Según información publicada en El Periódico, la multinacional Reale habría vendido la antigua Sala Granados, situada en la avenida Tibidabo de Barcelona y proyectada en 1911 por Salvador Andreu para el propio Enrique Granados como auditorio. Según el citado medio, la Platamforma Salvemos la Sala Granados ha lamentado la venta y manifestado su sorpresa por el hecho, "pese a muchas reunidones con representantes de Reale, y también con empresarios culturales catalanes y representantes de administraciones".