El tenor español Antonio Gandía, entrevistado por Aurelio M. Seco para la portada de Codalario de septiembre de 2025
ANTONIO GANDÍA, tenor: «Pediría que se den más oportunidades a los artistas españoles, porque nos lo merecemos»
Una entrevista de Aurelio M. Seco | @AurelioSeco
«Reivindicar la técnica del canto» ha sido el rótulo que hemos elegido para acompañar a la entrevista de portada de este mes de septiembre de 2025 en CODALARIO, protagonizada por el gran tenor español Antonio Gandía. Un rótulo que es importante reivindicar, con el propio Gandía como ejemplo virtuoso, en un contexto operístico y de zarzuela en el que la técnica del canto parece estar olvidándose. Técnica pero no técnicas, pues como bien afirma el propio Gandía, que estudió con uno de los más destacados artistas que han existido, el gran Alfredo Kraus, sólo existe una. Gandía es depositario, para quien esto escribe, de una sabiduria autogórica y un potencial alegórico de enorme valor, de una manera de cantar universal y moderna, de todas las épocas, emotiva y trascendente. La carrera de Antono Gandía, brillante desde la humildad de sus inicios, es hoy la de un cantante de gran clase, poseedor de un arte pulcro, sabio y magnético al que queremos rendir homenaje.
¿Cómo empezó su formación?
En Crevillente. Yo he cantado siempre; con 5 años, en los coros de mi pueblo. He sido tejedor y albañil con mi padre y, cuando era pequeño, empecé a dar... como una especie de «gritos» y, mi madre, en el 93, me dijo: «Podrías ensayar el Ave María de Gounod y cantársela a tu hermana». Estuve 5 meses estudiando aquel Ave María, que al final canté a mi hermana. Mi primer aria fue «Una furtiva lágrima» de El elixir de amor de Donizetti, pero no pasaba de la primera hoja porque me cansaba. Empecé a estudiar solfeo en Crevillente y despues con Ana Luisa Chova en el conservatorio de Valencia y, cuando vi que necesitaba evolucionar más, me dije: «Si tengo que ser alguien grande tengo que estudiar con el más grande», así que en febrero del 98 hice las pruebas en el Conservatorio Reina Sofía y el propio Alfredo Kraus me admitió. Paloma O'shea me becó con 3 millones de pesetas. Recuerdo que mi madre dijo que si me enseñaban el Ave María ella podria dejar de trabajar… Quién me iba a decir que tres años despues fallecería Alfredo Kraus, en septiembre del 99, año en el que gané el Concurso Alfredo Kraus y, al año siguiente, debuté en el Teatro Real haciendo El caballero de la rosa. Llevo 25 años de carrera y, estudiar con el más grande es mi espejo donde reflejarme, en la técnica, en todo. Yo siempre que aprendo una ópera, ya sea Rigoletto u otra, escucho mucho a Alfredo Kraus, que me transmite la técnica….
Ha trabajado mucho para llegar a donde está ahora.
Yo vengo de donde vengo. Me ha costado mucho llegar a dónde estoy y mucha gente cree que me lo han regalado.
«Kraus es el espejo dónde reflejarme»
«Me ha costado mucho llegar a dónde estoy y mucha gente cree que me lo han regalado»
¿Cómo era Kraus?
Muy serio en su trabajo, muy cariñoso y respetuoso y una gran persona. Un hombre humilde también. Recuerdo algunos ratos con él contando chistes. Cuando te reñía en la clase se disculpaba y decía «es que así aprendes». Era muy grande y un hombre muy enamorado de su mujer. Nos decía en la escuela, «ya no tiene sentido vivir. Mi mujer ya no está. Lo único que me mantiene sois mis alumnos».
Ya sabe que hay quien le achacaba frialdad.
No. Kraus era muy cercano a la gente, en absoluto frío como decían algunos. Se lo digo yo, que he estado cantando en su casa con él.
Es famoso el vídeo suyo, cuando era estudiante e Ileana Cotrubas le dio una clase magistral en la Escuela Reina Sofía. No se portó muy bien Cotrubas…
Sí, yo mismo extraje ese vídeo de la televisión. Alfredo Kraus venía de hacer un concierto. Yo me había divorciado y estaba un poco confundido, como en otro mundo, y esta señora empezó a criticarme a mí y a la escuela y decir: «¿qué os enseñan aquí? Yo he venido para dar una clase magistral pero no para empezar de cero». Cuando escuchó esto Alfredo Kraus, que estaba escondido tras las cortinas, salió y, cuando Cotrubas lo vio dijo: «Maestro sálvame». La habían pillado. Al final salió todo muy bien.
