CODALARIO, la Revista de Música Clásica
Está viendo:

Crítica: Dúo Sparus Aurata, Jorge Enrique García Ortega y Sandra Massa Santos en el Festival de Música Andrés de Vandelvira.

  • Comparte en Facebook
  • Comparte en Twitter
  • txcomparte_whatsapp
Autor: José Antonio Cantón
21 de noviembre de 2021

Crítica del concierto protagonizado por el Dúo Sparus Aurata, el contratenor Jorge Enrique García Ortega y la organista Sandra Massa Santos en el Festival de Música Antigua Andrés de Vandelvira.

Dúo Sparus Aurata

Esencial elogio del motete

Por José Antonio Cantón
Jaén, Santiago de Calatrava. 14-XI-2021. Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Estrella. XVII Festival de Música Antigua «andrés de Vandelvira». Dúo Sparus Aurata. Contratenor: Jorge Enrique García Ortega. Órgano: Sandra Massa Santos. Obras: Piezas de “canto al órgano” en el Santo Reino de Jaén de los siglo XVI y XVII.

   Ya desde el año 1657 se tienen noticias, a través de un inventario de la Capilla Musical de la seo jienense, de la existencia de un catálogo de obras corales polifónicas e instrumentales de los mejores compositores de toda Europa para su uso en actos de culto, hecho que ha sido constatado por el estudio de clasificación realizado por el catedrático de musicología de la Universidad de Jaén, Javier Marín López, a la sazón director de este Festival, bajo el título de Iberian Early Music Studios 1: New perspectives on Early Music in Spain

   El dúo Sparus Aurata ha acudido a tal trabajo para hacer una selección de obras que tienen una simplificada adaptación para voz solista y órgano positivo y, de tal modo, agilizar su interpretación, pudiendo así gozar de la espléndida belleza de sus contenidos en los más variados momentos litúrgicos. Separado en tres partes, cada una de ellas encabezada por pequeñas piezas instrumentales del gran organista sevillano Francisco Correa de Arauxo, que lo llegó a ser de la Catedral de Jaén en la cuarta década siglo XVII, Sandra Massa, también titular de la Catedral de Cádiz, inició el concierto con su Tiento LXIX de su famosa colección y tratado que lleva por título Facultad orgánica, que servía para introducir el tipo de música recogida en el concierto.

   La primera intervención del contratenor se retrotrajo a la versión del motete Tu eres refugio de los pobres del eminente compositor franco-flamenco Josquin des Prés, que facilitó la tonificación de la voz del cantante. Le siguió el titulado Michael Archangele del clérigo y músico francés Claudin de Sermisy, que llegó a ostentar el cargo de maestro de la Capilla Real de Francia a mediados del siglo XVI, con el que se patentizó su facilidad creativa en el estilo homofónico. Terminó la primera parte de la actuación con dos obras del gran polifonista hispalense Cristóbal de Morales; el alegre motete de Adviento Puer natus est y el de carácter sacro-contemplativo O magnum mysterium, significando ambos una inflexión estética en el orden del programa.

   La segunda parte la introdujo la organista con el tiento veintinueve de Correa dando paso a dos gigantes de la polifonía religiosa: Giovanni Pierluigi da Palestrina con la reducción de su motete Sicut Cervus, inspirado en los primeros versos del Salmo 42, y la esclarecida antífona Hodie Christus natus est del Magnificat de Navidad, que en su versión para una sola voz requirió un especial esfuerzo de emisión vocal en el contratenor, y Tomás Luis de Victoria, con dos piezas que dieron lugar a la última aparición del arte organístico de Correa con su Tiento XV, que antecedió a una curiosidad del programa, la interpretación de la Salve Regina del maestro de capilla de la catedral jienense,  el antequerano Juan de Riscos, del que se conserva muy poca obra. Descubierta por Javier Marín en los archivos de la Catedral de Bogotá, está pensada en manifiesto contrapunto vocal sobre un sustrato de canto llano, cuyos sones son trasladados al órgano. Supuso un momento muy relevante del concierto por el sentido declamatorio del que hizo gala Jorge Enrique García, acentuando en su dicción la significación de los excelsos y sagrados atributos de la Virgen María.

   Para finalizar, el dúo interpretó tres notables piezas del insigne Francisco Guerrero; su muy apreciada Ave Maria, el intimista villancico, Pastor, quien Madre Virgen, y la canción espiritual Ojos claros y serenos, una de las obras más interpretadas del Cancionero de Medinaceli. 

   La intimidad y el recogimiento se aliaron con el conocimiento, sentido y musicalidad de los intérpretes en unos cantos tan bellos como pretéritos, que ponían en valor esta utilitarista simplificación del arte polifónico español dado el elevado gusto y adecuado entendimiento estilístico de los intérpretes. Un público atento y respetuoso completó la dignidad artística de este bien pensado programa, que resultó ser todo un esencial elogio del motete.

Foto: Festival Andrés de Vandelvira

  • Comparte en Facebook
  • Comparte en Twitter
  • txcomparte_whatsapp

Compartir

<< volver

Búsqueda en los contenidos de la web

Buscador

Newsletter

Darse alta y baja en el boletín electrónico