CODALARIO, la Revista de Música Clásica

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LUIS VARELA:  'SOMOS MUY DADOS A ADMIRAR LO DE FUERA Y A RECHAZAR LO NUESTRO"

13 de mayo de 2010
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La Voz de Asturias (Martes, 12/5/10)

Luis Varela encarna al Alcalde en "Los Gavilanes" que, desde el 11 de mayo, se puede ver en el Teatro Campoamor dentro de la Temporada de Zarzuela de Oviedo.

- ¿Cuándo comenzó su relación con la zarzuela?

- Comencé a trabajar dentro del mundo de la zarzuela hace 20 años más o menos. Recuerdo que se le iba a hacer un homenaje a José Luís Alonso en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, con un montaje suyo de "La revoltosa" de Chapí, para el que me llamaron. Me hizo mucha ilusión. A partir de entonces comenzaron a llamarme para hacer más, tanto del propio Teatro de la Zarzuela como de compañías privadas. En lo que se refiere a Asturias, todos los años vengo al Teatro Campoamor de Oviedo a hacer un título como mínimo. Este año sólo participo en "Los gavilanes", pero el año que viene actuaré en tres obras: "La chulapona", "La del manojo de rosas" y "La del soto del parral". En total he llegado a hacer de 25 a 30 títulos de zarzuela diferentes. Es un género que me entusiasma y que voy alternando con mi trabajo en el teatro, cine o televisión.

- Su interpretación del personaje de  Espasa, de  "La del manojo de rosas" es el que más ha trascendido

- Sí, quizás porque Espasa es un personaje muy castizo, y yo he nacido en una corrala del barrio de Chamberí. Soy un madrileño de cuarta generación. Puede que influya llevar ese casticismo en los genes. Esa puede ser la razón por la que mi interpretación del personaje resulte acertada. He interpretado a Espasa en lugares tan diferentes como Lisboa o Santo Domingo, y siempre ha funcionado igual de bien. Y es que la zarzuela funciona en el mundo entero a niveles que desconocemos. Es un género maravilloso. Una joya musicalmente hablando.

- ¿Ha realizado un estudio del estilo castizo o su interpretación es instintiva?

- Encontrar el tono castizo del personaje de Espasa no es nada fácil. No quedan tantos actores hoy en día que puedan hacer este casticismo de manera normal. Quiero decir que es difícil conseguir que se perciba un casticismo natural y no sobreactuado. A mí me sale de manera natural, quizás porque mi padre era el más castizo de Madrid. Incluso mi hermano es de los pocos castizos que quedan.

- Se diga lo que se diga, la zarzuela sigue siendo todavía la hermana pobre de la ópera. La realidad es que un cantante cobra menos si canta zarzuela que ópera, y que a muchos directores y músicos no les gusta hacerla.

- Yo creo que esta situación es un poco culpa nuestra. Los españoles somos muy dados a admirar lo de fuera y a rechazar lo nuestro. Desde luego, la promoción que desde siempre ha tenido la ópera no la tenido la zarzuela. Quizás por eso no es un género que se conozca bien. Incluso es posible que los músicos no la conozcan lo suficiente. Parece increíble, con los grandes compositores que hemos tenido, como Arrieta, Chapí o Barbieri.

- Aunque no estamos tan mal como hace unos años

- Hay varios directores de escena, muchos de ellos incluso directores teatrales de vanguardia, que están dedicando su esfuerzo a realizar producciones de zarzuela porque les entusiasma. Cuando te introduces en este mundo te apasiona.

- ¿Cantar nunca fue un problema para usted?

- Cantar es lo que me cuesta más trabajo. Siempre he tenido buen oído y, ya desde pequeño, estudié música formalmente. De hecho, estudié hasta sexto curso de piano. Mi hermano es pianista y uno de mis hijos es compositor. El interés por la música ya venía de lejos, porque mi abuelo materno, Pablo López, era un tenor cómico de zarzuela y mi propio padre era músico. Siempre he estado rodeado de música. El piano  y la música es mi asignatura pendiente, aunque en realidad lo que a mí me hubiera gustado es ser director musical. A mí lo que de verdad me gusta es la música sinfónica.

- ¿Sigue las temporadas de conciertos?

- Sí, y tengo recuerdos de directores interesantísimos como Ataulfo Argenta. Suelo ir a conciertos aunque, por desgracia, al Teatro Real sólo he podido ir una vez, porque mi trabajo me deja muy poco tiempo.

- Hay actores del "método" y otros que no lo usan. ¿Usted de qué tipo es?

- Mi única preocupación como actor es intentar ser natural, conseguir una interpretación que resulte creíble para el público. Huyo de cualquier artificio.

- Pero un actor ¿nace o se hace?

