Si hay un nexo entre la amplia variedad de obras que escuchamos el pasado lunes en el último concierto del ciclo de música contemporánea Series 20/21 del CNDM es, sin duda, el estar hechas a medida de los intérpretes.
El Sotelo más esotérico
Por David Sanatana | @DSantanaHL
Madrid. 31-I-2022. Auditorio 400 del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Centro Nacional de Difusión Musical [Series 20/21]. De magia y De imaginum, signorum et idearum compositione I y II, de Mauricio Sotelo; DW 21, de Bernhard Lang; Klavierquartett, de Beat Furrer y CoronAtion I: io son ferito ahimè, de Olga Neuwirth. Klangforum Wien [Vera Fischer, flautas; Bernhard Zachhuber, clarinetes; Stephanie Schoiswohl, saxofones; Sophie Schafleitner, violín; Paul Beckett, viola; Benedikt Leitner, violonchelo; Aleksi Ruonavaara, contrabajo; Florian Müller, piano; Björn Wilker (solista), Alex Lipowski y Lukas Schiske, percusión]. Mauricio Sotelo, director.
Si hay un nexo entre la amplia variedad de obras que escuchamos el pasado lunes en el último concierto del ciclo de música contemporánea Series 20/21 del CNDM es, sin duda, el estar hechas a medida de los intérpretes.
Para el lucimiento de los mismos encontramos las obras para solista como es el caso de CoronAtion I: io son ferito ahimè de Olga Neuwirth. Björn Wilker realizó un trabajo muy preciso sabiendo combinar a la perfección su sonido con el de la electrónica en una obra que evoca la ansiedad del confinamiento que se impuso en varios países al comienzo de este periodo de pandemia.
También pudimos escuchar una gran precisión en la percusión de Lukas Schiske en conjunto en esta ocasión con la flautista de la agrupación: Vera Fischer. Ambos interpretaron DW 21 de Bernhard Lang en la que una serie de ideas aparentemente inconexas se repiten total o parcialmente hasta establecer una linealidad. Para ello se requiere una gran concentración y cohesión entre los instrumentos que los músicos del Klangforum Wien supieron llevar a cabo a la perfección.
Cerramos el apartado de obras de carácter solista con De magia, de Mauricio Sotelo, para saxofón, percusión y piano. Stephanie Schoiswohl nos supo mostrar, en cuanto al timbre, una amplia gama cromática en una obra repleta de ritmo y sonoridades oníricas.
Klavierquartett de Beat Furrer nos muestra una faceta diferente del Klangforum Wien en la que el conjunto cobra mayor protagonismo debido a la implementación de técnicas como la klangfarbenmelodie o melodía de timbres que divide la línea melódica entre los diferentes instrumentos de la agrupación. Encontramos también momentos de cierta oposición entre unas cuerdas muy cohesionadas y un piano más solista. En general es una obra capaz de sorprender con sus ritmos agitados que plantean un reto para unos instrumentistas que deben en prestissimo y pianissimo mantener una precisión absoluta creando de este modo sonoridades realmente curiosas.
Las notas al programa nos hablan de la estrecha colaboración entre Mauricio Sotelo, el compositor residente del CNDM de la temporada 2021-2022, y el Klangforum Wien y también nos lo quiso resaltar Carmen Noheda en la presentación que realizó antes del concierto.
Efectivamente, lo pudimos comprobar en la interpretación de De imaginum, signorum et idearum compositione I y II. En ambas Mauricio Sotelo nos habla de algún modo de la génesis musical que, en el primer caso surge a partir de ráfagas melódicas, ideas que convergen impulsando unas a otras hasta dirigirse a través del crescendo a vértices climáticos a los que suceden elementos de anticlímax, permitiendo, de este modo, volver a comenzar el proceso de creación.
Este concepto genitor que escuchamos principalmente en la De imaginum, signorum et idearum compositione I, lo encontramos algo transformado en la segunda entrega del mismo título que se presentó ante el público por primera vez el pasado día 31. En este caso, el sonido brota al comienzo con súbita fuerza, lanzando al espacio el material que luego recogerá de nuevo Sotelo para construir su obra. Se pudieron apreciar en esta segunda pieza sonoridades más sinfónicas en un magistral dominio de la textura por parte del maestro.
Debemos señalar, pues, la calidad de esta música que, aún extraña –quizás debido a su trasfondo esotérico–, es capaz de transmitir una sensación de belleza y naturalidad. Nos hablan las notas al programa de «Arquitecturas sonoras» y estoy de acuerdo, siempre que tengamos en cuenta que es la naturaleza y el divino orden que esta esconde el más armonioso y perfecto de todos los arquitectos.
Fotografías: Elvira Megías/CNDM.
Compartir