Crítica del concierto ofrecido por el conjunto Cupertinos en el Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza
Descubriendo a Diego de Bruceña
Por José Antonio Cantón
Úbeda, 6-XII-2023. Sacra Capilla de El Salvador. XXVII Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza (FeMAUB). Cupertinos. Director: Luis Toscano. Obras de Diego de Bruceña, Francisco Garro, Duarte Lobo y Giovanni Pierluigi da Palestrina.
En ese doble interés del Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza [FeMAUB] por tener los mejores intérpretes posibles y a su vez servir como muestra de los avances musicológicos más novedosos sobre música antigua de nuestra cultura occidental, ha programado un concierto donde se daban ambas inquietudes al ser protagonizado por uno de los más importantes conjuntos vocales de Portugal como es Cupertinos, liderado por su director e integrante como tenor Luis Toscano, músico de fino instinto que ha sabido encontrar el secreto interpretativo de la obra más relevante del maestro de capilla de la Catedral de Zamora durante la segunda década del siglo XVII, Diego de Bruceña (1567/71-1622), titulada Liber magnificarum, missarum et motectorum, que se tenía por desaparecida, y que en 2014 fue encontrada en un archivo de la Catedral de Miranda do Douro, incompleta y con mutilaciones. En este sentido, ha sido fundamental la acertada recuperación que ha rehecho de algunas partes el musicólogo luso José Abreu de la Universidad de Coimbra, junto a esa misma labor realizada con obras de otros dos relevantes compositores de principios del seicento polifónico ibérico como fueron Francisco Garro, maestro de la Capilla Real de Lisboa en el reinado de Felipe I de Portugal (Felipe II de España) y el portugués Duarte Lobo, maestro de capilla de la Catedral de Lisboa durante el primer tercio de siglo XVII.
El concierto tuvo su presentación con un Alleluia I de Garro a ocho voces que dejaba clara la calidad del grupo dada la complejidad de esta pieza vocal, preciosamente reconstruida por Abreu con la colaboración de Paulo Estudante, coordinador del Proyecto «Mundos e Fundos» de la Universidad de Coimbra. Llamaba la atención la alta prestancia canora del grupo, realzada por la manifiesta presencia de las sopranos a un alto nivel.
Dos responsorios de Duarte Lobo a cuatro voces sirvieron como muestra de la magnificencia de su música, especialmente el titulado Verbum caro, en el que manifestaron el efecto espacioso de su canto dada su expansiva sonoridad propiciada por las voces superiores, que motivaban al conjunto en la dicción, lo que favorecía a ese ideal equilibrio que propone Lobo entre fonema y buscado sentido litúrgico, del que es un verdadero maestro. Cupertinos lo consigue con sorprendente eficacia.
Un motete de Palestrina, Quae est ista, vigésimo tercero de su Cuarto Libro de Motetes sobre Cantares de Salomón, sirvió para mostrar la excelente adaptación del grupo a la rica y expansiva polifonía romana, demostrando una articulación ágil a la vez que incisiva, lo que favorecía la percepción de la complejidad palestriniana en entretejer líneas de canto. Esta pequeña pieza sirvió para predisponer a la escucha de la obra más significativa del programa; la Missa Quae est ista de Diego de Bruceña, sobre la que había girado la intención de su contenido. Lo más importante a resaltar es cómo José Abreu ha sabido reconstruir las partes perdidas de esta obra siguiendo una línea estilística acertada en el fondo musical y siempre bien adaptado a los textos del breviario con ese aire de rezo cantado de apreciable carácter litúrgico. Sin duda fue el momento más curioso y significativo del concierto.
Siguiendo esa costumbre ceremonial de terminar con un canto a la Virgen, la actuación concluyó con la antífona mariana a ocho voces, Alma redemptoris Mater de Duarte Lobo, con la que Cupertinos hizo gala de su fácil capacidad policoral mediante un precioso diálogo intensificado por su apremiante ritmo y acuciante anhelo, que favorecía cierta alternancia imitativa con momentos de clara homofonía antes de llegar al esplendoroso final suplicante a María como culmen de una de las actuaciones más atractivas y curiosas de la presente edición del Festival.
Foto: Jesús Delgado / FeMAUB