La Voz de Asturias (Miércoles, 28/09/11)

El pianista español Joaquín Achúcarro protagoniza el primer concierto de la Temporada 2011-12 de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, el próximo viernes, a las 20:00 horas, en el Auditorio de Oviedo. En el programa, el "Concierto para piano y orquesta nº 2" de Chopin y el "Concierto para orquesta" de Bartók, con Jayce Ogren en la dirección musical.

- Acaba de presentar un DVD en el que interpreta "Noches en los jardines de España" de Falla, junto a la Filarmónica de Berlín y con Simon Rattle en la dirección.

- Ha sido un sueño tocar con esta orquesta que, como todo el mundo sabe, es la número uno del mundo. Esta grabación ha supuesto la culminación de un período, tras haber pasado un montón de años interpretando esta obra

- ¿Es la primera vez que trabaja con la Filarmónica de Berlín?

- No, ya había tenido la oportunidad de tocar con ellos bajo la dirección de Yehudi Menuhin. Interpretaba un concierto de Mozart. Al final, Menuhin se acercó para decirme que le había gustado mucho la cadencia que yo mismo había compuesto para el concierto de Mozart, que no se había tocado en el ensayo por falta de tiempo.

- ¿Es cierto que en su día Simon Rattle tocó para usted?

- Sí, cuando él era más joven vino a pedirme un autógrafo tras uno de mis conciertos. Después tocó para mí. Le dije que llegaría a ser muy buen pianista, pero no siguió con el piano sino con la dirección, y se ha convertido en uno de los más prestigiosos directores del mundo

- ¿Cómo han sido las sesiones de grabación?

- Duraron un solo día. Un tiempo récord: ensayo y concierto. Hay que tener presente que hablamos de una orquesta de una calidad extraordinaria. La primera vez que interpreté esta obra bajo la dirección de Rattle fue con la Orquesta de Birmingham. Entonces, Simon Rattle me dijo: "Dame una clase sobre esta obra",  salió muy bien y a él le encantó. En esta ocasión estuvimos un par de horas del día anterior echando un vistazo a la partitura y hablando sobre lo que a mí me gustaría hacer.

- ¿Quién ha impuesto su criterio?

- Como dijo Bernstein cuando acompaño a Glenn Gould, cuando el director acompaña a un solista debe someterse a él. Pero en nuestro caso no ha habido sometimiento.

- Hábleme de "Noches en los jardines de España"

- Es una obra que en su día no la pudieron clasificar como concierto, porque aunque el piano tiene mucho protagonismo, no se produce una exhibición de bombo y platillo. Incluso el final de la obra es un pianísimo. A los contemporáneos de Falla les dejó muy aturdidos. Por su parte, la orquesta acompaña con un determinado color francés, que se debe a la influencia que en Falla ejercieron compositores como Ravel o Dukas, que eran sus amigos. Los franceses empezaron a componer música española y Manuel de Falla adornó la suya con un vestido francés.

- ¿Es Falla el mejor compositor de la historia de España?

- No sé si el mejor, pero desde luego sí uno de los más grandes del siglo XX. Los músicos de la Filamónica de Berlín se quedaron a sombrados por la obra, que además tocaban por primera vez. Dijeron que era una obra maestra.

- Ya hora vuelve a Asturias para inaugurar la temporada de la OSPA

- Para mí, volver a Oviedo es como la vuelta del hijo pródigo. No tengo el dato exacto, pero creo que he sido el artista que más veces ha tocado en la Sociedad Filarmónica de Oviedo. En Asturias actué una de las primeras veces que salí a un escenario. Recuerdo la ocasión, en el Teatro Filarmónica, quizás en 1953, con Muñiz Toca al frente de la Orquesta de Cámara de Asturias. Como anécdota, recuerdo que salí de Bilbao a las siete y media de la mañana y llegué a Oviedo a las diez y media de la noche. Viajé en los ferrocarriles económicos. No había ni autobús.

- ¿Sigue usted tocando con tiritas en los dedos?

- Claro que sí. Esta mañana me he quitado algunas. Hay quien no las necesita, pero en mi caso, si no las uso, se me parten las uñas cuando toco.