CODALARIO, la Revista de Música Clásica

Críticas

Crítica: Alejandro Muñoz dirige el «Réquiem» de Verdi con la Orquesta de Córdoba

31 de enero de 2023

Crítica del Réquiem de Verdi en la temporada de la Orquesta de Córdoba, bajo la dirección de Alejandro Muñoz

«Réquiem» de Verdi con la Orquesta de Córdoba

Sobriedad y entereza

Por José Antonio Cantón
Córdoba, 26-I-2023.  Gran Teatro. Orquesta de Córdoba. (OC). Coro de Ópera de Córdoba. Solistas: Lucía Tavira (soprano), Laura Vila (contralto), Alejandro del Cerro (tenor) y David Cervera (bajo). Director: Alejandro Muñoz. Obra: Messa da Requiem de Giuseppe Verdi.

   Dentro de la idea que tiene el director titular de la OC, Carlos Domínguez- Nieto, de programar obras del gran repertorio sinfónico-coral como la Missa Solemnis de Beethoven en la pasada temporada y en la presente, el Oratorio de Navidad de J. S. Bach, tal intención ha tenido su continuidad con la famosa Misa de Réquiem de Verdi, entendido como un magistral ejemplo cuasi laico de este rito de difuntos que en 1874 el autor compuso y dedicó a la memoria del gran poeta del siglo XIX, Alessandro Manzoni, gloria nacional de Italia.

   Ante una indisposición del titular de la orquesta cordobesa, fue sustituido en el pódium por Alejandro Muñoz, violinista de la OC y director del Coro de Ópera de Córdoba, experimentado músico como instrumentista y director, que ha trabajado muy próximo al maestro Domínguez-Nieto en el montaje y preparación de esta obra que está dividida en siete partes siguiendo el texto en latín habitual de la liturgia eucarística que, por su mistérico contenido, permite que el compositor llegue a una música con una gran carga simbólica muy significativa de concepto en el fondo a la vez que austera en la forma.

   Asumiendo tal naturaleza, inició su conducción con especial serenidad, creando así el clima que necesita el oyente para adentrarse en su discurso lleno de referencias operísticas verdianas, entre las que destacó el tratamiento que infundió a las dos cantantes, que llevaba a recordar a personajes como Aida y Amneris, de modo especial a la soprano cordobesa Lucia Tavira que, sin duda, destacó por su potencia, colocación, proyección y dicción vocales generando como un contrastante sentimiento esperanzador ante el carácter luctuoso del texto. En el mismo sentido habría que entender la desesperante expresividad del tenor cántabro Alejandro del Cerro, siempre certero en sus intervenciones. Las voces graves del cuarteto solista supieron estar al nivel canoro que exige Verdi generando ese sustancial componente dramático que recuerda continuamente ese cierto carácter sombrío que se hace persistente en la obra.

Alejandro Muñoz dirige el «Réquiem» de Verdi al frente de la Orquesta de Córdoba

   Así, el maestro Alejandro Muñoz, desde el punto del efecto espiritual pretendido, daba un impulso necesario hacia una entonación naturalista del canto, mediante la minimización de la melodía estrófica y esas frecuentes simetrías musicales que hubiesen sido difíciles de eliminar en una ópera, pero que en una obra sacra se adaptan a la particularidad formal que requiere la solemnidad, en este caso, de una misa de difuntos. Podría valorarse esta actitud expresiva como lo más destacable de cómo entiende la obra este director hispalense.

   De tal modo, destacaron los pasajes del Agnus Dei, donde mantuvo un apreciable equilibrio entre el cuarteto solista vocal y el coro. Estructuró el Libera me infundiendo un apreciable sentido dramático al recitativo de la soprano y, con esforzado impulso, llevó el Dies irae a un grado trágico y amenazador haciendo que se percibieran, desde su articulada cinética naturalmente acostumbrada por su experiencia operística, esas transformaciones del pensamiento musical del compositor que empiezan translucirse en esta obra sacra y que adquirirían entidad propia y mayor potencia en las geniales óperas Otello y Falstaff con las que el gran operista alcanza un balance verdaderamente sublime de sentido y sensibilidad, a los que hay que añadir la sobriedad, la entereza y observancia del mensaje que ha reflejado la figura del este joven director que llevaba a situar su actuación en ese punto que hace bueno esa valoración que se adjudica al famoso director de orquesta del siglo XIX, Hans von Bülow, que consideraba a la Messa da Requiem como la última ópera de Verdi vestida de ropaje eclesiástico, opinión que se sigue manteniendo por algunos tratadistas.

Foto: Orquesta de Córdoba

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