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JESÚS TORRES: «Para un compositor lo más importante no son los premios, sino la música»

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Autor: Aurelio M. Seco
30 de mayo de 2021

Jesús Torres: «Para un compositor lo más importante no son los premios, sino la música»

Una entrevista de Aurelio M. Seco / @AurelioSeco | Fotos: Fernando Frade / Codalario
Jesús Torres vio estrenada ayer a las 19 horas en la Sala Fernando Arrabal A de Naves del Español en Matadero su primera ópera, Tránsito, título de cámara que versa sobre el drama del exilio y que profundiza en temas como la lealtad, la culpa, el abandono, el compromiso, la soledad. La coproducción es del Teatro Real y Teatro Español. Estamos ante un compositor de reconocida trayectoria, galardonado en 2012 con el Premio Nacional y en 2021 con este estreno de postín, inspirado en la obra homónima de Max Aub, un sabio de exilios cuyo texto conmocionó, desgarró, la sensibilidad de este gran compositor español. Tránsito se vuelve a programar hoy día 30 de mayo y los próximos 1, 2, 4 y 5 de junio.

¿Por qué un texto de Max Aub?

Leí la pieza teatral Tránsito de Max Aub en 2018. Su teatro breve escrito en el exilio en México, después de la Guerra Civil, es muy emotivo. Compuse entonces un breve fragmento pero lo abandoné por la composición de diversos encargos. En 2019 Joan Matabosh me encargó una ópera de cámara para ser estrenada durante esta temporada 2020-2021 y le hablé de mi interés por este texto. La idea le interesó mucho y volví a empezar la obra con una plantilla diferente: 18 músicos y 5 cantantes.  

Hábleme de la historia.

El tema es el del exilio de los españoles tras la guerra. Todo gira alrededor de la obsesión por el retorno, algo recurrente en cualquier exiliado.


¿Hay un componente político potente?

La obra tiene un componente ideológico - ¡está escrito por un exiliado! – pero esto no es lo trascendente del texto. Nos habla de ideas universales: la angustia, el complejo de culpa, la soledad, el desarraigo. El texto me conmocionó al leerlo y por esto me embarqué en esta ópera de cámara, vi sus posibilidades en cuanto lo leí. El conflicto dramático nos muestra al exiliado Emilio, que ha huido de España y dejado allí a su mujer, Cruz, y sus hijos, y la nueva relación con Tránsito, su pareja mejicana. Todo transcurre en una noche de insomnio del protagonista, que piensa con obsesión en España. Mi ópera, a la vez es verista: la realidad en México con Tránsito; y onírica: las apariciones de Cruz y su hijo Pedro son irreales, están en la mente de Emilio. Es una historia de desesperanza: «El mañana no es día sino noche sin fin».

¿Cree que hay algo de biográfico en el argumento?

Seguro, Max Aub fue asesor cultural en la embajada española en París, directamente nombrado por Azaña. Muchos autores esenciales de la cultura huyeron de España en aquellos años: Juan Ramón Jiménez, Luis Buñuel, María Zambrano o Luis Cernuda, entre muchos otros. Aub es detenido en un campo de concentración de Francia y escapa a Marruecos, de donde parte a México. En muchos pasajes de su obra literaria se narran hechos vividos por él.

¿Y la música?

Mi música última está cercana a la tonalidad, pero no tiene funcionalidad tonal. Podríamos hablar de un «color tonal». Las líneas melódicas vocales están compuestas de manera que siempre se entiendan. Ha sido fundamental para mí que el discurso narrativo fuera cristalino. El lenguaje es esencialmente diatónico.

«Mi música última está cercana a la tonalidad, pero no tiene funcionalidad tonal»


Es su primera ópera.

Mi primera ópera terminada. Antes había compuesto un par de fragmentos con sendos textos de Fermín Cabal, Medea, y de Juan Mayorga, Fedra, adaptaciones de tragedias griegas. La primera se acabó convirtiendo en Cinco momentos de Medea, para solistas, coro femenino y orquesta.

¿Fue importante el Premio Nacional de Música en su trayectoria?

Lo recibí en 2012 y sí, es un premio importante, muy prestigioso. Los premios tienen su valor, pero también te aseguro que se puede no tener ninguno y ser un artista de gran calidad y a la inversa. Para un compositor lo más importante no son los premios, sino la música.

¿Cuál es el criterio para decidir quién es buen compositor y quién no?

La música es el criterio.

Sí, pero lo malos compositores también hacen música.

Que la música tenga calidad, que aporte algo nuevo al mundo sonoro.

¿Habla de originalidad?

No como un fin. Lo importante para mí es hacer una aportación personal con tu música, y que sirva de ejemplo para otros músicos. Bach no era el compositor más original de su época. Se le consideraba anclado en el pasado, y algunos de sus hijos, como Carl Phillip Emanuel, eran más admirados que él. La historia ha dejado todo en su sitio.

«La Historia ha dejado todo en su sitio»


¿Es el más importante para usted?

Yo no soy muy mitómano. A mí me interesan muchos compositores: Orlando de Lasso, Victoria, Monteverdi, Mahler, Falla y muchos otros, que estudio regularmente y de los que siempre aprendo.

¿Se puede enseñar a componer?

En diferentes etapas de mi vida he dado clases de composición privadamente. Llevaba un periodo largo sin hacerlo y he vuelto con ellas; es bueno estar en contacto con los jóvenes. Soy de los que piensan, como Bartók, que no se enseña a componer sino que se aprende componiendo. Pero sí es cierto que existen una serie de rudimentos, severa formación armónica, contrapuntística, de instrumentación, amplios conocimientos de la tradición, sobre la estructura formal, etc., que se puede enseñar, pero más allá de eso, poco. 

¿Le gustaría tener tantos seguidores como el pop?

Nuestro mundo es otro. Góngora es leído por muy pocos. ¿Tiene el número de lectores que ver con la calidad? Lo que yo deseo es poder componer con libertad; siempre hay un público, pequeño pero interesado.

Verdi era muy popular.

Sí, y la zarzuela en España también. Son una excepción.  ¿La montaña mágica de Thomas Mann es comparable con una serie de televisión como tantas hay hoy? El mundo sonoro nuestro es muy exigente. El Cuarteto en la menor, opus 132 de Beethoven es una de las obras artísticas más extraordinarias que existen, desde mi punto de vista. Esto no deja de ser una opinión. Pero el común de los mortales no sabe ni que existe. 

Su ópera está escrita en español. ¿Es una zarzuela?

No, Tránsito es una ópera española. La zarzuela es un género histórico.

«Soy de los que piensan, como Bartók, que no se enseña a componer sino que se aprende componiendo»


Barce criticó a Adorno cuando hablaba del final de la música.

Todo el mundo es libre de decir lo que le desee. El problema comienza cuando algunas de las ideas de Adorno son consideradas como dogma de fe. El caso de identificar a Stravinsky con la restauración y a Schoenberg con el progreso, por ejemplo, entre otras muchas lindezas.

Valore la figura de Cristóbal Halffter.

Ha sido un compositor fundamental para entender la música de los últimos 60 años en España. Junto con Luis de Pablo renovaron el lenguaje sonoro patrio. 

¿Qué influencias tiene su música?

He tenido múltiples influencias en mi ya larga carrera, como no puede ser de otro modo. Lo importante ahora en mi música es cuánto de personal hay en ella y cuánto se puede identificar como única y exclusivamente mía, lo demás es trabajo de musicólogos.

Fotos: Fernando Frade / CODALARIO
Está prohibida su reproducción

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