La agrupación hispano-suiza debutará en la programación oficial del considerado como el festival más importante del mundo en cuanto a las músicas históricas se refiere, con un monográfico dedicado a George Frideric Handel
El ensemble BREZZA, con esencia española y sede en la ciudad suiza de Basel, que está especializado en la interpretación histórica de la música, debutará en la sección principal del considerado como el festival más importante del mundo en las músicas históricas, el Festival Oude Muziek Utrech. Su concierto tendrá lugar el 31 de agosto, a las 17:00, en el teatro legendario TivoliVredenburg, una de las sedes principales del festival. Tras su éxito cosechado con el lanzamiento de su primer CD «Rinaldo» a cinque y después de lograr tres premios en el concurso realizado en el mismo festival un año antes, la formación rinde homenaje a uno de sus compositores fetiche, George Frideric Handel, con un nuevo programa junto con el mediático sopranista Maayan Licht titulado Handel in Motion.
La agrupación, cuyo interés musical se centra en la combinación instrumental barroca de la viola da gamba, traverso barroco y clave, está integrada por Pablo Gigosos [traverso barroco], Marina Cabello del Castillo [viola da gamba] y Teun Braken [clave], a quienes se unen para la ocasión la colaboración del violinista barroco Jonas Krebs, el tiorbista Elias Conrad y el contrabajista Daniël Muskitta. Además, la formación rescata las composiciones de carácter improvisado conocidas como preludios, siendo ya una práctica habitual en los conciertos de BREZZA.
El programa, propone un viaje fragmentado por tres ejes esenciales de la experiencia humana: el deseo, la pérdida y la transformación del amor. A través de arias y piezas instrumentales extraídas de diferentes óperas y oratorios, las escenas se enlazan con preludios improvisados –auténticos recitativos instrumentales– que revelan la profundidad psicológica de los personajes sin necesidad de palabras. Virtuosismo, dolor, belleza natural y renovación interior se entrelazan para ofrecer un retrato emocional tan discontinuo como coherente, en el que cada fragmento refleja la intensidad de la obra del compositor.
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