El clavecinista portugués firma su primer álbum como solista poniendo en valor la figura de Charles Dieupart, un desconocido compositor francés del que graba estas maravillosas seis suites en una interpretación de primer nivel.
Por Mario Guada
Six Suites de clavecin. Música de Charles Dieupart. Fernando Miguel Jalôto. Brilliant Classics, 2 CDs [95026], 2015. T.T.: 101:49.
Charles Dieupart [p. 1667-c. 1740], ese es el nombre de nuestro protagonista. Si no les suena de nada no se preocupen, es normal. De hecho, se trata de uno de los compositores franceses más desconocidos del barroco francés. Clavecinista, violinista y compositor nacido en Paris, Dieupart estuvo activo principalmente en Inglaterra. Es conocido como Charles por sus contemporáneos y por John Hawkins, que supone la principal fuente de los acontecimientos de su vida. Sin embargo en una carta autógrafa en francés este firma como F. Dieupart, además de que un acta notarial francesa publicada por Hardouin en 1714 muestra que un François Dieupart, hijo de un fabricante de velas parisino, se casó en 1667 cuando vivía en la parroquia de St James, Piccadilly, London. Es probable que estuviera relacionado con Nicolas Dieupart, intérprete de viento en la corte francesa, además de copista principal de un manuscrito importante con tríos instrumentales [US-NH Filmer MS 33].
A comienzos del siglo XVIII Dieupart continúa en Francia, y lo hace como profesor de clave de la noble británica Elizabeth Wilmot, a la postre Condesa de Sandwich, lo que parece que le proporciona los contactos y el interés necesario para trasladarse a Inglaterra, donde aparece en 1703 interpretando algunas sonatas de Arcangelo Corelli en el Drury Lane Theatre de London. Posteriormente seguiría ligado a dicho teatro para el que actuará como intérprete –continuista en óperas– y para el que compondrá algunas piezas instrumentales que añadir en obras escénicas, como masques y algunos pastiche firmados junto a Antoine Motteaux y Nicola Francesco Haym. Siguió muy ligado a la escena británica, de tal modo que en el invierno de 1707-08 Dieupart fue uno de los que participan en la creación de un proyecto operístico en el Queen’s Thaetre Haymarket, escribiendo y arreglando música para su primera producción, el pasticcio Love’s Triumph, de Motteux en [febrero de 1708], para el cual el propio Motteux escribió en el prefacio que cualquier éxito «debe no poco al Sr. Dieupart, por su participación en los artilugios de entretenimiento, además por suministrar en cuanto fuese necesario el material para recitativos y otras músicas». Según Hawkins, Dieupart interpretó el continuo con Haym en la ópera de Alessandro Scarlatti Phyrrus and Demetrius [diciembre de 1708]. Fue miembro de la orquesta de Haymarket hasta el 17 de noviembre 1710, cuando fue expulsado.
Posteriormente Dieupart planeó junto a Clayton y Haym una serie de «entretenimientos musicales» para la York Buildings Company, aunque como Hawkins escribió: «esta asociación continuó poco tiempo», ya que Dieupart decidió dedicarse plenamente a la docencia del clave, para lo que contaba con el alumnado compuesto por algunas de las mejores familias del país. A pesar de esto no se retiró completamente de la vida interpretativa, pues daría algunos conciertos en el Drury Lane Theatre, donde fue un miembro regular de la orquesta hasta septiembre de 1726, aunque parece que su última aparición pública se produjo en septiembre de 1724, en Hampstead, interpretando al violín algunas composiciones propias. Por aquel entonces la vida disipada de Dieupart podía casi más que sus interpretaciones, y terminó muriendo en 1740, en circunstancias no muy favorables y tras varios años de olvido.
Su corpus compositivo en realmente escaso, especialmente para una vida considerablemente larga. Destacan especialmente sus composiciones instrumentales, entre ellas seis suites para violín o flauta de pico y continuo [1702] –arreglo propio de las suites para clave que aquí se graban–, seis sonatas o solos para flauta de pico [1717], algunos conciertos orquestales conservados en Dresden, además de algunas piezas vocales en el género de la canción inglesa que aparecen recopiladas en colecciones de poco trascendencia. Aunque su producción musical se ha descuidado en la actualidad, aunque esta revela una imaginación viva y un sofisticado manejo de la armonía, y muestra su logro para sintetizar de manera eficaz el lenguaje francés, italiano e inglés. Parece haber sido el primer francés en escribir sonatas para flauta de pico y conciertos orquestales.
