Lamentamos tener que informar del fallecimiento en el día de ayer, a los 97 años, de la mezzosoprano checa Soňa Červená. Červená comenzó su carrera de la mano de  Jiří Voskovec y Jan Werich. «Junto a su familia, sufrió la represión del régimen y terminó exiliándose durante treinta años, convirtiéndose en una Carmen inolvidable en los mejores escenarios de todo el mundo. Regresó a su tierra natal como una gran dama de la ópera. Famosas fueron internacionalmente sus interpretaciones de obras de Leoš Janáček», explica la Radio Internacional de Praga.

   En 1962, Červená hizo su debut en los Estados Unidos en la Ópera de San Francisco en el papel principal de Carmen de Georges Bizet. Regresó casi todos los años a esta casa hasta 1971 en papeles como Anna de Les Troyens, Azucena en Il trovatore, Berta en El barbero de Sevilla, Clairon de Capriccio, Countess de Coigny de Andrea Chénier, Countess Geschwitz de Lulu, the First Norn en Götterdämmerung, Fricka en Das Rheingold, entre muchas otras. Cantó en algunas de las más importantes temporadas de ópera del mundo, como la Deutsche Oper Berlin, Ópera Estatal de Hamburgo, Glyndebourne, Ópera de Chicago, La Monnaie, Bayreuth Semperoper y Ópera Estatal de Viena .