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JESÚS ÁLVAREZ, tenor: 'No tengo prisa por conseguir algunos de mis sueños'

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Autor: Codalario
8 de octubre de 2015
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"La anécdota de esta temporada ha sido formar parte de la película Misión Imposible 5, donde interpreto a Calaf de Turandot en una escena que se desarrolla en la Ópera de Viena".

Haga un repaso de su trayectoria en los últimos meses.

Este año ha sido un año muy interesante para mí. He tenido la oportunidad de hacer nuevos roles como Cardona en el Théâtre du Capitole de Toulouse, en una producción de Emilio Sagi y Curro Carreres como asistente, una de las primeras personas en confiar en mi y darme una oportunidad, al igual que Sagi. La dirección musical fue de Josep Caballé, quien me brindó algunos consejos que me ayudaron mucho.

Interpretar zarzuela ante el público francés ha sido toda una experiencia. La verdad es que disfrutaron muchísimo y yo más. Tuvimos la posibilidad de que se grabara por el canal francés Culturebox, así que está disponible para verse a través de internet hasta el 2016. Es una gran producción, aunque me entristece un poco que se llegue a grabar esta producción en el extranjero y que aquí sea tan difícil poder acercar la zarzuela al público.

Después he descubierto a un gran personaje, Rinuccio de Gianni Schicchi en Opera North de Leeds, Inglaterra. Una producción maravillosa de Christopher Alden. Ha sido impresionante trabajar con él. Creo que es un genio loco, pero me encanta, parece que nada tiene sentido cuando empiezas a trabajar con él, pero de repente tras dos semanas, sin saber como, has llegado a entrar en el personaje sin darte cuenta. Rinuccio ha sido un gran descubrimiento, es un papel con el que me encuentro muy cómodo y con el que disfruto como un enano. No me importaría repetirlo mil veces.

Y he repetido mi querido Ernesto en diferentes ciudades alemanas en un tour con el Gärtnerplatztheater de Münich, producción que ya hice en esta ciudadel año pasado con ellos. He terminando la temporada con otro Ernesto, esta vez en el Longborough Opera Festival de Inglaterra, del cual ya he hecho unas 18 representaciones, ya lo siento casi mío.

De Ernesto solo puedo quererlo por lo que me está dando. Es un papel exigente, duro y a veces desagradecido, pero de unas líneas melódicas bellísimas. No me canso de cantarlas. Puedo demostrar muchas de mis cualidades en este rol, fraseo, mezza di voce, musicalidad, comicidad… Una de las particularidades de esta ópera es que tiene a dos duras figuras, Norina y Don Pasquale, que son los que realmente se disputan la ópera, mientras que tú te dejas la piel en esa difícil tesitura en la que está escrita el rol -risas. No todo el mundo es consciente de la dificultad de ese papel.

Y la anécdota de la temporada ha sido formar parte de la película Misión Imposible 5, donde interpreto a Calaf de Turandot en una escena que se desarrolla en la Ópera de Viena. La verdad es que el cine es otro mundo, fueron tres semanas intensas de rodaje en Londres, me levantaba a las 5 de la mañana y a las 7:30 ya estaba maquillado y vestido esperando a que rodasen la escena. Ha sido espectacular ver a Tom Cruise y a Rebecca Ferguson, hablar con ellos, ver trabajar a los especialistas, las cámaras, trucos del cine… Es un mundo curioso, en el que tienes que trabajar mucho la paciencia, hay muchas horas muertas, pero en un segundo todo cambia y tienes que estar al 100% para darlo todo.  Lo más raro ha sido verme a mi mismo con mis amigos en la gran pantalla. Normalmente ellos están sentados y yo encima del escenario. Ha sido bonito. Una experiencia para recordar.

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Grandes cantantes como Mariella Devia que insisten en que los jóvenes de hoy  hacen una carrera lírica demasiado rápido. ¿Piensa que es cierto? ¿Cómo le gustaría que se desarrollase su carrera?

Creo que tiene toda la razón. Bajo mi punto de vista, la voz tiene una evolución diferente en cada persona, tienes que estar con ella en todo momento, escucharla y adaptarte a sus cambios. El problema es que a veces algunos teatros, agentes y demás prefieren juventud y frescura, a técnica y experiencia para ciertos roles y si además ven que tienes todas las notas te empujan a que cantes cierto repertorio, que si bien lo puedes cantar, quizá no es el momento adecuado para tu voz. Al final a nosotros nos proponen cosas y muchas veces es muy difícil decir que no, dependiendo del teatro, de la oportunidad que te brinda o de la situación económica de cada uno. En esas situaciones es donde hay que ser frio y pensar bien la decisión. Antes era diferente, antes el cantante elegía más lo que quería cantar, ahora eso muchas veces no es posible. Tienes que ser más versátil. No tengo prisa por conseguir algunos de mis sueños. Tampoco soy excesivamente ambicioso, solo quiero cantar mi repertorio y cada vez mejor. El futuro dirá hasta dónde puedo llegar. Creo que estoy aprendiendo día a día y que aún queda bastante por hacer, pues la voz cambia y hay que adaptarse a ella.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Uno de los proyectos de esta temporada que más ilusión me hace, es cantar Don Pasquale en Florida Grand Opera bajo la batuta del maestro Ramón Tebar. Es un gran director y valenciano, punto añadido para sentirme muy emocionado. También será mi debut americano, con lo que hay muchas razones para desear que llegue ese momento.

