MONTSERRAT CABALLÉ: 'BUENA PARTE DE LA CULPA DEL MAL ESTADO DE ALGUNOS CANTANTES LA TIENE LA IGNORANCIA DE LA DIRECCIÓN ARTÍSTICA DE ALGUNOS TEATROS'

La Voz de Asturias (Miércoles, 1/9/10)

Habla con la seguridad de ser una de las más grandes. Montserrat Caballé critica, con conocimiento de causa, a los directores escénicos que no respetan a los compositores y a algunos directores artísticos a los que acusa de comportarse con ignorancia. Caballé y su hija Montserrat Martí actuarán hoy (Jueves, 2/9/10)  a dúo, a las 22.00 horas, en el teatro de la Universidad Laboral de Gijón.

- ¿Sabe que hay páginas en Internet que la consideran la mejor soprano de la historia?

- Lo cierto es que no tengo Internet. Es algo que me horrorizó desde que se inventó. Todo lo hago vía fax, porque de esta manera ni me gritan, ni tengo que discutir con nadie. Apenas tengo tiempo para preocuparme de las nuevas tecnologías, aunque las considero una buena herramienta para los jóvenes y para desarrollar determinados trabajos.

- Desde su experiencia, haga un diagnóstico de la situación que está viviendo el mundo de la lírica en la actualidad

- Siempre ha habido buenas voces. Cada diez años aproximadamente surgen voces de calidad, pero hoy en día los cantantes tienen demasiada prisa. La sociedad y, con ella, la juventud, viven a un ritmo más rápido que el que yo misma experimenté cuando era joven.  En mi época, la preparación era mucho más profunda, y se hacía con gran conocimiento de causa respecto al conocimiento de la voz y el propio cuerpo del intérprete.

- También es importante la figura de los grandes maestros

- Por desgracia, muchos jóvenes cantantes están bastante desconcertados a la hora de encarar su carrera musical, a veces porque carecen de la paciencia adecuada que da el saber esperar. Hay demasiada inquietud por todo: los móviles, Internet, el mundo en general va a una velocidad desconcertante. Esto hace que  muchos cantantes que empiezan no sientan de verdad la necesidad de aprender de la manera adecuada.

- ¿Qué pasos debe dar un joven intérprete?

- La carrera de un cantante necesita, como mínimo, una cierta preparación musical, previa a cualquier intento por cantar. Hay que estudiar tres o cuatro años de solfeo, armonía y demás conocimientos que doten al intérprete de las herramientas necesarias para comenzar a desarrollar su talento vocal con algún tipo de fundamento musical.  A partir de ahí habría que comenzar a experimentar con la voz, con la idea de profundizar en el conocimiento del cuerpo, la voz, y sus necesidades fisiológicas respecto al acto de cantar. Esto es fundamental.

- ¿Falta paciencia?

- En las nuevas generaciones la palabra paciencia no existe, siendo como es, la llave del éxito, y más en una especialidad como el canto. Quien ha estudiando cinco años de canto ya se ve subido en un escenario. Si es alguien que interpreta con un cierto gusto, aunque la técnica  todavía no sea la adecuada, se puede empezar a cantar algún papel.  Pero la realidad es que, si estamos hablando de un tenor, en lugar de comenzar por "L´elixir d´amore" de Donizetti, se empieza con "La bohème" de Puccini. Ahí es donde viene el problema, que se comienzan  a cantar papeles que, por la formación, todavía vienen demasiado grandes y causan problemas.

- ¿Sólo tiene la culpa el cantante?

- Buena parte de la culpa del mal estado de muchos cantantes la tiene la gran ignorancia que hoy en día existe en la dirección artística de algunos teatros. En lugar de tener verdaderos expertos contratan a funcionarios, que hacen bien cierto tipo de trabajo, pero no entienden nada de voces.

- Cuesta encontrar cantantes para ciertos papeles

- Es que se plantean las programaciones pensando en las obras y no en los tipos de cantantes disponibles. Se dice: vamos a hacer un "Otello", o una "Tosca",  o incluso el "Tristán", y se programan obras de gran exigencia vocal sin tener a los intérpretes adecuados. Hace medio siglo, los teatros se planteaban la situación de otra manera. Primero veían qué cantantes tenían y, a continuación, elegían los títulos a representar.

