CODALARIO, la Revista de Música Clásica

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Crítica: Lucas Macías dirige obras de Schubert y Prokófiev con la Orquesta de Córdoba

10 de mayo de 2023

Crítica de José Antonio Cantón del concierto de Lucas Macías dirigiendo obras de Schubert y Prokófiev al frente de la Orquesta de Córdoba

Lucas Macías

Magistral dirección de Schubert

Por José Antonio Cantón
Córdoba, 4-V-2023. Gran Teatro.  ORQUESTA DE CÓRDOBA. Director: LUCAS MACÍAS. Obras de Sergei Prokofiev y de Franz Schubert.

   Entre las figuras que han sido invitadas para ultimar la temporada de conciertos de abono de la Orquesta de Córdoba (OC) de la presente temporada, después de terminarse las relaciones con su anterior titular, el maestro Carlos Domínguez-Nieto, se ha contado con la participación del gran oboísta y director Lucas Macías interpretando un programa de gran atractivo por su condensación musical en su cuidada forma, integrado por la Obertura en estilo italiano en do mayor, D 591 y la Segunda Sinfonía en si bemol mayor, D 125 de Franz Schubert, y la Primera Sinfonía en re mayor, «Clásica» de Sergei Prokofiev.

   Con un planteamiento estético de sólida orientación centroeuropea, el maestro onubense se planteó la conducción de las dos obras del músico austriaco haciendo alarde de esa particular tradición que llegó a un punto referencial en la doctrina del insigne profesor y director húngaro Hans Swarovski, músico determinante en condensar la mejor técnica de dirección musical que vino a darse en el valle del Danubio a partir del advenimiento del clasicismo y que dicho maestro heredó de figuras de la batuta como Clemens Krauss, Felix Weingartner o Richard Strauss. Con un gesto que puede parecer hierático en una primera impresión, Lucas Macías clarificó cada detalle de la apacible introducción de la obertura llevándola a una espontánea afinidad con los tiempos lentos de Haydn. Le sirvió su exposición para encontrar el espacio eufónico de la orquesta, cuyos miembros progresaban en atención conforme transcurría la obra, haciendo un importante ejercicio de solícito seguimiento ante el análisis preciso que desprendía la cinética del maestro. La sombra de Rossini parecía proyectarse en el escenario sin menoscabo de la insigne personalidad de Schubert, forjador indiscutible de las esencias del mejor canto y suprema elegancia del estilo vienés.

   Con la misma aptitud condujo la sinfonía del mismo autor, notándose claramente cómo el maestro Macías tiene un elevado nivel de perfeccionamiento en las actividades físicas y mentales que implican la práctica de su cometido, hasta ese grado en el que la relación entre la información retenida en la memoria, los esquemas y patrones que marcan dicha información y la materialización de los pensamientos asociados a ella, se vuelve completamente espontánea y fluida en el resultado sonoro. Muy contados directores tienen esa cualidad que los distingue como verdaderos recreadores del lenguaje musical en todas sus consecuencias, entendido como ese arte grande que forma parte del quadrivium o cuatro vías del saber y conocimiento de los clásicos, que es tan necesario actualizar y redescubrir en nuestro días de la incipiente inteligencia artificial La detallada preparación y cuido de su imagen en el pódium se reflejaba como de vital importancia para así poder transmitir las características técnicas y expresivas de la obra que tuvo su clímax en el Presto vivace final, facilitando que la OC se acercara al virtuosismo técnico que requiere su ejecución, lo que demostraba su capacidad profesional para adaptarse a la peculiaridad de cada instrumento orquestal, sacándole el máximo partido, como ha ocurrido en este concierto. Culminaba así una recreación magistral en la manera de construir el pensamiento musical de Schubert.

   Distinto resultado se produjo en Prokofiev, dado el virtuosismo cuasi camerístico al que es sometida la orquesta en sus movimientos extremos, percibiéndose por parte de la OC una mayor coherencia discursiva en los dos tiempos centrales ante la mayor seguridad de ejecución que permiten sus compases. Las altas exigencias que se ofrecen y producen cada vez con más sentido artístico en el ejercicio musical actual por parte de las formaciones instrumentales debe ser el objetivo prioritario de la Orquesta de Córdoba, para lo cual es necesario encontrar, desde el principio de esta etapa de transición, una acertada orientación en el proceso selectivo que la lleve a dotarse de la titularidad del mejor director artístico posible.

Foto: Orquesta de Córdoba

Orquesta de Córdoba Lucas Macías