¿Tiene miedo de que alguien pueda decir que usted copia a Alfredo Kraus?
¿Copiar? No, yo no copio a Kraus: hago lo que él me enseñó. Aunque me marcó mucho, tenga usted en cuenta que yo estudié con el maestro Kraus únicamente en el curso 98-99. Son 23 cintas que guardo como oro en paño, con otras 23 clases. Eso es lo único que hice con él. Yo tengo grabaciones de antes de estudiar con Kraus y ya cantaba así el Wherter o Romeo y Julieta. Después de sus enseñanzas, en realidad yo estoy haciendo carrera solo
¿Y qué aprendió con Kraus?
La colocación de la voz. Después, en lo que se refiere a a respirar lo he hecho yo, buscándome la vida. Él me enseño dónde va la voz, cómo se proyecta, las vocalizaciones… También preparé con él unas arias de ópera. Fueron 23 las clases, y el resto es escuchar las cintas de nuevo una y otra vez, porque cuando pongo la grabación cada vez coges más cosas.
«No, yo no copio a Kraus: hago lo que él me enseñó»
«Se está perdiendo poco a poco la técnica antigua de proyección en máscara»
¿Qué es lo más importante para un cantante?
Sobre todo la técnica aplicada a la partitura y la respiración. Lo primero es aprender a respirar. Cantar es fácil pero lo difícil es cantar bien.
¿Cómo se debe respirar?
Haciendo la repiración intercostal diafragmática. Yo todos los días me levanto de la cama, me doy una ducha y en seguida me pongo a realizar mis ejercicios de respiracion: inspiración, mantener y espiración. Unos 8 minutos, y después otro tipo de respiración, y esas respiraciones me las enseñé yo mismo a través del trabajo de un fisioterapeuta de respiración. Quien sabe respirar sabe cantar.
Se está perdiendo la técnica del «canto lírico», el canto sin amplificación.
Hay una deficiencia técnica. Se está perdiendo poco a poco la técnica antigua de proyección en máscara. Sí, se está perdiendo, aunque todavía quedan cantantes que han aprendido con los antiguos. Es un conocimiento que, si no se enseña, se perderá.
¿Hay técnica de canto o técnicas de canto?
Es que técnica solo hay una: inspiración y cantar en máscara para que se produzca la proyección de voz. Muchos dicen «es que cada uno tiene su técnica», que no es más que una forma de decir que cada uno tiene su forma de cantar, pero técnica sólo hay una. Sólo hay una forma de hacerlo bien….
«Lo más importante para un cantante es la técnica aplicada a la partitura y la respiración»
«Quien sabe respirar sabe cantar»
¿Cómo plantea su carrera?
Todos los días me levanto y vocalizo para estar preparado para cuando alguien me llame. Durante unos años hubo ausencia de trabajo, pero a raiz de la ayuda de Mikeldi Atxalandabaso y el trabajo de un agencia alemana, con la que estoy ahora, estoy empezando otra vez a cantar bastante. Ha sido un cambio importante. De no tener nada he pasado a tener algo de trabajo.
Es sorprendente que un cantante tan valioso como usted haya pasado por esto.
Ahora estoy despegando tras 25 años de trabajo. Vengo de hacer Marina en Oviedo, cantar Bohème en Tarragona y hacer dos conciertos con Plácido Domingo, que siempre se ha portado muy bien conmigo. Yo estuve en Operalia en 2001 y en 2004 su esposa me llamó tras mi debut haciendo Doña Francisquita en el Teatro de la Zarzuela. Doña Marta me llevó a debutar Luisa Fernanda, que hice en la Ópera de Washington y, en 2007, en la Ópera de Los Ángeles, ademas de Gianni Schicchi, Don Pasquale tambien en Washington y Thais de Massenet en Sevilla. Ahora he vuelto a cantar junto a él y me ha dicho que quiere colaborar más conmigo.
¿Se cantaba mejor antes o ahora?
