel de Falla, del Club 49, de Juventudes Musicales, la Casa América, el Deutsches Kulturinstitut y grupos instrumentales como Diabolus in musica y el Conjuno Catalán de Música Contemporánea. Todo ello supuso una substitución cultural de unas instituciones inexistentes o insuficientes que dinamizó el panorama autóctono. 

   Otro eje temático es el referido a la actividad musical carcelaria, que se configuró como un pilar esencial en la creación de un sistema represivo basado en los preceptos del nacional-catolicismo. En la posguerra civil las prisiones españolas tenían asignada una función que va más allá de lo meramente primitivo de la reclusión y castigo para pretender convertirse en espacios de socialización, adoctrinamiento o redención de presos políticos. Esta actividad también tuvo su repercusión allende las fronteras peninsulares estableciendo intercambios culturales, por ejemplo, con Uruguay como demuestra Elsa Calero Carramolino a través de la información contenida en las revistas “Senda” de Montevideo y “Redención” de Madrid. 

Por otro lado, hay comunicaciones de corte formalista centradas en el enfoque inmanente de la obra musical que versan entorno al análisis de la significación y semanticidad de composiciones concretas. Son un ejemplo el capítulo elaborado por Francisco José Fernández Vicedo dedicado a la Fantasía española Opus 17 de Julián Bautista desde la perspectiva de la vanguardia nacionalista, y el firmado por Torcuato Tejada Tauste sobre el Cuarteto modal de María Teresa Prieto. Esto último, por cierto, complementa y amplia con exhaustividad y una rigurosa disección formal lo compendiado por Tania Perón Pérez en su muy recomendable monografía sobre la compositora asturiana exiliada en México (Publicaciones Universidad de Oviedo, 2020). 

En conjunto, Libargo Editorial ha mantenido su línea tanto en el contenido como en el grafismo presentando el texto con un cuerpo de letra grande y espaciado. Ello facilita la lectura de esta referencia no sólo para especialistas en danza, cine y música si no para historiadores en general. Con el rigor metodológico que se precisa, está abundantemente documentado como demuestra la bibliografía, las notas a pie de página y las referencias a autores y citas expuestas en cada capítulo. Este libro debe celebrarse tanto como los distintos volúmenes sobre danza que la editorial andaluza ha sabido dar salida en un mercado ciertamente muy limitado e irrisorio como es el español. Sin duda, puede afirmarse que la evolución de Libargo es un indicativo de la actualidad investigadora nacional como lo son también otros sellos, instituciones y academias de primer nivel en el país. 

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