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¿Qué aspectos ayudarían a potenciar la carrera de los jóvenes cantantes? ¿Qué es lo que se podría mejorar?

Creo que hacer repartos para jóvenes en los grandes teatros no sería una mala idea. Algunos ya lo hacen. Se necesita experiencia encima del escenario. Todo cambia. Tienes que aprender a medirte en ensayos y llegar lo más fresco posible a la función y eso solo se consigue con experiencia, la cual muchas veces se es muy reticente a dar.

Su voz es la de un tenor lírico ligero. ¿qué papeles siente más cercanos a su personalidad, voz y gusto dentro de esa tesitura?

A veces la personalidad no va unida a la voz. Creo que tengo demasiada energía para ciertos papeles, por lo que necesito canalizarla antes de afrontarlos. Me siento muy cómodo con Nemorino, me encanta Ernesto, uno de mis sueños es debutar Nadir. Han salido varias oportunidades, pero al final no ha podido ser por varios motivos, pero llegará, estoy seguro. Ramiro es otro rol que me gusta mucho. No quiero correr hacia el repertorio más lírico. Si se presenta la oportunidad lo pensaremos. De momento estoy muy cómodo en el belcanto. Me encanta ese repertorio, aunque algunos roles son limitados escénicamente, la belleza vocal es innegable. Me siento muy actor, necesito entender el personaje, si estoy quieto debo saber porqué estoy quieto, no porque lo diga el director de escena, necesito saber qué le mueve al personaje hacer una acción. Todo cambia si dentro de ti las acciones tienen sentido, no solo hacerlas porque te las han ordenado. Para mi eso no va a ninguna parte. La voz transmite, pero el cuerpo también y sino miremosa la Callas. No puedo hacer un rol si no lo entiendo, porque sería Jesús Álvarez dando notas y eso no me hace feliz.

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Como profesional que trabaja fuera de España, ¿percibe que la crisis económica ha modificado sustancialmente el mundo de la música? Aparte de la evidente disminución salarial, ¿qué otros aspectos se han visto influidos?

Si, por supuesto. Vivimos una época en la que además cierto teatros programan temporadas y no pagan a los cantantes. Esto es muy triste, es una profesión maravillosa y ver cómo se juega con nosotros en muchas ocasiones me entristece. Lo positivo es que también hay un esfuerzo por acercar la ópera a nuevo público y creo que cada vez los teatros son más conscientes de eso y están tratando de acercarla más al público. En Alemania me pasó una cosa, fui a cantar Don Pasquale a una ciudad y me acerqué al teatro para ver el cartel de la función la noche de antes. Mi sorpresa es que no había cartel. A lo que pregunté, ¿por qué no hay publicidad? Y me dijeron que la función estaba vendida al completo desde hace meses. Que no necesitaban publicitar una ópera como Don Pasquale porque se vende sola. Es raro, ¿no le parece? Pero esa fue su respuesta. Y la verdad es que el teatro estaba lleno. Está claro que en todos los países se nota la crisis, pero no en todos los países ha descendido el interés por la música clásica al mismo nivel. Llamémoslo cultura, tradición, educación, no lo se. Pero es lo que veo.

Por otra parte, el mundo de los divos entendido como era antes, está cada vez más en desuso. Somos más cercanos, estamos más en contacto con las nuevas tecnologías, Facebook, Instagram, Twitter, Youtube, que nos hacen estar más cerca de la gente. Saben más de nosotros. Y creo que este es uno de los caminos para que nueva gente se acerque a la ópera. Mucha gente cuando la conozco por primera vez me dicen, ¿pero tú eres cantante de ópera? ¡Pero si no estás gordo, ni pesas 100 kilos! o ¡Nunca había visto a un “chaval” que cante ópera, eso es de viejos! Y la que más me gusta ¡La ópera es muy cara, es para los ricos y está en un idioma que no entiendo!No voy a decir aquí lo que cuesta el futbol. Me parece que son excusas por cómo está entendido el mundo de la ópera y de la música clásica. Creo que debemos cambiar esta percepción si queremos que esto continúe. Cuando el 90% de la gente escucha a Madonna, Beyoncé o Lenny Kravitz no entienden lo que están cantando. Solo les gusta. Creo que la ópera tiene estos problemas porque a nivel cultural, poca gente se preocupa de acercarla a las escuelas, de incentivar la música desde pequeños. Es una época de apatía por la cultura. A la gente le cuesta mucho porque nos estamos alejando a nivel educativo de lo principal, fomentar el pensamiento.

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