Creo que técnicamente estamos mejor ahora. En realidad es una pregunta difícil de contestar porque, por ejemplo, los más grandes del pasado a veces tenían carencias técnicas. Lauri Volpi, por ejemplo, estuvo casado con la cantante alicantina María Ros, que es la que le enseño a cantar como Dios manda, porque su voz antes de sus enseñanzas era caprina. María Ros le dio clase y le enseñó a cantar. En Novelda había un amigo de Volpi, Manuel Torregrosa, que me hizo llegar una cinta donde se puede ver el antes y después de la voz de Volpi. Tras aprender con María Ros su voz era impresionante. Aureliano Pertile, por ejemplo, era el espejo de Kraus. En Martha, de Flotow, Kraus toma a Pertile como modelo y hace el personaje igual. Y Pertile también es muy bueno tecnicamente. Me refiero a la voz en máscara bien puesta. Hay pocos que tengan la técnica antigua.
«Técnica sólo hay una: inspiración y cantar en máscara para que se produzca la proyección de voz»
«En Martha, de Flotow, Kraus toma a Pertile como modelo»
Es importante la acústica del teatro. ¿En cuáles se ha sentido más cómodo?
En todos los teatros españoles me he sentido cómodo. Siempre hay que buscar una posición donde te puedas escuchar. En el Teatro de la Zarzuela, por ejemplo, hay un punto donde no te escuchas nada, y te pones en otro sitio y ya te escuchas y no fuerzas. Lo peor es forzar. Si fuerzas te vas quedando sin voz. En el Teatro Campoamor se canta muy a gusto. He cantado en multitud de teatros y salas por todo el mundo: China, Japón, La Scala, Florencia, Roma, Nápoles….
¿En qué momento vocal está?
Estoy cambiando el repertorio. Voy a debutar Andrea Chenier en Chile el año que viene. Estoy cambiando el repertorio: he debutado la Boheme… Mi repertorio antes era La hija del regimiento, Favorita, Rigoletto, y ahora como la voz se ha hecho más ancha y más potente, puedo afrontar Andrea Chenier, Tosca, Bohème… Me siento cómodo en ese repertorio que estoy poco a poco abriendo.
También debutará en Jugar con fuego, de Barbieri.
Sí, en el teatro de la zarzuela. Precisamente en un mes me voy a Perú, para hacer el 8 de octubre La tabernera del puerto, en Lima. También cantaré en Polonia.
¿Qué le pide a un director de orquesta?
Es muy importante respirar con los cantantes. Yo por ejemplo con Óliver Díaz me siento muy cómodo. Me emociona cantar con Óliver Díaz porque me lleva con él. También con el maestro Miquel Ortega, con quien siempre me he sentido muy arropado. Son buenos maestros, de los que hacen que no te bajes, que estés en tensión. Eso te ayuda a respirar. Son maestros que cuando dirigen, con sus gestos te sirven de guía, que es lo que tú como cantante quieres.
Mantiene usted la frescura de su voz.
Sí. Plácido Domingo que me dijo el otro día que mi voz estaba fresca como si tuviera 30 años y ahora tengo 55. Antes las óperas te las aprendías más rápido, eso sí, pero hago todos los días ejercicios de técnica y me mantengo, al igual que mi padre, que es tenor aficionado y sigue teniendo la misma voz de siempre, e incluso gira la voz sin haber estudiado canto.
Hace años unos expertos pusieron a Lauri Volpi como el más importante tenor de la historia.
Lauri Volpi le pedia consejos a Alfredo Kraus. Es más grande Kraus, por la forma de cantar, de ser, de interpretar, porque cuando cantaba había una gama de colores..., como un pintor. No pintaba en blanco y negro, como algunos.
«María Ros fue quien enseñó a cantar bien a Lauri-Volpi»
«Lo peor es forzar. Si fuerzas te vas quedando sin voz»
¿Que le pediría a Ernest Urtasun, ministro de cultura?
Que se den más oportunidades a los artistas españoles, porque nos lo merecemos, porque hay mucha gente que está en su casa sin cantar y se está trayendo a gente fuera pagándole millonadas. Pero en España hay cantantes que valen mucho.
Usted usa el dispositivo BIOW, ¿cómo le sienta?
Yo lo uso y me viene bien. Yo lo que noto es que me da mucha energía. Estoy 15 minutos con él y es como recargarte de energía, y cuando estoy constipado me limpia la mucosidad. Ademas desinfecta. He tenido un dedo del pie infectado y me lo ha quitado sin hacer nada. A mi mujer le ha picado una abeja, se puso en la máquina y le quitó la inflamación. Para dormir va muy bien. Es para todo.
«Estoy cambiando el repertorio. Voy a debutar Andrea Chenier en Chile el año que viene»
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