
Óscar del Saz entrevista a la gran soprano española Ainhoa Arteta en Codalario
AINHOA ARTETA: «La lírica atraviesa momentos difíciles»
Una entrevista de Óscar del Saz | @oskargs
Lo primero es preguntar por la salud y por lo que está preparando en estos momentos. ¿Qué tal se encuentra y cuáles son sus próximos compromisos?
Muchas gracias por comenzar esta entrevista mostrando interés por mi salud. Afortunadamente y después de superar unos años verdaderamente complicados, estoy feliz de poder decir que estoy completamente recuperada vocalmente y con muchísimas ganas. La vida me ha dado otra oportunidad que estoy disfrutando muchísimo cada vez que piso un escenario y compruebo que mi voz vuelve a darme muchas satisfacciones que estoy disfrutando con el público. Ni te imaginas qué emocionante es comprobar la complicidad del público que tras cada concierto, recital o función de ópera, permanece en pie aplaudiendo en el patio de butacas durante minutos y mostrando su cariño y complicidad. Son sensaciones únicas que valoro ahora más que antes de lo que me ha pasado, si cabe, porque siento verdaderamente que estoy de vuelta y de nuevo mi voz me está dando muchas satisfacciones. Los compromisos más inmediatos, tras hacer este pasado mes de julio dos funciones de La Boheme en Tarragona junto a un elenco espectacular, abarcan recitales en diferentes puntos de la geografía nacional, entre ellos: Llucmajor y Castell de Bellver en Mallorca, Cambrils, Villagarcía de Arousa, Zamora, Sanabria, Albacete, Málaga junto a la Orquesta de la ciudad, Vigo…
Una vez que ha declarado que ha vuelto “a por todas”, ¿hasta cuándo tiene firmados compromisos y en qué teatros en España y fuera de España? ¿En dónde le queda debutar que quisiera hacerlo?
Gracias a Dios tengo muchos compromisos a la vista, tanto a nivel nacional como internacional, con proyectos de mucha envergadura y responsabilidad que están gestándose y que se irán haciendo público tan pronto como pueda hacerse tanto para el próximo año 2026 como siguientes. Es muy ilusionante comprobar que, verdaderamente, puedo “ir a por todas” porque me siento estupendamente y en forma, con mi voz y mi vocalidad lo que me permite poder hacer planes e hilvanar proyectos importantes tanto en España como fuera.
Si tiene menos contratos firmados de los que desearía, ¿a qué cree que es debido?
Pues mira, cuando estás atravesando una etapa tan dura como la que yo he superado sientes verdadero vértigo porque no sabes hasta qué nivel vas a poder recuperar ni cuándo. Es decir, sientes que tu carrera corre verdadero peligro. Pero cuando compruebas que, tras esos meses tan difíciles en los que incluso tienes que hacer rehabilitación, has recuperado tu voz y que estás a un nivel incluso mejor que antes, todo lo demás es un regalo de la vida. Afortunadamente, como te digo más arriba, mi agenda está llena de compromisos firmados y muchos en negociación. No me quejo, ¡ni mucho menos! Aun así, en general, es cierto que la cultura atraviesa momentos difíciles y la lírica, ¡cómo no! también. Pero no porque no tengamos nivel ni talento en España, por supuesto que no, sino porque verdaderamente no se ofrecen oportunidades con igualdad de condiciones a los valores locales en los teatros importantes de nuestro país. Lamentablemente es así…no tienes nada más que ver los repartos de los principales teatros de nuestro país y la proporción de cantantes españoles presentes en ellos. Mientras están/estamos cantando y cosechando éxitos y reconocimiento más allá de nuestras fronteras en tu propia casa no te tienen en cuenta.
¿El balance de estos 35 años de carrera los puede resumir en una frase?
Uy, qué difícil. Posiblemente diría: gracias a la vida.
Nos gustaría saber cómo se ha ido manteniendo inspirada y motivada a lo largo de su carrera
Yo creo que en esta carrera, que no es nada fácil, lo más importante y el motor fundamental para seguir adelante es que para mí cantar es mi pasión. Cantar me hace feliz. No es fácil de explicar porque son sensaciones muy personales, pero cuando sientes que eres el vehículo mediante el cual el compositor se vale para transmitir obras tan elevadas y que éstas llegan al público gracias a ti, la recompensa es inmensa. Yo no soy compositora, pero he de ser fiel al compositor, entender primero la obra, hacerla mía, estudiar el momento histórico en el que fue escrita, el contenido y significado del texto, las circunstancias en las que el autor la escribió y ser capaz de ser fiel a este contenido, verdaderamente es un compromiso de estudio, formación y de responsabilidad que cuando se logra, produce una satisfacción increíble porque se ve involucrado todo tu cuerpo y mente y, por tanto, te anima a seguir conociendo, aprendiendo y afrontando nuevos retos que también son diferentes a lo largo de tu carrera porque físicamente el cuerpo evoluciona y, en consecuencia, la voz también. Es decir, debemos estar siempre atentos a nuestro instrumento y, como bien me dijo en una ocasión el gran Alfredo Kraus; “A la voz hay que escucharla, nunca forzarla”. Por eso cada momento evolutivo lo vivo como un reto nuevo y motivador.
