Crítica: Belén Vaquero y Pérgamo Ensemble en el Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco

Recuperando patrimonio perdido

Por José Antonio Cantón
Vélez Blanco (Almería), 23-VII-2025. Iglesia del Convento de San Luis. XXIV Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Banco. BELÉN VAQUERO & PERGAMO ENSEMBLE. Solista: Belén Vaquero (soprano). Guadalupe del Moral (violín barroco), Daniel Ramírez (oboe barroco), Guillermo Turina (violonchelo barroco) y Eva del Campo (clave). Obras de Antonio Literes, José de Torres y José de Nebra.

   Con un marcado afán de recuperar patrimonio musical perdido, en este caso por el incendio del Alcázar de Madrid ocurrido el año 1734, el grupo instrumental Pérgamo Ensemble ha organizado un programa bajo el título La memoria en donde ardía, extraído de un verso perteneciente a uno de los más famosos sonetos de Francisco de Quevedo conocido por Amor constante más allá de la muerte, cuyo espíritu, llevado a un ámbito musical, ha animado la integración de las obras de este concierto con el que se ha presentado esta agrupación instrumental en la presente edición del cada año más importante Festival velezano.

   Tres destacados autores de los siglos XVII y XVIII han ocupado su contenido, iniciándose con la arieta Fuego encendido de la cantata profana Los Elementos que el mallorquín Antonio de Literes estrenó en 1705 con motivo de la celebración del cumpleaños de la esposa del Duque de Medina Sidonia. El ajuste vocal a las características acústicas del templo resultó ser el más destacado factor a tener en cuenta ante la viveza rítmica que se impone en esta pieza que resultó a su vez muy acertadamente conjuntada instrumentalmente, con una destacada función aglutinadora del violonchelista Guillermo Turina enriquecida desde el clave por Eva del Campo. Del mismo autor, la cantante Belén Vaquero se lució con la estimulante cantata sacra Atalaya divina ofreciendo seguridad en sus agilidades de articulación de manera especial en su última aria.

   Dos obras del organista de la Capilla Real Española José de Torres ocuparon lo que podría entenderse como la segunda parte del concierto; en primer lugar una versión instrumental de su famosa Batalla en Do para órgano español de teclado partido, que se constituyó nuevamente en un ejemplo del buen entendimiento de los músicos, y en segundo lugar la cantada Bosques Umbrosos, una de las obras más significativas del programa por la gran difusión que alcanzó este maestro de capilla y editor madrileño en toda Europa, cuyo repertorio llegó formar parte con hasta doce cantatas del Manuscrito de Mackworth de Cantatas Españolas conservado en la Universidad de Cardiff entre las que se encuentra ésta en sexto lugar. Del equilibrio alcanzado en sus distintos movimientos, destacó el Grave con el que termina esta preciosa pieza, destacando la estabilización vocal que alcanzó la cantante orensana, lo que favoreció que ofreciera uno de los momentos más bellos de su actuación.

   Tres creaciones del aragonés José de Nebra, las dos últimas recuperadas para nuestra época, completaron el programa del concierto, empezando por una adaptación instrumental de la obertura de su zarzuela Iphigenia en Tracia que se presentó en Madrid el año 1747, seguida por el aria dedicada al sagrado nombre de María, Grave en mi pecho, tu nombre santo, para terminar con la cantada al Altísimo, Cuando el maná llovía, con la que los intérpretes dejaron una sentida muestra del estilo sacro italiano que con tan singular personalidad dominaba el compositor nacido en Calatayud, que lo llevó a situarse como una de las grandes figuras de la música española de las décadas centrales el siglo XVIII con plena autoridad y reconocimiento artísticos. Belén Vaquero & Pérgamo Ensemble justificaban sobradamente con este programa la obtención del Premio de la Asociación de Festivales de Música Clásica (FestClásica) del presente año 2025, que ha de representar un positivo impulso a la trayectoria artística tanto de la cantante como la de este grupo instrumental, como ha quedado demostrado con la excelente acogida del público del Festival.

Foto: Antonio Giménez