Las agrupaciones catalanas muestran músculo en la última semana del Festival de Música Antiga dels Pirineus

   El FeMAP [Festival de Música Antiga dels Pirineus] se va acercando al final de su intensa programación a lo largo de un mes y medio. Desde el inicio de julio, la actividad del festival pirenaico ha sido incesante, llevando a decenas de minicipios catalanes y andorranos las propuestas en músicas históricas de numerosas agarupaciones nacionales y foráneas. El inicio de la última semana de programación sirve para poner en valor el auge del historicismo entre los jóvenes músicos catalanes, con la presencia de tres agrupaciones de la región, como son Solnegre, Il Mondo che Gira y la Acadèmia Música Antiga de Caimari.

   Solnegre, conjunto conformado por Cristina Altemir [violín barroco], Jordi Giménez [sacabuche] y Ferran Pisà [tiorba] llevarán su programa Miasma, la pesta a Milà l’any 1630 a las localidades de La Pobleta de Bellveí [lunes 14 de agosto] y Vilanova de Banat [martes 15] –ya lo han presentado en Tiurana–. Una mirada a los violinistas milaneses de principios del siglo XVII, que tuvieron un papel clave en la propagación de este instrumento en toda Europa y en la diseminación de la estética del Barroco. Sin embargo, en 1630, una grave epidemia de peste asoló la ciudad y acabó con la trayectoria de esta generación de músicos. Cuando se declaraban los primeros casos de peste en una ciudad como Milán, pronto se convertía en un escenario de desolación marcado por la muerte, la escasez de alimentos y las restricciones sociales. En este contexto, las producciones artísticas procuraban dar esperanza al pueblo a la vez que retrataban la angustia y el miedo que se vivía en las casas y en las calles. Este programa presenta obras sacras de tres autores que murieron infectados en el desastre milanés: Giovanni Battista Fontana, Pablo Cima y Dario Castello.

   Por su parte, Il Mondo che Gira ofrecerá su propuesta titulada Affectum en Espot [martes 15] y Ripoll [miércoles 16]. La agrupación está integrada por Maria Roca y Elisabet Bataller [violines barrocos], Oleguer Aymamí, [violonchelo barroco], Marc Díaz [órgano positivo]. Ya desde la antigüedad clásica y durante toda la historia se ha hablado de la conexión entre la música y el arte con las emociones y pasiones más íntimas del ser humano. Este programa propone realizar un viaje hacia el interior para relacionar lo que se escucha y se ve con la emoción de la experiencia vivida, vinculando la naturaleza del sonido (música) y el gesto (danza) con sentimientos y emociones conocidas como la alegría, la tristeza, la furia y la calma, entre otros. Los músicos de Il Mondo che Gira, acompañados de la danza de Jaume Sangrà, construyen una poética escénica que invita a disfrutar de la música desde un lugar más sensorial y menos racional.

   Concluye la tríada la Acadèmia Música Antiga de Caimari, que cuenta para la ocasión con Eva Febrer [violín barroco], Serena Leonardi [viola da gamba] y Tomeu Seguí [clave]. El público asistente a los conciertos en La Molina [miércoles 16] y Vilamitjana [jueves 17] presenciará su Otra mirada a Bach, programa que tiene al Trío sonata n.º 5 en do mayor, BWV 529 como obra central. El objetivo era que su primogénito Wilhelm Friedmann se convirtiera en un gran virtuoso del órgano, lo que pronto consiguió. La Acadèmia Música Antigua de Caimari presenta esta obra desde otra mirada, ya que originalmente fue escrita para órgano. Sus melodías, los temas fugados de voces que se encabalgan en forma de imitación y la arquitectura musical de cada movimiento, entre otros, configuran en la composición una belleza inalcanzable que trasciende espiritualmente. Completan el programa otras piezas instrumentales de Bach.