SONGS OF PAOLO TOSTI

Francisco Corujo & Ángel Cabrera

Por Silvia Pujalte
   Las canciones de Paolo Tosti, sentimentales y con bellas melodías, encajaron perfectamente con el espíritu victoriano e hicieron fortuna en los salones de Inglaterra, donde vivió buena parte de su vida. Apoyado por Adelina Patti y Jenny Lynd, fue profesor de canto de la reina Victoria (antes lo había sido de Margarita de Saboya) y de la Royal Academy of Music a la vez que triunfaba entre el público y los editores. Muchos de los cantantes de su época incorporaron sus canciones a su repertorio y otros muchos de hoy siguen manteniendo sus canciones más célebres, que han llegado a un público más amplio que la mayoría de las canciones de concierto. El tenor Francisco Corujo, acompañado por el pianista Ángel Cabrera, se ha sumado a la larga lista de tenores intérpretes de Tosti presentando un disco con quince de sus canciones.

   La primera impresión después de escucharlo es que se trata de un Tosti diferente. A menudo las canciones más conocidas de Tosti se prestan a "alardes tenoriles", si me permiten la expresión, sobre todo cuando se interpretan con orquesta, que suele invitar a una mayor extorversión. Pues bien, este disco es diferente porque no hay alardes tenoriles. Espero que esta afirmación no disuada de escucharlo, porque aunque no haya alardes hay un buen tenor cantando con buen gusto y "diferente" no es un eufemismo por "aburrido", "soso" o "poco interesante" Al contrario, la primera impresión invita a escucharlo nuevamente. Corujo y Cabrera optan por hacer una versión camerística de estas célebres canciones (de ahí el recordatorio de sus  orígenes como parlour songs), contenida pero no exenta de pasión y capacidad de comunicar.

   El timbre de Corujo es bonito y en líneas generales homogéneo, aunque en ocasiones se advierte algún cambio de color inesperado en los agudos a media voz. La línea de canto es limpia y cuidada, las medias voces, acariciadoras, están utilizadas con elegancia y si algun pero se puede poner a la interpretación es la falta de tensión tanto en la voz como en el piano en alguna canción, y es que es difícil mantenerla en versiones que tienden a lentas cuando la lectura es introvertida; sería el caso, por ejemplo, de Donna, vorrei morir! El enfoque camerístico da muy buenos resultados; merece la pena resaltar Ideale, L'alba separa dalla luce l'ombra, Vorrei morire! (estupendo el diálogo entre cantante y pianista), Aprile o Malìa, que cierra el disco, un disco que merece la pena escuchar con atención.
   Es soprendente, y no para bien en este caso, el minimalismo del booklet del disco. A un disco de canciones que le faltan los textos de las canciones le falta algo importante; quizá en un exceso de optimismo se pensó que las canciones son suficientemente conocidas, o que los poemas no tenían la entidad de los de Goethe o Heine, pero en esta época en la que el mercado del disco no pasa por su momento no está de más mimar a los aficionados y ofrecerle una información tan básica como los textos. Sorprende, además, este descuido, cuando por otra parte la web de la discográfica, PlayClassics, ofrece la oportunidad de escuchar íntegramente sus discos. Aprovéchenla!