Sin duda, su mayor obra, en cuanto a la importancia histórica de la misma y a su calidad intrínsecamente musical, son estas Six Suittes de clavessin, que fueron publicadas por el afamado editor Estienne Roger en Asmterdam el año de 1701. Precisamente la dedicatoria de las mismas se ofrece a la Condesa de Sandwich. La obra nunca se volvió a editar, excepción hecha de ese arreglo instrumental de 1702 y una selección de 13 movimientos que apareció bajo el título Select Lessons for the Harpsichord and Spinnett [1705]. Estas Six Suittes de clavessin gozan de la mayor parte de su reconocimiento gracias a que el mismísimo Johann Sebastian Bach las copió [DF Mus. Hs. 1538], incluso se cree que influyeron en parte sus Englische Suiten.
Las suites se componen en torno a las tonalidades de La mayor, Re mayor, Si bemol menor, Mi menor, Fa mayor y Fa menor, y todas se estructuran en siete movimientos que siguen el mismo esquema: ouverture, allemande, courante, sarabande, gavotte, menuet –en la segunda se cambia este por un passepied– y gigue. En ellas se mezclan elementos de la música de orquestal francesa con un estilo idiomático del clave. Se trata de una colección interesante pues el tratamiento que Dieupart hace de la suite como una forma con un número fijo de movimientos en un orden predeterminado, al igual que el uso de una ouverture en cada suite, no encuentra precedentes en la música francesa para clave. Es interesante, por lo demás, comprobar como algunos de los movimientos de las suites están vinculados temáticamente, lo que tampoco es particularmente común en este escuela clavecinística francesa. Como destaca el intérprete en sus breves pero interesantes notas críticas, Dieupart «establece una fuerte conexión entre la escuela clavenística francesa del XVII con el estilo de las composiciones alemanas para tecla de comienzos del XVIII».
Se trata de obras de gran riqueza armónica, realmente expresivas y con un uso muy interesante y bello de la ornamentación. Nos parecen de especial belleza sus movimientos lentos y por encima de todo sus ouvertures, auténticas condensaciones de la escritura orquestal francesa, de un colorido y una calidad a la altura de las grandes producciones para clave en la Francia del XVIII. Son sin duda piezas que merecen la pena ser escuchadas y disfrutadas.
Fernando Miguel Jalôto, clavecinista portugués formado en Porto y posteriormente con Jacques Ogg en Der Hagg, se presenta aquí a solo por primera vez en el mercado discográfico, aunque ha desarrollado ya una intensa labor como miembro de conjuntos y especialmente como director del Ludovice Ensemble –excelente conjunto, por lo demás–. Y lo hace de una manera brillante. Como él mismo explica en las notas del disco, decidió encaminarse por la grabación de estas piezas dado que no existen muchos registros de las versiones para clave –sí algunas más del arreglo para varios instrumentos–. De esta manera Jalôto puede aportar una visión propia a un mercado que no está saturado con estas piezas. Así, el portugués experimenta de manera más libre en su interpretación, y lo hace introduciendo ornamentaciones alternativas, repeticiones opcionales, alterando el entramado armónico o modificando ligeramente algunas partes internas de las obras. Para esto acude a los principios que Monsieur de Saint-Lambert redacta en su tratado Les Principes du clavecin contenant une explication exacte de tout ce qui concerne la tablature & le clavier [1702], en el que recomienda que tanto la libertad en el tempo como en la expresión deben usados de manera inteligente y siempre que estos sirvan de manera adecuada a los presupuestos retóricos y a la comunicación de las pasiones.
Realmente es de admirar una decisión como esta. Algunos pueden atacarla, arguyendo que la modificación de lo ya escrito debe ser tratada con mucha cautela y no hacerse a no ser que sea estrictamente necesario. Desde luego, desde aquí felicitamos a Jalôto por su valentía, pero sobre todo por hacerlo en base a un argumento tan poderoso y válido, sin dejarse caer en la alteración superflua y carente de toda base que para otros muchos es el pan de cada día. El resultado es obvio: un recital de enorme calidad musical en el que conjuga a la perfección su valía técnica con una enorme destreza expresiva. Se trata de una música de muchos quilates que está, a todas luces, interpretada desde el mayor de los respetos y con una honestidad digna de elogio. Fantástico doble disco que hará las delicias de todos los apasionados de la música para clave, especialmente de los admiradores de la escuela gala. Otro tanto para Brilliant Classics, que sigue produciendo auténticas joyas a un precio irrisorio. Esta discográfica sin duda se merece un reconocimiento internacional ya, porque encontrar un catálogo con una cantidad tal de referencias anuales y con ese nivel medio de calidad tan elevado es algo al alcance de muy pocos. Quizá les quede trabajo en mejorar las calidades del producto en otras facetas, pero a este precio desde luego no se puede pedir más.
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