CODALARIO, la Revista de Música Clásica

Críticas

Crítica: Final del Concurso Internacional de Piano «Premio Jaén»

3 de mayo de 2022

Salvador Vázquez y la Filarmónica de Málaga acompañan a los finalistas en la final del Concurso Internacional de Piano «Premio Jaén».  El veredicto final determinó como ganador del ‘Premio Jaén’ 2022 al norteamericano Angel Stanislav Wang

Premio Jaén de Piano

Electrizante pianismo

Por José Antonio Cantón
Jaén, 30-IV-2022. Nuevo Teatro ‘Infanta Leonor’. Prueba Final del 63 CONCURSO INTERNACIONAL DE PIANO ‘PREMIO JAÉN’. Alberto Ferro, Yeon-Min Park y Angel Stanislav Wang  (pianistas). Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM). Director: Salvador Vázquez. Obras de Sergei Prokofiev y Piotr I. Tchaikovsky.

   Una edición más del ‘Premio Jaén’ nos marca los derroteros por donde discurre actualmente el arte de tocar el piano,  plenitud expresiva de la música para teclado desde el advenimiento del romanticismo, periodo en el que se entronizó en tal dignidad. En esta su jornada de clausura ha contado con una doble interpretación del Primer concierto en si bemol menor, op. 23 de Piotr Ilich Tchaikovsky junto al Tercer concierto en do, Op. 26 de Sergei Prokofiev, ejemplo donde los haya de la mejor música concertante del siglo XX.

   El primer finalista en actuar fue el jovencísimo estadounidense Angel Stanislav Wang, que nunca había interpretado el famoso concierto de Tchaikovsky lo que le llevó a manifestar cierto nerviosismo en los primeros compases, circunstancia que motivó diera algunas notas falsas, inconveniencia que pronto fue subsanada con la ayuda de la serenidad que transmitía el director malagueño Salvador Vázquez al frente de la OFM, formación que contribuyó en gran medida al lucimiento de los concursantes desde su compacta sonoridad y manifiesta profesionalidad. Wang se planteó su intervención desde una electrizante técnica, que le permitía hacer una generosa exposición en ese alto grado de exigencia que esta obra requiere. Su lectura fue de menos a más manifestando plenitud de capacidades en la fogosidad del tercer movimiento en el que sus manos reflejaron un hálito de danza verdaderamente admirable, culminando así su absoluta entrega al espíritu de autor convirtiendo su ejecución en un desahogo de las tensiones acumuladas en los dos tiempos anteriores.

   La audición de la misma obra adquiría otra orientación en la mente y en las manos del italiano Alberto Ferro que, desde el instante inicial de su actuación, apostó de manera muy notoria por la musicalidad y un pianismo en el que la hermosa naturaleza polifónica del instrumento iba a brillar en todo su esplendor. El equilibrio alcanzado entre su fácil mecanismo y su elocuencia en hacer que prevaleciera el canto por encima de cualquier otra cualidad de su sólida musicalidad, se percibió siempre dada la  generosidad en su forma de comunicar, hecho que tuvo siempre su correspondencia en el pódium, lo que facilitaba la consecución de un balance expresivo que no fue superado en ningún momento de la competición. Por destacar de alguna manera, habría que reparar en su concepto de la simplicidad del Andante central que propone Tchaikovsky como contraste de los tiempos extremos de la obra donde Ferro desplegó con seguridad y convicción estética su irreprochable pulsación puesta al servicio del arte. Su segundo galardón quedó corto para el suscribe, que no ha podido escucharle en cada una de las pruebas individuales, y que seguramente han perfilado el veredicto final del jurado.

   La pianista coreana Yeon-Min Park fue la tercera intérprete en concursar con el Tercer concierto en do, op. 26, obra maestra de ese enfent terribe de la creación musical cual fue y sigue siendo Sergei Prokofiev. Su ágil mecanismo no terminaba de manifestar la determinación percusiva que requiere su ejecución, quedando supeditada a una expresividad que se manifestaba estar en proceso de mejor concreción y contundencia, ya que la idealización de la obra la tiene bastante definida musicalmente. Su tercer premio debe servirle de estímulo ante la gran proyección en que se encuentra el actual momento de su carrera.

   El veredicto final determinó como ganador del ‘Premio Jaén’ 2022 al norteamericano Wang, que a su vez obtuvo los premios a la mejor interpretación de repertorio contemporáneo, con el estreno de la obra Poema a un amor eterno de la compositora y académica canaria Laura Vega Santana, y también el de interpretación de música de cámara, lo que le convierte en uno de los más galardonados de la historia de este importante certamen musical. Su virtuosismo lo ha adquirido en la Escuela Central de Música del Conservatorio Estatal de Moscú P. I. Tchaikovsky que le acredita como heredero de la mejor tradición pianística rusa que, hoy por hoy, sigue estando considerada como una de las que sus pupilos han recibido más laureles en los concursos de interpretación musical del mundo, llegando a ser algunos de ellos indiscutibles figuras. El galardón a la mejor interpretación de música española lo consiguió el pianista francés Samuel Bismut con su versión de Corpus Christi en Sevilla de Isaac Albéniz, y el premio del público le fue otorgado  a la  coreana Yeon-Min Park, cuya actuación resultó la más impactante para cerca del cincuenta por ciento de los asistentes a esta prueba final.

Foto: Premio Jaén de Piano

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