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JESÚS CARMONA, director coral: «Por Astillero han pasado los coros más importantes del panorama español»

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Autor: Agustín Achúcarro
22 de octubre de 2024

Jesús Carmona, director del Coro Polifónico Voz del Pueblo de Guarnizo y organizador de las XXVI Jornadas Internacionales de Música Coral Astillero-Guarnizo, entrevistado en Codalario por Agustín Achúcarro

Jesús Carmona

Jesús Carmona: «Por Astillero han pasado los coros más importantes del panorama español»        


Una entrevista de Agustín Achúcarro
A punto de comenzar las XXVI Jornadas Internacionales de Música Coral Astillero-Guarnizo, Jesús Carmona, organizador del evento con el Coro Polifónico Voz del Pueblo de Guarnizo, del que es el director, nos adentra en lo que es y supone este certamen, al tiempo que realiza una síntesis de lo que serán los conciertos, y con su gran experiencia deja sus opiniones en torno a la música coral. Entre el 26 de octubre y el 10 de noviembre se realizarán 6 conciertos, una conferencia y una mesa redonda, en diversos lugares de Cantabria. Hablamos con un especialista en voces y coros que ha ido pasando por todas las etapas, desde que fuera niño cantor. En la actualidad compagina la dirección y la composición. 

Realice un balance de lo que han sido hasta la fecha las Jornadas Internacionales de Música Coral Astillero-Guarnizo

Bueno, pues es un proyecto que coincide mucho con mi llegada en 1998 a la dirección del Coro polifónico Voz del Pueblo de Guarnizo. Cuando llegué intenté dinamizar lo que son las técnicas de ensayo, el repertorio, y después darle una dimensión que vaya más allá, organizando un ciclo de conciertos y de conferencias. Hemos hecho grabaciones, realizamos el primer disco al poco tiempo de estar yo, y después siguieron dos discos más. Nos hemos metido en muchos líos intentando hacer, como dicen los flamencos, la música a derecho. Y después de 26 años, el balance es positivo, en el sentido de que por Astillero han pasado los coros más importantes del panorama español, sobre todos los emergentes, los que han tenido después una trayectoria relevante. Por ejemplo, El León de Oro, que estuvo al comienzo, concretamente en nuestras cuartas jornadas, recuerdan su participación como un punto de inflexión, que les hizo pensar que podían dar un salto. 

Lo mismo ha pasado con coros de fuera, que son referentes. Como el francés Microcosmos, el ruso Anima Vocal Ensemble de San Petersburgo, o el Saint Jacobs sueco, cuyas actuaciones fueron verdaderos acontecimientos. Y a esto se une la idea de que nos gusta mucho la parte de la reflexión, con mesas redondas, el cuidado del patrimonio, la dinamización de áreas como los coros infantiles y juveniles, recuperar nombres que tengan que ver con la música coral, así como celebrar aniversarios de figuras relevantes y algo olvidadas. En definitiva, aprovechar las muchas facetas que tiene el ámbito coral.

Háblenos de las líneas de esta vigesimosexta edición

En ese sentido somos bastante berroqueños, porque mantenemos una presencia internacional diversa y muy cuidada en la selección. Por ejemplo, este año contamos con tres coros de tres continentes distintos; uno asiático, de China, uno europeo, de Suecia, y un coro africano, de Sudáfrica, que en la segunda parte nos acercará el repertorio de la tradición oral y folclórica de aquel continente.

Valore sucintamente cada uno de los conciertos

El primero, el 26 de octubre, es muy emotivo, pues se trata de un reconocimiento patrimonial, y estará protagonizado por la Coral de Torrelavega, que va a cumplir cien años en 2025.  El coro chino The Dream Children’s Choir of Banlam Grand Theatre (31 de octubre) es una formación infantil, que va abriendo nuevas ventanas. Desde no hace mucho, China ha decidido que la música coral es algo importante y que tenían que trabajarla sistemáticamente. Sus coros llegan a Europa con una preparación técnica asombrosa y dejan una nueva manera de ver la coralidad. En cuanto a los suecos, el Storkyrkans Kammarkör (2 de noviembre) reivindica la gran tradición coral europea, asociada a la actividad de Estocolmo. Los nórdicos han sido muy inteligentes, pues han llegado muy tarde a esa tradición, pero han sabido organizarse muy bien, para que sus conjuntos destaquen. Este año, sin ir más lejos, en septiembre, el Gran Premio Europeo de Canto Coral, celebrado en Varna, lo ganó un coro sueco. 