- Esta inercia está acortando mucho las carreras

- Se estropean muchas voces de calidad porque ofrecen a jóvenes que poseen buenos instrumentos líricos papeles que les quedan grandes. No se puede ofrecer a una soprano joven papeles dramáticos. Antes de cantar "Aida" hay que cantar "La bohème" o encarnar a Liu, de "Turandot". Es una pena, porque hay voces espléndidas que a los ocho años de carrera ya están deterioradas.

- Una de las cualidades de un gran cantante es la inteligencia

- Cuando un cantante elige un papel,  primero debe valorar si le va bien a su voz musicalmente, si ama la creación del compositor y si es capaz de vivir el personaje porque, si no es así,  no se presta la atención adecuada a los matices del texto.

- Es mejor no hablar del trabajo de algunos directores de escena

- Muchos directores de escena, con la excusa de actualizar las obras para hacerlas más accesibles al público de hoy en día, no respetan las normas de la ópera, y faltan al respeto al compositor y libretista. Muchos de ellos provienen del teatro, que es muy diferente a la ópera, donde una frase textual puede ser concluida por la orquesta. Hay que aclarar que respetar las obras no significa obligatoriamente ser  un carroza o ser un servil, como dicen muchos de ellos. La creatividad de un director de escena nace del respeto que tienen por el creador. Y si no existe ese respeto, no hay inspiración.

-  ¿Un director de escena debe ser un creador?

- No en el sentido que tanto abunda. Hoy en día, parece que si no se logra un gran abucheo no se ha obtenido un triunfo. Yo he tenido la oportunidad de trabajar con grandes directores de escena como Strehler, Zeffirelli o el propio Visconti, con el que sólo trabajé una vez pero fue una gran lección como director. Todos ellos son creadores que trabajaban con un profundo respeto a los demás. Nunca hablarían de su trabajo diciendo  de una ópera: es ¡mi "Traviata"!

- ¿Ha visto alguna producción que le haya llamado la atención últimamente?

- La verdad es que tengo poco tiempo para entretenerme, y el que tengo lo uso para profundizar en ciertas obras inéditas de algunos compositores, con la idea de llegar a conocerles bien.  De la misma manera que a un escritor no se le puede conocer con solo leer uno de sus libros, para llegar a conocer a los grandes compositores hay que profundizar en todo su repertorio.

- ¿Le ha resultado difícil compatibilizar su carrera con su familia?

- La familia siempre ha sido lo más importante, junto al lado humano que conlleva la convivencia con las personas, las razas, las religiones e ideologías. Porque no estamos solos en el mundo, y todos pensamos cosas muy diferentes, por eso es necesario tener un cierto respeto por el otro, para lograr entender sus puntos de vista y, de esta manera, contribuir a una mejor convivencia. Personalmente, mis padres han sido muy importantes. Lamentablemente les he perdido, pero tengo mi familia, que es algo sagrado, es el tronco  que viene de un árbol que da nuevos frutos.

- Daniel Barenboim o Plácido Domingo dedican parte de su vida pública a  apoyar cuestiones extra musicales ¿Cree que los grandes artistas pueden influir en cuestiones políticas?

- En la política no sé, pero en el pueblo llano sí, porque los políticos defienden  cada uno sus posturas, pero si uno permanece neutral ideológicamente, como es mi caso, pienso que sí. Yo soy Embajadora Honoraria de las Naciones Unidas desde hace años. Para mí es una entidad sagrada. Yo creo que debemos hablar unidos, y tender a quitar fronteras y fomentar el respeto mutuo, y no imponer una sola dirección.

- ¿Cómo catalana, cuál es su opinión sobre la prohibición de las corridas de toros en Cataluña?

- A mí me gustan los toros. Mi padre me llevaba a verlos desde pequeña. No me gusta que se prohíban, porque en Cataluña hay mucha gente a la que le gustaría ir a ver una corrida y que ahora se sienten frustrados. Creo en la libertad de poder ir a ver una corrida de toros. Por otro lado, también me parece bien el respeto a los animales. Hay quien ha propuesto que no se les mate, lo que podría haber sido una opción válida. No obstante, el toreo es un arte maravilloso. No estoy de acuerdo con su prohibición.

- ¿Se encuentra bien de salud?

- Sí, gracias a Dios.