CODALARIO, la Revista de Música Clásica

Críticas

Crítica: Kenny Garrett en el Festival de Jazz de Málaga

12 de noviembre de 2022

Kenny Garrett ofrece un concierto en el Teatro Cervantes dentro del Festival de Jazz de Málaga

Keith Brown en el Festival de Jazz de Málaga

Jubilosos sones ancestrales

Por José Antonio Cantón
Málaga, 8-XI-2022. Málaga. Teatro Cervantes. XXXVI Festival Internacional de Jazz. Kenny Garrett (saxo). Keith Brown (piano), Corcoran Holt (contrabajo), Ronald Bruner (batería) y Rudy Bird (percusión).

   Acompañado por músicos de toda confianza y reconocida solvencia artística, Kenny Garrett (Detroit, 1960), uno de los saxofonistas más destacados de su generación, se ha presentado en el escenario del Teatro Cervantes buscando sonidos ancestrales que han nutrido a la música de jazz desde que este género surgiera a finales del siglo XIX en Estados Unidos como resultado del encuentro de la tradición  europea con los sones  pan-africanos de influencias religiosas, canciones de atávico origen que se manifestaban en los campos de trabajo y hasta autóctonos melismas yorubas pre-coloniales. Su expresividad, siempre llena de frescura y espontaneidad, le ha permitido adentrarse en cada uno de los temas desarrollados con los que ha dejado  patente su rica personalidad, que ha transitado con definida naturalidad por los sonidos que van desde el blues al soul, pasado por el góspel o por la fusión de estilos generada por el smootz jazz.

   La tensión sonora de la pieza que abría la actuación tuvo el aliciente añadido de la extraordinaria intervención al piano de Keith Brown, uno de los músicos más solicitados en el panorama jazzístico actual por su adaptativa versatilidad, dominio de las formas y virtuosismo técnico, que le permite desarrollar una «prestidigitante» velocidad que sorprende por su espontánea perfección. Garrett requiere el contraste que supone esta seguridad de exposición para compensar la melodiosa simplicidad expresiva de su saxo, que deja siempre una sensación de simplicidad temática que necesita ser estimulada.

Kenny Garrett

   Fue en el tercer tema donde se pudo desfrutar de la calidad del bajista Corcoran Holt. Con un excelente punteo de enervante subdivisión, contrastó el pausado canto que Garrett obtenía de su sintetizador Jamaha modelo Motif XP8, que usaba en momentos puntuales de este pasaje, generando un ritmo interno preciso en frecuencia y determinante como sustento armónico necesario, compensando la agresiva impronta del baterista Ronald Bruner que se convirtió en el impulsor fundamental del quinteto. La asimetría que demostró éste en los entrelazados motivos del cuarto número dejó e manifiesto su expandente explosividad que llega hasta el límite del aturdimiento, carácter que desea Kenny Garrett de manera especial en los pasajes asincopados de los diferentes números y como reclamo para seducir al público en momentos en los que es inevitable la participación del auditorio, que se mostró siempre muy proclive a las indicaciones de líder para intervenir y seguir la música, complementando ese espectáculo total que se producía en el escenario.

   Como elemento que enriquecía del ámbito percusivo, fue más que sugerente la participación de Rudy Bird, músico que ha colaborado con figuras de la talla de Miles Davis o Duke Ellington. Atemperó como contraste el destacado protagonismo del batería, generando una etérea atmósfera desde sus diferentes bongos y variados elementos sónicos, teniendo una especial participación en el sexto número al protagonizar un solo de estimulante desenlace para el grupo. Kenny Garrett se apoyó en él para hacer una de las mejores enlazadas entradas del concierto, que levantó un intenso aplauso, al identificarse con la expresividad que Bird le proponía.

   Dada la perfecta integración de estos músicos, Garrett determina y a su vez confía en esos automatismos que hacen grande a este quinteto que, junto a otros artistas, se puede disfrutar en el quinto álbum que ha registrado Garrett con el sello discográfico Mack Avenue de Detroit que lleva por título Sounds from the Ancestors en el que destaca el tema It's Time to Come Home, que abre y cierra la grabación, dejando patente la lánguida y melodiosa improvisación de Garret como una de sus señas de identidad creativa más destacada envuelta en una vorágine jazzística de superlativo efecto. El público se identificó plenamente con el saxofonista hasta el punto de levantarse de los asientos con evidentes ganas de danza como muestra de la irreprimible, jubilosa y continua diversión colectiva que se desencadenó en esta penúltima jornada del Festival de Jazz de Málaga. 

Foto: Festival de Jazz de Málaga

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