Y le toca el turno al coro Sudafricano

Sí, el Cape Town Camerata de Ciudad del Cabo (3 de noviembre), al que ya me he referido anteriormente, y que va a suponer un soplo de aire fresco. Y tenemos un concierto de encuentro de voces (4 de noviembre), en este caso voces masculinas, que es la cuarta vez que lo hacemos. Este año se juntan el Ipar-Alde y el Coro polifónico Voz del Pueblo de Guarnizo, que son de parecida estructura y lo dirigiremos entre Imanol Ormaza y yo mismo. El vizcaíno Ipar-Alde comenzó en torno a la actividad empresarial de la zona de Derio, mientras que el que yo dirijo lo hizo en torno a una zona industrial, en la que se hacen barcos. Se propicia así que coros de una misma manera de mirar lo coral hagan un concierto juntos, con obras que van desde el Renacimiento hasta habaneras marineras o piezas de Guridi y de Salaberri. 

El 10 de noviembre, cierra el ciclo Silentium, un coro muy interesante, de reciente creación en Cantabria, que va a cumplir tres años. Lo dirige Cristina Galán y realiza una música con una perspectiva muy novedosa, con programas exigentes y muy comprometidos. Un coro con un diálogo muy estrecho, que tiene en su repertorio músicos que componen en la actualidad, como Javier Bustos, Luis Ángel Martínez o yo mismo.  Nos gusta abrir las puertas a formaciones emergentes y de calidad, algo que siempre hemos hecho.  

Y luego están la Conferencia de Aurelio Martínez Seco y la Mesa redonda con Laura Hermoso y Elena Rosso, a la que me sumo («Sobre Coros Infantiles: situación de presente-perspectivas de futuro»), con las que estamos muy ilusionados. El comentario sobre la conferencia («Escuchar música coral: procesos constructivos del oyente») no quiero que se quede en el tintero, pues nos hace mucha ilusión, y Aurelio es muy riguroso e inspirador, y esos dos elementos son de valorar muchísimo, sobre todo cuando se trata de evaluar la experiencia musical. Ambas serán en el Almacén de las Artes (28 y 30 de octubre, respectivamente).

¿Qué criterio han seguido para elegir las distintas sedes de los conciertos?

A primeros de año, la Iglesia de San José de El Astillero, donde siempre hemos hecho los conciertos, sufrió problemas estructurales y graves. Una iglesia muy interesante, no porque sea monumental, sino porque se construyó en la postguerra española, con criterios de acoger a las nuevas necesidades de una población que creció mucho a partir de los años cincuenta. Así que se hizo un edificio muy grande, muy alto, de una sola nave, que parece construido para dar conciertos de música coral, con una excelente acústica. Al saber de antemano que iba a estar cerrada, pensamos en aprovechar la potencia de los monumentos de la región, hasta que nuestra iglesia esté reparada. Y así se eligieron la Colegiata románica de Santillana del Mar, la Iglesia del Seminario mayor de la Universidad Pontificia, que es una joya modernista. En cuanto a las iglesias de Santander capital, son templos con interés monumental y que el público los relaciona con la programación de conciertos corales. Y cerramos en Santa María de Laredo, una joya del gótico. El único concierto que hacemos en Astillero es el nuestro, en la Iglesia de Guarnizo, que es más pequeña, más familiar.  

Háblenos sobre la música coral en general, su forma de entenderla y sobre el Coro polifónico Voz del Pueblo de Guarnizo, que usted dirige.

Tengo la fortuna de haberme iniciado en el mundo de la música a través de una experiencia coral, que era muy intensa. Yo fui niño cantor durante cinco años en la Escolanía del Valle de los Caídos y allí recibía, mínimo, tres horas al día de música. Recuerdo los ciclos de Semana Santa, las grabaciones y los viajes para dar conciertos. A través del coro, un niño se va empapando de todas esas experiencias y va ganando recursos técnicos, que incorpora a su memoria. Ésta es la razón por la que he querido pagar con este ciclo esa deuda que tenía con la actividad coral, que posee un aspecto educativo muy importante. La música coral no se puede desligar de ese componente. 

En cuanto al Coro Polifónico Voz del Pueblo de Guarnizo primero diré que las agrupaciones de voces masculinas tienen esa ascendencia decimonónica, romántica, con las sociedades corales que hubo por toda Europa, en las que se empezó a entender que la música era una manera de hacer llevar a las clases más populares la alta cultura. Creo que ese objetivo tan romántico y tan noble ha dejado toda una oleada de repertorios, de instituciones, que han ido haciendo música de autores que compusieron para coros de voces masculinas. Sin ir más lejos, directores de coros masculinos fueron figuras como Mendelssohn, Schumann y Brahms. Y en el contexto español ocurrió lo mismo. Entonces, ahí hay un interés, una simbiosis de lo que son los aspectos pedagógicos profundos y los aspectos artísticos de enorme dimensión, que han dejado repertorios y posibilidades expresivas para distintas agrupaciones. El Coro polifónico Voz del Pueblo de Guarnizo está cerca de cumplir los 50 años de vida, y creo que ha realizado una función en un medio industrial, aguantando las crisis de los años 90. Ha tenido la capacidad de reunirse para hacer música, con esos componentes educativos, y de recuperación y reivindicación de determinados patrimonios. Nuestro tercer disco, que se llama Celebración del Camino, lo que hace es rescatar autores de Cantabria, de música masculina de los últimos cien años. Yo tengo la faceta de musicólogo y por tanto esa preocupación de recuperación patrimonial. También dirijo la Escolanía de Astillero, pero ahí el repertorio es más diverso, sometido a la plantilla de la que dispongamos. 

