Crítica del concierto de la Orquesta de Jóvenes de la Región de Murcia bajo la dirección de Manuel Hernández-Silva
Excelente renacimiento orquestal
Por José Antonio Cantón
MURCIA, 5-IX-2025. Auditorio Regional ‘Víctor Villegas’. Orquesta de Jóvenes de la Región de Murcia (ÖJRM). Solista: Amury Coeytaux (violín). Director: Manuel Hernández-Silva. Obras de Piotr Ilich Tchaikovsky y Antonín Dvořák.
La dirección artística del Auditorio de Murcia y la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia (ÖSRM) han querido impulsar nuevamente la idea de convertir su común sede con claro empeño y determinación en un centro de formación orquestal para jóvenes intérpretes contando con la inestimable colaboración artística del maestro hispano-venezolano Manuel Hernández-Silva, que ha llevado a recordar la idea que, al inicio de la década de los ochenta, llevó a José Manuel Garrido a realizar el proyecto de dedicar una atención especial a las nuevas generaciones de músicos creando en Murcia la primera orquesta de jóvenes de España y el destacado Festival Internacional de Orquestas de Jóvenes, inquietud que este recordado gestor cultural implantó a nivel nacional con la instauración de la JONDE el año 1983, cuando accedió a responsabilidades de administración cultural dentro del gobierno central.
La experiencia del director ha influido muy favorablemente para que en esta ocasión se haya escogido un grupo de muy determinante formación técnica que ha permitido realizar un programa romántico que favoreció un alto lucimiento de la orquesta, ocupando su primera parte con el Concierto para violín y orquesta Op. 35 de Piotr Ilich Tchaikovsky y la segunda con la Novena Sinfonía, ‘Del Nuevo Mundo’ de Antonín Dvořák. Para la pieza concertante el director ha invitado al violinista francés Amaury Coeytaux que ha supuesto un factor muy positivo por su magistral forma de activar su Stradivarius “Prince Leopold”, construido por el excelso lutier cremonés en 1715 que le permitió alcanzar un sonido prodigioso en los dos temas del Allegro moderato que abre el concierto, destacándose la cadencia en la que el solista llevó el instrumento a su más alta expresividad, cualidad que fue la nota común en la Canzonetta que ocupa la parte central de la obra, expuesta con especial sentido cantabile hasta llegar al Allegro vivacissimo final que, con un cuidado aire de rondó, definió sus dos temas destacando su extrovertido carácter folclórico, para ser refrendados por la extensa coda final y cargar de delicado misticismo la conclusión de este emblemático concierto. Ante la favorable respuesta unánime de un público entregado a su arte, Amaury Coeytaux ofreció una de las partes lentas de la Segunda Partita para violín de Juan Sebastián Bach que le sirvió para refrendar su enorme calidad musical que ha sido objeto de especial atención por parte de la Orquesta Filarmónica de Berlín al invitarlo como concertino para algunos de sus próximos compromisos de actuación, al considerar, entre otras cualidades, su capacidad de entonación y la adecuación emocional a la inspiración de cada autor.
El concierto alcanzaba máxima expectación con la sinfonía más representativa del gran compositor bohemio, Antonín Dvořák. El maestro Hernández-Silva ha sabido aprovechar su interpretación para dejar una vez más patente el momento de enorme madurez musical en el que se encuentra actualmente al combinar versatilidad e intensidad expresivas con un máximo respeto a la tradición interpretativa desde una claridad de lectura que sólo persigue un afán de perfección puesto al servicio de la música, destacando en todo momento una reflexiva construcción, organización y exposición del discurso al mantener constantemente una preocupación por una equilibrada elaboración sonora desde una cuidada dosificación de los efectos dinámicos, siempre muy enfatizados en su cinética gestual. Todas estas importantes cualidades han quedado de manifiesto en su afán por transmitirlas a la orquesta que ha sabido asumirlas con especial eficacia, de modo destacado por la amplia sección de cuerda, muy acertadamente escogida para esta ocasión, en la que ha quedado de manifiesto la capacidad didáctica de este director realzando la belleza de una música instalada en el mejor rango del repertorio sinfónico romántico.
Como colofón, el maestro tuvo unas palabras de agradecimiento a las familias de los jóvenes músicos de la ÖJRM por el apoyo que suponen para su carrera, mostrando su reconocimiento por el magnífico trabajo realizado por esta promoción de la orquesta que demostró en todo momento un alto grado de atención, una apasionante participación y una entusiasta entrega.
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