Para un cantante de primer nivel como Ud., ¿qué es lo más difícil de recuperar cuando hay un parón?
En mi caso el parón fue obligado y causado por una septicemia que casi me cuesta la vida y que trajo como consecuencia una lesión vocal y amputaciones en diferentes extremidades. Verdaderamente fueron meses terribles en los que la prioridad, lógicamente fue salvar la vida y después, recuperar la voz, respetando los tiempos exigidos por los especialistas. Y a partir de ahí, recuperar la voz con técnica, paciencia y constancia, sin desfallecer y sabiendo siempre que estaba en manos de los mejores especialistas. Después, confiando en Juan Carlos Sancho, mi representante artístico, fuimos abriendo puertas y demostrando que Ainhoa Arteta está de nuevo a un altísimo nivel artístico en el que se puede confiar y por el que se puede apostar.
«No se ofrecen oportunidades con igualdad de condiciones a los valores locales en los teatros importantes de nuestro país»
De los que ha cantado, ¿ha descartado algún rol definitivamente?
Evidentemente, como es natural, nuestra vocalidad va cambiando con el paso del tiempo y esto, lógicamente, se traduce en ir incorporando roles más aptos para el momento vocal y evolutivo del momento y descartando otros que ya no se ajustan a las características del instrumento. Por ejemplo, y es un paso natural en el registro soprano, cuando he sido más joven he abordado con más frecuencia roles de soprano ligera que suponían para mí cantarlos con naturalidad. En esa etapa era impensable abordar, por ejemplo, una Tosca o una Manon Lescaut, roles que actualmente, fruto de la evolución de mi voz afronto con más naturalidad y que encajan perfectamente con mi vocalidad actual en el que la voz ha ganado en carga lírica y que, incluso a nivel psicológico, reflejan mejor el momento de madurez que me permite expresar mucho más el personaje.
¿Qué nuevos papeles cree que le faltan a su voz? ¿Para cuándo una Leonora, algún Verdi más, algo de repertorio alemán, ruso, etc.?
Desde mi agencia están en negociaciones con varios importantes teatros, tanto nacionales como extranjeros y en distintos roles. Mi repertorio es extenso y tanto la ópera italiana como el repertorio francés, alemán o ruso los tengo vocalmente perfectos. Pronto habrá noticias si se llegan a los acuerdos correspondientes.
¿Le gustaría cantar más Lied u oratorio?
El lied me encanta y he tenido la inmensa fortuna de interpretar muchos recitales tanto en España como en el extranjero. He disfrutado mucho en el Musikverein de Viena, Konzerthaus de Berlín, Wiener Konzerthaus, Carnegie Hall de New York, etc. En España también he tenido ocasiones de interpretar este género en el Palau de la Música Catalana, Palau de Valencia y Sociedades Filarmónicas. En cuanto al oratorio también me apasiona y lo he interpretado también en multitud de ocasiones. En esta faceta del sinfónico coral, tengo uno de los recuerdos más impresionantes de mi carrera y fue la interpretación del Requiem de Verdi en Japón (Tokio y Fukushima) nada más finalizar mi participación en Falstaff de la Ópera de San Francisco junto a Bryn Terfel. Fue con la Filarmónica de Tokio y el coro Fujiwara, dirigidos por Nicola Luisotti junto a la "mezzosoprano" norteamericana Margaret Mezzacappa, el tenor italiano Francesco Demuro y el "gran" bajo italiano Ferruccio Furlanetto. Se trataba del Concierto en Memoria de las víctimas del terremoto de Japón y se habían programado sendas funciones en Tokio y Fukishima con la famosa y conmovedora misa de réquiem. Tokio estuvo muy bien; fue un éxito increíble, maravilloso, pero el de Fukishima fue sobrecogedor. Canté ante gente que lloraba. Fue una sensación única entrar en comunión con personas que habían pasado esos momentos tan duros y terribles. En la vida hay que decidirse y hacer las cosas y no me asustó la posible radiación. El momento que viví en Fukishima con el público llorando fue sobrecogedor, pero, cuando terminó el último acorde, la sala se quedó en total silencio durante diez segundos. Nunca había vivido eso. Fue, de verdad, una comunión de almas que traspasó fronteras y miedos. La experiencia fue tan fuerte que verdaderamente me costó volver a mi ser. Fue como tocar la mano de Dios.
