Crítica del concierto ofrecido por Perry So y Joaquín Riquelme con la Sinfónica de la Región de Murcia
Joaquín Riquelme, violista de raza
Por José Antonio Cantón
Murcia, 20-I-2024. Auditorio ‘Víctor Villegas’. Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia (ÖSRM). Solista: Joaquín Riquelme (viola). Director: Perry So. Obras de Ludwig van Beethoven y Hector Berlioz.
Entre los instrumentistas de mayor prestigio en España encontramos al violista nacido en Murcia, Joaquín Riquelme, miembro de pleno derecho de la Orquesta Filarmónica de Berlín desde hace catorce años y, sin duda el solista español en su instrumento de más destacada proyección. Esta consideración ha quedado más que demostrada con su interpretación de una de la obras más importantes del repertorio concertante para viola cual es Harold en Italia, op. 16 de Hector Berlioz, destacado ejemplo en el catálogo de composiciones de este músico romántico francés, verdadero pionero del arte de la orquestación moderna.
Para su interpretación ha contado con la participación del maestro hongkonés Perry So, actual director titular de la Orquesta Sinfónica de Navarra, formación a la que encandiló desde la primera invitación para ocupar su pódium. La calidad de estos músicos ha permitido un natural y espontáneo entendimiento entre ambos que se ha percibido en el resultado de la interpretación, en la que concepto y forma se han manifestado en ese paralelismo ideal al que hay que aspirar. Así se puede entender el impacto surgido en la presentación orquestal del primer movimiento y la consecuente aparición del instrumento solista reafirmando el desarrollo temático que vino a producirse en sucesivas repeticiones. El sonido de la viola resplandecía entre el de la orquesta, lo que favorecía el diálogo entre los dos elementos con el plus que significaba ser un referente a seguir por la ÖSRM. El director, con un gesto claro y diáfano, se erigía en el otro protagonista de la acción, dejando que el solista marcara las indicaciones de la partitura con cierto grado de prevalencia. Una especie de ritmo de cortejo se implantó en el segundo movimiento, que propició una proporcionada cinética en el director, claro en la marcación del espacio eufónico que le proporcionaba la orquesta, surgiendo así las mejores cualidades acústicas de la gran sala sinfónica del auditorio murciano.
Los dos movimiento finales sirvieron para poder disfrutar del cálido sonido de la viola y el buen estado de forma de la orquesta, dejando una impresión lírica en la serenata y una sensación contundente en la orgía, contrastándose sus tempi como válidas ideas compensatorias destinadas a justificar el carácter programático de esta obra. Como respuesta a los aplausos, Joaquín Riquelme quiso corresponder, acompañado por el arpa, por El cisne de Camille Saint-Saëns, penúltima pieza de su divertida suite El carnaval de los animales que tanto impacto produce siempre en el público infantil, por su calidad didáctica y original sentido humorístico. Su interpretación significó un toque de distinción como ejemplo de la dignidad artística de este músico.
Orquesta y director brillaron con la esplendente Séptima sinfonía en la menor, op. 92 de Beethoven, que ocupó la segunda parte de esta velada sinfónica, llamando la atención el riesgo que tomaba el director dada la velocidad de tempo, que llevaba a pensar que el Allegro con brio final iba a convertirse en un verdadero torbellino danzante. El férreo control de Perry So permitió que lograse una versión trepidante de este último movimiento que sirvió como colofón de una actuación en la que se pudieron admirar la cualidades del director, entre las que destaca su precisión de gesto, acierto en la disposición de la orquesta en el escenario, cuidado en la proyección del sonido y gran sentido de la comunicación, tanto hacia la orquesta como hacia la totalidad del recinto del auditorio, condiciones esenciales que hará crecer en su nueva responsabilidad a partir de otoño de este año como director titular y artístico de la Orquesta Sinfónica de New Haven, destacada ciudad del Estado de Connecticut y uno de los centros culturales más importantes del país norteamericano con la Universidad de Yale como principal estandarte.
Foto: Sinfónica de la Región de Murcia