- En cierto modo nace. Yo empecé a los 8 años, quizás por ello veo la interpretación fácil y lógica. Cuando determinados compañeros míos se meten en esos planteamientos tan profundos que les llevan a indagar en el autor y en sus problemas, yo no puedo más que admirar ese tipo de planteamientos, pero en mi caso simplemente leo el papel y lo hago, lo interpreto. Yo no me someto a esos lavados de cerebro. De cualquier manera, como sugiere un conocido dicho: "A papel sabido no hay cómico malo".

- ¿Cómo se lleva  tener que hacer reír incluso cuando lo personal no va bien?

- Se lleva mal. Yo he perdido seres queridos y he tenido que hacer reír ese mismo día. Y eso que hoy en día parece que nos hemos humanizado un poco más, y este tipo de situaciones parece que se comprenden mejor. Yo he tenido que enterrar a mi mujer y seguir haciendo Camera Café. Y además no es algo que tenga que afectar a tus compañeros o al público. Nuestro trabajo es así. Es una de las espinitas de este trabajo.

 

- ¿Es el gran drama del cómico?

- Es una de las espinitas. En esta vida incluso resulta difícil llegar a saber lo que es vida y lo que es drama. Yo soy de una generación que ha vivido tiempos muy duros. Estamos forjados a fuego y hechos a este tipo de situaciones. Ahora  todo es más fácil.

- También ocurre lo contrario, que hay problemas que se olvidan en el escenario

- Pues sí, el trabajar te ayuda para no pensar en el drama de la vida. En el escenario se nos olvida todo.

- ¿Se hizo actor por esta razón?

- Es mucho más complejo. Simplemente me gustó.

- ¿Los artistas son más sensibles que las demás personas?

- Sin lugar a dudas

- ¿Porque tienen una mayor conciencia del dolor del mundo?

- O de la alegría del mundo. También hay cosas que producen alegría, como la música. Recuerdo una frase de mi madre en ese sentido: "Si me asegurasen que al morirme podría seguir oyendo música no me importaría morirme ahora". Es una frase que me quedó para siempre. Henry Raudales dijo el otro día en un ensayo otra cosa parecida, algo así como que amaba tanto la música que la interpreta cada vez con tanto amor como si fuese el último día de su vida.

- La muerte, ese sí que es el gran drama

- Uno empieza a pensar en ella cuando ve que sus amigos desaparecen. Porque la juventud, en realidad nunca se vive, siempre se recuerda. Cuando uno es joven, cuando se tiene ese tesoro que es la juventud, no te das cuenta. Así es.

- Siempre quedará el amor como concepto inspirador. Aunque hay quien sostiene que no existe. ¿Qué piensa usted?

- Evidentemente. No es una de esas cosas que se pueda comprar con una rifa. Cuando ves a una mujer que te gusta, nadie te viene a vender el enamoramiento. Entonces ¿Por qué te viene? ¿Por qué esa persona te tiene sin dormir, deseando verla y tocarla?

- Es difícil definir conceptos como el amor

- Yo no soy un filósofo, soy un simple actor, y soy como soy. Yo creo que es una cuestión de fe. Cuando yo me he enamorado no he recapacitado tanto mi situación como para medir las consecuencias. Uno no tiene que pensarlo.

- ¿Para algunas cosas es mejor el instinto que la razón?

- Por supuesto. Yo siempre me he dejado llevar por el instinto, dentro de un orden normal de las cosas.

- Hábleme de los recuerdos que más atesora

- Recuerdo a mi madre como una persona que lo daba todo sin esperar nada a cambio. También los juegos con mis amigos de infancia. Jugábamos al rescatado, al peón... Hoy en día los niños juegan con aparatos.

- Siempre hay una cierta añoranza por determinados momentos del pasado

- A mis años ya no se añora nada, se recuerda. Yo tengo añoranza de las cosas que he perdido y que he amado.

- ¿Dónde busca usted las respuestas?

- Mi única respuesta es que la vida es así. Hay cosas que, por desgracia, no se pueden arreglar. Hay que seguir viviendo, y la vida, que es sabia, te va llevando.

- ¿Qué piensa del mundo de la política?

- Respeto todo tipo de política siempre y cuando también respeten lo que pienso yo. Porque eso de que quien no está conmigo está contra mí no lo puedo tolerar. Tú puedes tener tu punto de vista, pero no me ataques el mío.

- El teatro ya no cumple una función social tan importante como en el pasado

- Por culpa de la técnica, que ha proporcionado otros elementos de distracción como la televisión. No obstante, hay que decir que aunque en España no hay una industria tan grande como en Estados Unidos o Inglaterra. Son países que tienen una mayor industria teatral, pero esto no quiere decir que sean mejores actores que los españoles.

- Pero el teatro es poco seguido por el público

- Depende de lo que se vaya a ver. Si se va a ver un espectáculo de calidad es fácil que el teatro esté totalmente lleno. Siempre se ha dicho que el teatro está en crisis, pero se sigue haciendo teatro, y cuando la obra merece la pena, la gente acude.

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