¿Sigue siendo poco rentable cantar ópera por los cachés y el gran tiempo que hay que invertir?
Totalmente. Yo creo que lo que el público no sabe (y tampoco tiene por qué saber) es que cuando preparamos alguna producción de ópera debemos trasladarnos tres o cuatro semanas para ensayar, dejando nuestra casa y familia y debemos adelantar los gastos de traslado, alojamiento y de la persona que durante ese tiempo queda en casa. Y después de las funciones vuelves a casa y, según qué teatro, debes esperar un tiempo para cobrar tu caché…es así. Por otro lado también es verdad que algunas temporadas de ópera en teatros más pequeños de nuestro país se mantienen como verdaderos milagros por la falta de ayudas que reciben a pesar de lo cual sacan adelante programaciones dignas de los mejores teatros y de buenísimo nivel. Desde aquí aprovecho para hacer un llamamiento para que las administraciones competentes en cada caso asignen mayores presupuestos a esos teatros que sacan adelante temporadas de ópera con muchísimo mérito y que debemos apoyar.
¿Qué piensa sobre la necesidad de adaptarse a las tendencias modernas de la ópera, como las producciones de vanguardia o las reinterpretaciones radicales de obras clásicas de los actuales directores de escena?
Esta no es una pregunta fácil porque no podemos ni debemos generalizar. Pienso que una cosa es adaptar o actualizar versiones o visiones de obras clásicas respetando la esencia de la misma y, sobre todo, poniendo el foco en las condiciones en las que tienen que cantar los intérpretes y otra muy diferente es modificar la obra desvirtuándola hasta tal punto que pierde su esencia original porque un director de escena impone su visión de la obra por encima del resto de elementos a tener en cuenta. Es decir, se puede y se debe ser moderno (aunque no es obligatorio) pero no a cualquier precio porque se corre el riesgo (y está sucediendo) de destrozar obras que son auténticas maravillas de repertorio que pasan a ser auténticos bodrios como fruto de haber dado demasiado poder a quien tiene un conocimiento muy limitado de las necesidades físicas y técnicas de las voces y de la estética.
En el pasado cercano, ¿cree que su imagen pública/profesional ha estado deformada en algún momento por la llamada “prensa del corazón” o el “morbo mediático”?
Juan Carlos Sancho, mi agente, me contó que él había conocido a María Callas por la revista en blanco y negro Garbo que compraba su madre. En aquel tiempo para salir en una revista de ese tipo debías tener mérito reconocido. Su idea iba encaminada a que cuando un artista tiene calidad, para poder llenar los teatros debe conocerlo “toda Roma”. Por otra parte, los primeros años de mi carrera transcurrieron en Estados Unidos y en ese país la fama no se la regalan a nadie. Esa ha sido siempre nuestra línea fundamental, ceñirnos a los logros artísticos. Lo que ocurre es que los aficionados y el público en general, también quieren saber de la vida personal de sus artistas preferidos. Es ahí donde hay que ser cuidadosos y no cruzar el límite. Por mi parte siempre he procurado mostrarme tal cual soy y creo que la gente en general me aprecia por ser natural.
¿Cómo responde a las críticas que sugieren que su carrera pueda estar en declive o que Ud. ya ha alcanzado su nivel máximo como cantante?
A las críticas hay que darles una credibilidad relativa porque si por ellas fuera yo ya habría terminado mi carrera hace más de veinte años y aquí me tienes. Es muy diferente cuando una crítica se hace desde el conocimiento de la profesión y de las peculiaridades de la voz, aportando comentarios, matices, información y apreciaciones válidas y constructivas y cuando esa crítica está escrita por personas que no han cantado nunca o simplemente se hacen desde desconocimiento. También te digo que nosotros somos los críticos más exigentes con nosotros mismos. Aun sabiendo que en un recital, concierto o función de ópera hemos cantado muy bien, siempre nos encontramos un “pero”, algo mejorable y que nos autoexige estar buscando la excelencia constantemente tanto por el público como por nosotros mismos.
¿Le ha ayudado o valido la pena como artista participar en programas de televisión de gran audiencia, o sólo desde el punto de vista personal?
Siempre que estos programas sean respetuosos y contribuyan a acercar mi actividad profesional al gran público, me parece que merece la pena. Créeme si te digo que muchas veces han venido a saludarme después de un recital personas, incluso niños, que me han visto primero en algún programa de televisión en los que he despertado la curiosidad de escuchar lírica en directo. Creo que programas como Prodigios, por ejemplo, que persiguen el desarrollo de talentos artísticos en niños y jóvenes deberían estar más presentes en televisión porque tienen una carga de valores y cultura muy beneficiosas.
¿Cómo gestiona a su favor los balances adecuados entre Espíritu – Cuerpo – Mente – Voz - Técnica?
