CODALARIO, la Revista de Música Clásica
Está viendo:

Libro: «Baldassare Galuppi. Il buranello» de Josep Pascual i Triay

  • Comparte en Facebook
  • Comparte en Twitter
  • txcomparte_whatsapp
Autor: Dani Cortés Gil
19 de diciembre de 2023

Crítica del libro Baldassare Galuppi. . Il buranello de Josep Pascual i Triay, publicado por la Editorial Arpegio. Aparece en español una de las poquísimas monografías sobre el  compositor veneciano Baldassare Galuppi

Crítica del libro «Baldassare Galuppi. Il brandello» de Josep Pascual i Triay

Un pionero olvidado

Por Dani Cortés Gil
«Il Bruranello». Una aproximación a la vida y la obra de Baldassare Galuppi. Josep Pascual i Triay. Editorial Arpegio. Editorial Arpegio. Sant Cugat del Vallés, 2023. 150 págs.  ISBN: 978-84-15798-71-2

   Después de leer el volumen de Josep Pascual i Triay dedicado a Galuppi, uno tiene la sensación de que la historia es injusta. La premisa de que el olvido se asienta en la nula o relativa relevancia de algunos nombres y su arte es totalmente errónea para alguien que quisiera tener una visión realista de la historia de la música, excesivamente encasillada en cajones etiquetados y que acostumbran a dejar fuera autores que por su innovación parecen quedar descartados, en una especie de inexplicable limbo. Galuppi es uno de estos olvidados.

   Hay que agradecer que la Editorial Arpegio haya apostado por iluminar la rareza; mejor dicho: la peculiaridad y la innovación de Galuppi. Y además, con sumo mimo, con ilustraciones a color, por primera vez en el catálogo de la pequeña pero estimulante editorial, como nos explica en el prólogo del libro Albert Ferrer Flamarich.

   El incansable musicógrafo catalán, un nombre en la sombra que ha propiciado e insistido en la publicación de varios volúmenes musicológicos que han visto la luz en los últimos tiempos, ya nos presenta a Galuppi como un compositor entre dos épocas, el Barroco y el Clasicismo (y hasta anticipando el Romanticismo), con un lenguaje internacional e innovador que consiguió el éxito en vida en las cortes más destacadas, desde Madrid a San Petersburgo. Un precursor de los cuartetos de Haydn, de las sonatas al pianoforte del Clasicismo, de los elaborados finales mozartianos de la trilogía Da Ponte.

   El preludio del libro y de la afición del Pascual i Triay por Galuppi hay que buscarlos en un viaje que éste realizó a Venecia  en 2007. El autor se define como un apasionado amante de la ciudad y especialmente de la isla de Burano, de donde era originario Galuppi. El duodécimo capítulo del libro se titula precisamente «Venecia, siempre Venecia». 

   La efigie de Galuppi preside la plaza principal de Burano, pero el compositor es un desconocido tanto para venecianos como para extranjeros, a pesar de los centenarios de 1985 (doscientos años de la muerte) o 2006 (trescientos años del nacimiento) y algunos tímidos intentos en forma de conferencias, publicaciones, etc.

   El primer escollo al que se ha tenido que enfrentar Pascual i Triay ha sido la escasez de datos biográficos sobre Galuppi, especialmente sobre su infancia y juventud, además de los mínimos estudios sobre su obra. Solo de óperas llegó a componer un centenar, veintidós de las cuales sobre libretos de Goldoni. En la tipología bufa (y más especialmente, la semiseria) es donde encontramos los ejemplos más destacados de su producción. El autor dedica el cuarto capítulo al género operístico galuppiano, pero el lector, tras su lectura, esperaría mayor profundidad en las obras más importantes, de las que solo se destaca La diavolessa (1775), «drama giocoso per musica» ideado por Goldoni (bajo el pseudónimo de Polinesso Fegeio). Sí, la semilla del Don Giovanni (1787) de Mozart-Da Ponte, subtitulado de idéntica forma, ya la encontramos en la obra de Galuppi, con su alternancia entre lo trágico y lo cómico, la mezcla entre lo noble y lo popular, así como una claridad melódica que llamaríamos sin dudarlo «mozartiana».

   El siguiente capítulo de la monografía, el quinto, está dedicada a la producción sacra de Galuppi, menos conocida que sus óperas, pero de mayor dedicación. El compositor, como su casi coetáneo Vivaldi, estuvo unido estrechamente a diferentes congregaciones religiosas, especialmente  al Ospedale dei Mendicanti. De entre todos los ejemplos, el autor destaca el oratorio Jahel (1747), de igual forma que la Juditha triunphans (1716) se destaca en la producción del pretre rosso y con la que comparte no pocas  similitudes. 

   Otro capítulo importante del libro es el noveno, dedicado a la producción de música instrumental, donde se nos presenta a Galuppi como un antecedente de la (primera) escuela de Viena, absorbiendo la psicología operística como base del contraste temático de la forma sonata, además de un mayor interés en la variedad y las indicaciones de dinámica. 

   Sigue Pascual i Triay el recorrido galuppiano por el continente europeo, parejo a la expansión de su propia obra entre las cortes más exigentes. Si en el capítulo cuarto encontramos a Galuppi en Londres compitiendo contra Händel en Haymarket, en el séptimo Galuppi triunfa en Viena con su ópera Artaserse (1749), mientras que Farinelli da a conocer su obra en la corte española del insomne Felipe V y de su hijo y sucesor Fernando VI, o en Francia Rousseau lo alza como uno de los estandartes de la música italiana en la Querelle des Bouffons. 

   Galuppi, como muchos otros compositores de la época, también se sintió atraído por la «Venecia del Norte», aquel San Petersburgo de Catalina II, que en su obsesiva francofilia, se empeñó en crear un nuevo Versalles cerca de las gélidas aguas del Volga. A esta aventura rusa está dedicado el octavo capítulo del libro. En este lapso de tres años (1765-1768), el compositor, además de proporcionar óperas para el teatro de la corte (entonces Teatro del Hermitage) y música instrumental, también llegó a componer música ortodoxa, obviamente en ruso.

   La lectura del libro es amena, con capítulos cortos, temáticos, escritos con una letra espaciosa  acompañada por ilustraciones mayormente en color. Quizás el autor peca de una sobreabundancia de citas, algunas de ellas intrascendentes, o olvida el análisis musicológico más pormenorizado de las obras más importantes del Buranello. También se echa de menos alguna guía discográfica, por sucinta que sea, para introducirse en las bellezas del catálogo del Galuppi, sorprendentemente más grabado de lo que uno se podría suponer.

   Pero estos aspectos no empañan de ninguna manera una obra apasionada  y que cumple su empeño de despertar en el lector el interés por descubrir la obra de éste compositor peculiar, injustamente abandonado en la cuneta de la historia.

  • Comparte en Facebook
  • Comparte en Twitter
  • txcomparte_whatsapp

Compartir

<< volver

Búsqueda en los contenidos de la web

Buscador

Newsletter

Darse alta y baja en el boletín electrónico