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CARMEN ESTEBAN, directora del Festival Internacional de Panticosa: 'Queremos unir la naturaleza con la música de cámara'.

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Autor: Alejandro Martínez
8 de julio de 2014

CARMEN ESTEBAN, directora del Festival Internacional de Panticosa:

'QUEREMOS UNIR LA NATURALEZA CON LA MÚSICA DE CÁMARA'.

Por Alejandro Martínez

¿Cuándo y por qué nace el Festival internacional de Panticosa “Tocando el Cielo”?

   El Festival nace en 2013, cuando tuvo lugar su primera edición. Y nace como una necesidad de unir la naturaleza y la música. Nace además con una inclinación decidida hacia la música de cámara, un ámbito que creemos que no tiene tanta difusión como la música sinfónica, el canto, etc. La primera edición nos dejó muy buen sabor de boca y hemos hecho todo lo posible por sacar adelante una segunda, ampliando además los contenidos de la propuesta.

¿Por qué Panticosa, qué vínculo tiene esa localidad con la música?

   Panticosa tiene un vínculo con la música que viene de muy lejos. En la época dorada del balneario, allá por los cincuenta y los sesenta, tenía su propia orquesta, la orquesta Canepa, que en realidad era un trío que venía de Madrid, músicos de la Orquesta Sinfónica de Madrid, que venían a veranear en Panticosa y que contaban a veces con otras personas, como el violinista zaragozano Ángel Jaria. También había un trío dedicado a hacer música de verbena, la música de baile. Circunstancialmente tocaban todos juntos o tenían horarios específicos. Con posterioridad a la época dorada, cuando el balneario va pasando de mano en mano, por diversas gerencias, llega el ayuntamiento de Zaragoza y organiza sobre los años ochenta unos cursos de música importantes que se realizaban en el balneario. Muchos estudiantes jóvenes que por entonces estudiábamos en Zaragoza en el conservatorio subíamos a pasar quince días por allí. Eran jornadas muy intensas: por las mañanas teníamos clases y por las tardes tocábamos junto al lago, etc. En fin, Panticosa ha tenido siempre una vinculación muy fuerte con la música y cuando Paco García, el clarinetista, y yo subimos allí unas vacaciones y vimos que habían respetado la infraestructura del Gran Hotel que dentro tenía un pequeño auditorio, solicitamos verlo. Y nos dimos cuenta de que aunque con algunos cambios lógicos, el auditorio contaba con una acústica perfecta e ideal para la música de cámara.

Definamos música de cámara.

   El término nace en la época del barroco, para diferencia la música de cámara de la música de la iglesia. No hay diferencia alguna en las formas músicales como tales, pero sí cambia la finalidad, el concepto. Y es realmente a partir de Haydn cuando la música de cámara como tal empieza a definirse y tener personalidad. Es entonces cuando aparece el cuarteto como un concepto donde nadie duplica a nadie, con voces diferenciadas, etc.

¿Qué aforo tiene ese auditorio del balneario?

   Unas doscientas localidades, ideal para este repertorio de cámara. La persona que nos lo enseñó nos puso después en contacto con el responsable del conjunto hostelero del balneario, jose maría teixido. Le contamos la idea, nos sugirió enviar una propuesta formal al balneario. Y así lo hicimos, y tras el período estival se pusieron en contacto con nosotros para tener una reunión, porque les interesaba mucho la idea, para potenciar los reclamos ya habituales del entorno, como el deporte, la naturaleza o la salud, con la cultura y la música.

La Fundación García-Esteban, ¿se constituye antes o después del Festival?

   Se constituye antes. Se constituyó de hecho en junio de 2012, sin tener todavía en mente la idea del festival. Es un proceso muy largo y meditado el de constituir una fundación. Y fue casualmente un año después de empezar el proceso cuando meditamos la idea del festival. Tanto mi marido como yo somos músicos profesionales y docentes y decidimos vincular las dos vertientes en una misma propuesta. La formación, por un lado, y la interpretación de música de cámara por otro.

Estamos ante un festival, pues, que propone tanto cursos de formación como conciertos.

   Sí, el festival tiene una academia de formación, en principio instrumental. Es algo muy importante, porque todos recordamos que cuando empezamos nuestra formación como músicos acudíamos a festivales donde además de conciertos había cursos de formación. Se tenía así la doble ocasión de escuchar conciertos y de convivir con grandes profesionales, aprendiendo cerca de ellos. Cuando acudes a un festival al uso, meramente con una agenda de conciertos, es muy complicado aproximarse a los músicos, porque no hay ocasión para ello. Pero cuando hay una propuesta de formación, se consigue transmitir mucho más de lo que se ve en un concierto. Para nosotros fue muy importante tener estas oportunidades. Viajábamos a muchos cursos, a Niza, a Lyon, a Benidorm, que fue un referente importante en esta materia en la España en los años ochenta. Y por eso quisimos recuperar el formato en torno al festival de Panticosa. Lo que se ofrece a los jóvenes músicos aquí es la ocasión de ver cómo trabajan los músicos profesionales, cómo ensayan, cómo preparamos nuestros conciertos, cómo dialogamos, cómo nos refugiamos en nosotros mismos, etc.

¿Cuáles el público objetivo del festival?

   La mayor parte del público procede de Madrid, País Vasco, Cataluña y sur de Francia. Y por supuesto público aragonés del Pirineo o gente de Zaragoza o Huesca con segunda residencia en el valle. Nuestra ilusión sería consolidar el festival hasta el punto en el que la gente se desplace específicamente para verlo, sin que sea un complemento tan sólo para la gente que ya veranea en la zona. Poco a poco la propuesta irá creciendo. Esta segunda edición es más duradera, hemos aumentado las especialidades ofrecidas en los cursos de formación, etc.