Afortunadamente, en mi etapa de formación en Nueva York tuve la oportunidad de formarme en el Actors Studio, lo que me aportó muchas herramientas para poder ser una artista integral tanto a nivel vocal como interpretativo. Una cantante de ópera es una actriz que canta o una cantante que actúa. Es decir, ese equilibrio es fundamental para transmitir tu rol no solamente con una técnica vocal correcta y sólida, sino que debe estar a la vez, a la altura a nivel escénico e interpretativo. Si no es así, aunque poseas una técnica vocal impecable, el personaje no es creíble y no convence.
¿Cómo trabaja -o diseña- la interpretación y la expresión emocional de una obra para lograr mantener a la vez un control técnico preciso?
En primer lugar, realizo un acercamiento al personaje estudiando sus características bien históricas, emocionales, geográficas o culturales para conocer al máximo los factores que influyen en el personaje y cómo van evolucionando a través de la obra. Por ejemplo, no evoluciona igual el personaje de Cio-Co-San de Butterfly, que el de Elisabetta en Don Carlo o Mimi en La Boheme. Y, como he dicho anteriormente, es fundamental tener una buena base en formación actoral que nos permita expresar en cada uno de ellos lo deseado por el compositor en cada caso, poniendo a su servicio la técnica y expresión emocional sin comprometer el resultado artístico.
A nivel mundial, ¿qué opina del estado de excelencia actual de la cuerda de sopranos?
Si se me permite no citar nombres concretos creo que el momento actual es muy bueno porque hemos heredado la técnica y los aprendizajes de toda una generación que nos ha precedido ofreciéndonos una base sólida de formación. Pero a su vez veo un peligro a no muy largo plazo en el hecho de utilizar microfonía con el fin de facilitar la difusión de las producciones operísticas en las transmisiones de vídeo o via streaming. Es decir, primar la imagen que ofrece una/un cantante por encima de su técnica (falseándola con recursos técnicos) sí que creo que, verdaderamente, pone en riesgo la excelencia y la “verdad” de nuestra profesión.
¿En qué continente cree que se hace mejor ópera? ¿Sigue siendo Europa la “reina” de la ópera?
Creo que el fenómeno de la globalización también se produce en la ópera como en el resto de manifestaciones culturales, pudiendo contemplar y disfrutar en cualquier parte del mundo y en teatros maravillosos cualquier producción operística que actualmente no encuentra fronteras para su puesta en escena.
¿Tiene como objetivo artístico la mayor longevidad vocal que pueda tener?
En esta profesión es muy difícil tener carreras longevas si no posees una buena técnica y conoces muy bien tu instrumento. Como he mencionado más arriba, es fundamental conocer tu vocalidad y el momento en el que te encuentras. Nuestra carrera muchas veces se construye más a base de “noes” más que de “síes” porque aceptar roles que no son los adecuados para tu voz, puede ocasionar el final prematuro de tu carrera. En mi caso, afortunadamente y gracias a una sólida técnica vocal, puedo decir que disfruto cantando y que mientras el nivel que ofrezca sea elevado, seguiré cantando hasta que Dios quiera. Aunque, como he dicho también en alguna ocasión, no pretendo morir encima de un escenario. Contemplaré el retiro cuando considere que ha llegado el momento, pero no tengo prisa.
¿Ha visto o vivido cosas muy crueles en el mundo de la ópera?
Sin ir más lejos me parece muy cruel que tengamos en nuestro país toda una generación de cantantes que están viendo sus carreras comprometidas por falta de trabajo y de oportunidades cuando están, no solamente preparados, sino preparadísimos para defender roles a un altísimo nivel y que por falta de oportunidades de los teatros se están viendo obligados a aceptar roles y trabajos que están por debajo de su preparación y formación. Incluso compañeros que se están planteando abandonar la profesión Eso es cruel e injusto cuando, además, sabes que, en otros países, está regulado por ley la necesidad de contratar a un porcentaje de cantantes locales que posean la calidad exigida para los diferentes roles.
¿En qué ocupa su tiempo libre? ¿Algún pasatiempo reseñable?
Mucho tiempo libre la verdad es que no tengo, pero me encanta la historia: leer libros de historia, ver documentales fieles, bien hechos y que me aporten, me encanta.
¿Está interesada en impartir clases magistrales?
Por supuesto, de hecho, te tenido alguna experiencia como docente en la que me he sentido muy bien. Creo que tengo muchas cosas que transmitir a las futuras generaciones tanto a nivel vocal como escénico y artístico en general. Creo que enseñando se aprende y que en nuestra carrera siempre debemos estar abiertos a seguir nuestra formación y aprendizaje.
«Me parece muy cruel que tengamos en nuestro país toda una generación de cantantes que están viendo sus carreras comprometidas por falta de trabajo y de oportunidades cuando están, no solamente preparados, sino preparadísimos para defender roles a un altísimo nivel»