CODALARIO, la Revista de Música Clásica

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Crítica: Anne Hinrichsen y Varvara con la Orquesta de Valencia

13 de marzo de 2023

Crítica de Alba María Yago Mora del concierto de Anne Hinrichsen y Varvara con la Orquesta de Valencia en el Palau de les Arts «Reina Sofía»

Anne Hinrichsen y Varvara con la Orquesta de Valencia

Un soplo de aire fresco en el Día Internacional de la Mujer


Por Alba María Yago Mora
Valencia, 8-III-2023. Palau de Les Arts «Reina Sofía». Varvara, piano. Orquesta de Valencia. Directora: Anna Hinrichsen. Obras de Milhaud, Ustvólskaya, Mundry y Poulenc. 

   El Palau de la Música celebró, el pasado 8 de marzo, un especial concierto en el que la figura de la mujer fue la protagonista. La noralemana Anna Hinrichsen fue en esta ocasión la encargada de dirigir a la Orquesta de Valencia. Lo cierto es que el repertorio escogido para esta cita resultó ser un soplo de aire fresco. La création du monde, op.81 de Milhaud fue la obra encargada de abrir este exquisito y renovador concierto. Esta obra, clasificada como un clásico moderno, fue un acierto seguro debido a su peculiaridad y a esa mezcla pionera de jazz y música clásica. Hinrichsen fue muy mesurada en su evocadora obertura, dejando que el saxofón se deslizase a través de la textura creada, y jugó con la instrumentación del ensemble, lo que pudo llevar a una sensación ocasional de enturbiamiento. Aún así, la interpretación fue excelente y valiente, con contribuciones acertadamente estridentes de clarinete solista, trompeta y percusión. El pulso lento permitió crear una perfecta atmósfera para contrastar con la fuga de jazz que le seguía, con ritmos más puntiagudos y permitiendo a los intérpretes de la agrupación valenciana un poco más de libertad expresiva, que dejaron que la música llegase a sus puntos de forma natural, a través de un ritmo infeccioso y un carácter muy extrovertido. 

   La pianista Varvara fue la encargada de seguir a Milhau con la interpretación del Concierto para piano, orquesta de cuerdas y timbales de Galina Ustvólskaya. Fue capaz de transmitirnos ese paisaje psicológico, sombrío e infernal, que podemos encontrar también en obras del que fue su maestro Shostakovich -como en su sexta sinfonía o en el segundo trío para piano-. La música se transmitió obsesiva, sobre todo en las páginas finales, con un ritmo largo-corto, que dejó entrar muy poca luz…. Pudimos conocer a una poderosa compositora, cuyo concierto parecía hablar de muy poco, aunque de forma muy contundente. Como despedida, la rusa deleitó a la audiencia con la interpretación de una de las 10 pieces pour piano op.12 de Prokofiev, en concreto la VII Prelude, donde creó una atmósfera de fantasía y fascinación en el público, tanto por la belleza de la pieza como por su mágica interpretación. 

   Calles y Sueños, de Isabel Mundry fue la encargada de abrir la segunda parte de este concierto. Debido a la posible falta de costumbre a este tipo de repertorio de nueva música, no se pudo llegar a saborear ni comprender la muy breve pieza de la alemana, en la que se alternaron ocurrentes polifonías con momentos de silencio. Por último, disfrutamos de una distinguida interpretación de la Sinfonietta de F. Poulenc, que fue, generalmente, ligera y ventosa. Hinrichsen le dio forma con una vitalidad y un fraseo sensible. La acústica del Palau de les Arts jugó esta vez a favor de la música, dándole redondez a la vigorosa interpretación de la Orquesta de Valencia, que contó con intervenciones agradablemente ordenadas y llenas de carácter. Ojalá no solo se siga programando música de mujeres en el Día Internacional de la Mujer. Ojalá que no existieran conciertos «especiales» por este día, y ojalá deje de haber esa discriminación que obliga a hacerlo. 

Foto: Live Music Valencia

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