Y al margen de los primeros interesados en esos cursos, los músicos propiamente dichos que acuden como alumnos, ¿qué aliciente ofrece el festival para el público en general?

   Por lo que pudimos hablar con el público que acudió a la primera edición, es una gran satisfacción para la gente que veranea a menudo en el valle encontrar una propuesta que articula naturaleza y cultura de esta forma. Ya existe Pirineos Sur, pero es un festival con una orientación musical totalmente distinta. En el Valle de Tena se da la circunstancia de que veranean muchas personas abonadas al Teatro Real, por ejemplo, o al Auditorio Nacional. Lo mismo en el caso de la gente que viene del País Vasco, lugares donde hay una agenda musical continua durante el año. Y todo este público agradece tener una propuesta de este tipo también durante el verano en su segunda residencia.

¿Y qué relación guarda el Festival con el pueblo de Panticosa como tal?

  Este año hemos ampliado esa relación, con una propuesta de actividades específica al respecto, el Festival Off. Esta propuesta trata de mostrar lo que nosotros hacemos en el festival propiamente dicho, pero ofrecido de otra manera. Tendremos un concierto de B-Vocal, con música a capella, como introducción a la música. Lo que pretendemos en última instancia es trasladar la idea de que la música clásica se puede disfrutar de muchas maneras, aspirando a que finalmente se pierda ese miedo que se tiene a veces a los conciertos más formales en un auditorio. Habrá también un concierto de tango clásico, con baile incorporado. También tendremos un concierto de profesores y alumnos con una orquesta de cuerda y por último un grupo de viento que bajará también al pueblo. Con todo ello queremos mostrar la música clásica como algo cercano. Por eso también habrá unos talleres familiares de cuerpo y movimiento con música, para que padres y niños puedan venir a disfrutar del hecho musical sin necesidad de tener conocimiento alguno.

A nivel organizativo, ¿cómo se financia el festival? ¿Qué dificultades tiene sacar adelante esta propuesta?

Siento ser repetitiva, pero debo decir lo que todo el mundo indica en estos casos, ya que las ayudas brindan por su ausencia salvo honrosas excepciones. Es un momento muy malo y no hay dinero para muchas cosas, pero para la cultura todavía menos. Equivocadamente se ha desplazado la cultura como una necesidad secundaria, pero lo cierto es que alimentar el alma es también muy necesario, y más si cabe en momentos como estos. En este sentido, la financiación del festival es muy complicada. La fundación como tal no tiene fondos propios, aunque contamos con algunos socios que van sumándose a la causa y a los que estamos muy agradecidos. Contamos también con la ayuda del ayuntamiento de Panticosa, que siempre ha confiado en el proyecto, y por supuesto con el respaldo de Panticosa Resort, que nos cede todas las instalaciones y nos facilita disponer de unos espacios que, de tenerlos que alquilar, no estarían a nuestro alcance. También contamos con pequeñas ayudas, de la Diputación Provincial de Huesca, de la Comarca… son pequeñas ayudas pero al final todas suman y cuentan. También algunas casas comerciales nos ayudan, como Buffet Crampon, K-tuin, la Joyería Zairo, que nos ayudan con alguna inversión, u otras como Aramon, que nos van a ayudar con su gran red de difusión. Y por supuesto, contamos con el apoyo de todos los profesores y artistas que participan en los cursos y que acceden a venir colaborando de un modo muy solidario, puesto que vienen a trabajar muchísimo de una manera casi desinteresada.

¿Cuáles son los principales alicientes del cartel del festival para este 2014?

   Contamos para empezar con el Trío Ludwig, que son los hermanos Tomás, los miembros del cuarteto Casals, con Hyo-Sun Lim, una magnífica pianista, ganadora de un premio en el Reina Elisabeth. El día 31 tendremos un homenaje a Antón García Abril, patrono de honor de nuestra fundación. Habrá un homenaje con la colaboración de varios de los profesores que estamos en el festival y con una segunda parte lírica, con canciones de Antón García Abril interpretadas por Carmen Solís y Rubén Fernández Aguirre. Este año, aunque el festival es de música de cámara, la lírica va a estar presente tanto el día 31 en la inauguración como el día 7 en la clausura, ya que el lied forma parte también de la música de cámara. El día 7 habrá una gala lírica con alumnos escogidos por Teresa Berganza, que es uno de los platos fuertes de esta edición. El día 1 tendremos un concierto de piano con José Ramón Méndez Menéndez, un pianista español que trabaja en la Universidad de Nueva York y que puede ofrecer a los alumnos una perspectiva muy interesante sobre cómo funciona la música fuera de nuestras fronteras. El día 2 hay un concierto con el Dúo Castro-Gotlivovich de viola y violín, con el dúo García-Esteban de piano y clarinete y  con Suzana Stefanovic, solista de la orquesta de RTVE, con un programa muy romántico que incluye el trío Opus 114 de Brahms par piano, clarinete y cello. El día 3 tendremos al Trío Ludwig con el Archiduque y un trío de Brahms. El día 4 el trío Bagaría-García-Esteban, el día 5 una especialidad nueva con el saxofón y el día 6 un concierto con los estudiantes seleccionados. Entre medias habrá un concurso de la fundación, con un premio en metálico, para uno de los estudiantes de clarinete.

   Mencionábamos antes a Teresa Berganza, que visitó Zaragoza recientemente, como uno de los platos fuertes de esta edición.

Sí, al incorporar el lied en esta edición, solicitamos a Teresa Berganza que viniera a dar unas clases magistrales y contamos con su presencia. Viene mucha gente de fuera, desde París a Brasil pasando por Japón. Creo que contaremos con unos 6 u 8 alumnos en estas clases magistrales.

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