Daniel Barenboim ha vuelto a dirigir. Era uno de los momentos más esperados por los aficionados, que en las últimas semanas han visto como el gran maestro argentino, posiblemente el mayor genio musical del presente, tenía que ausentarse debido a una enfermedad «vascular inflamatoria» que había preocupado al contexto musical internacional. La vuelta ha sido en Berlín, donde Barenboim dirigió ayer domingo un concierto público en la popular Bebelplatz bajo el rótulo «Ópera para todos», en el que ofreció su versión de la Sinfonía nº 4 de Schumann y la Quinta sinfonía de Chaikovski al frente de la Staatskapelle Berlín, de la que es titular. Aún en recuperación, Barenboim dirigió el concierto sentado, según publica SZ/LZ. Como propina y tras las ovaciones del público, la célebre Polonesa de Eugene Onegin de Tchaikovsky.

Foto: Joerg Carstensen/dpa