¿Al hilo de su labor con las escolanías ¿Cómo cree que se debe tratar el cambio de la voz en los niños? 

Esto daría para mucho. Este año había previsto un taller con Ignacio Elorriaga, que ha tratado los problemas de la muda vocal en el adolescente. Él se dio cuenta que esto provocaba dos tipos de respuesta: enseñar al niño a cantar con voz de falsete, con lo que puede llegar a cantar de contratenor, o ayudarle a descubrir su nueva voz adulta. Siempre se ha discutido cómo se tiene que hacer ese proceso de muda y acomodación a la nueva voz. En el caso de los varones, el cambio afecta una octava, que es una barbaridad, frente a las chicas que pueden variar un tono y medio o dos tonos. He visto a compañeros míos levantarse con una voz grave, y la noche anterior haberse acostado con una voz aguda. La muda vocal da lugar a épocas de diplofonía, en la que uno tiene a la vez la voz blanca y muchísimo más grave. Hay niños que lo viven de una manera traumática, que cantaban muy bien, eran solistas. Esto está estudiadísimo con los Niños cantores de Viena o la Escolanía de Montserrat, que han sufrido ese tipo de procesos.

¿Cómo está la situación coral en España, con tanta variedad de coros?

Para sintetizarlo, creo que ha cambiado muchísimo lo que es el contexto de la música coral. Antes se hacía desde una respectiva casi popular, y ahora las generaciones vienen más preparadas y al mismo tiempo hay muchas, en particular en determinados estratos sociológicos, que se quedan desconociendo esa potencialidad de su propia voz. Se ha revitalizado el ámbito de los coros infantiles y juveniles, los coros se han hecho muy diversos y se han ido especializando; unos se dedican a música histórica, otros al pop, al jazz, al góspel, que está muy de moda. Y luego está esa esfera de actividad producida por el aumento de la expectativa de vida, con coros formados por componentes que tienen entre 60 y 80 años. Hay una indefinición muy grande, que también lo es cultural, de crisis, lo que nos llevaría a cuestiones filosóficas. Está cambiando el paradigma, y tenemos una organización muy diferente a la que había hace cincuenta años.  

¿Qué preparación le da usted a sus coros?

El aspecto técnico hay que abordarle y no hacerlo me parece una impostura. Ahí es donde nos la jugamos, pero no solamente por cuestiones de excelencia en la interpretación, sino por razones tales como que el cantor debe cantar cómodo. Si va a participar en un concierto de 50 minutos, hay que cuidar desde su aspecto postural, la emisión de la voz, la respiración, la impostación, hasta la adecuación estilística. Todo esto se puede abordar desde el punto de vista del director y del cantor. Aunque se parta de nociones bastante sencillas, hay que tratarlas. Pongo un ejemplo: la Escolanía de Astillero ensaya los sábados de 10h a 13h, con niños de 8 a 16 años y los primeros 30 minutos son estrictamente de técnica vocal. Nos lo pasamos pipa, a veces bailamos, otras hacemos como que nos peleamos. Si se llega a un sitio con mucha prisa, tenemos sólo 40 minutos antes del concierto y queremos ver el espacio, cómo resuena, dónde te vas a colocar, hacer todo eso en tan poco tiempo es algo imposible. He querido ponerme a recordar repertorios sin vocalizar y enseguida cinco o seis niños han levantado la mano y me han dicho que necesitaban vocalizar. Ellos mismos deciden que la herramienta técnica es algo muy importante.

¿Quiere añadir algo más? 

Nada. Bueno, sí. Nos interesa mucho el asunto de la difusión, que ha cambiado con respecto al pasado. En 25 años nos hemos dado cuenta que las redes sociales son tan importantes como la publicación en prensa. Algo que a nosotros también nos interesa mucho, pues la presencia de la crítica musical puede hacer una labor de enganche entre lo que es la interpretación y la recepción del público.  Y eso siempre lo valoramos. mucho.

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