CODALARIO, la Revista de Música Clásica
Está viendo:

Crítica:  Concierto de Pérgamo Ensemble en Zaragoza

  • Comparte en Facebook
  • Comparte en Twitter
  • txcomparte_whatsapp
Autor: David Santana
24 de mayo de 2025

Crítica de David Santana del concierto ofrecido por el Pérgamo Ensemble, con la soprano Elisabeth Hetherington, para la Filarmónica de Zaragoza

Pérgamo Ensemble

Zelenka brilla en Zaragoza

Por David Santana
Zaragoza. 21-V-2025. Auditorio de Zaragoza. Filarmónica de Zaragoza. Pérgamo Ensemble, Elisabeth Hetherington, soprano. Trio sonata n.º 3, TWV 42:g5 y Cantata TWV 1:1728 “Zeug, ohn Verzug, in deinen Nöten” de G. P. Telemann y Sonata, ZWV 181 y Salve Regina, ZWV 135 de J. D. Zelenka.

   El Pérgamo Ensemble llega por primera vez a Zaragoza para mostrar, dentro del ciclo de conciertos de la Filarmónica, sus capacidades. No es plaza fácil, ya que el público está acostumbrado a escuchar el excelente trabajo que desde hace años llevan haciendo grupos historicistas como Al Ayre Español de Eduardo López Banzo y Los Músicos de Su Alteza con Luis Antonio González. Hay escuela, pero también el público sabe apreciar un buen material barroco.

   Pérgamo Ensemble debutó con un repertorio bastante poco habitual, con obras que, como bien explicó Guillermo Turina, el violonchelista, no se interpretaban hasta que esta agrupación las sacó del olvido, lo que añadía aún más expectación, si cabe, a la velada que nos aguardaba.

   Aunque no hubo descanso, podemos dividir el concierto en dos partes: una primera dedicada a Telemann y una segunda a Zelenka. En ambos casos, una pieza instrumental precede a la vocal.

   Telemann es, en general, un compositor más “tradicional”. Su Sonata presenta tres líneas claramente diferenciadas en las que el bajo continuo no destaca demasiado y todo el peso de la pieza cae en el violín y el oboe. Ambos estuvieron muy claros, esgrimiendo un sonido y fraseo muy naturales, muy orgánicos. En la Cantata se suma la voz que, junto al oboe, lleva el papel principal, mientras que el violín pasa en algunos momentos a tener un rol más secundario. Aun así, Kinga Ujszászi supo darles un color muy interesante a sus arpegios. Soprano y oboe empastaron muy bien en cuanto a timbre. Elisabeth Hetherington ha desarrollado su carrera principalmente en el campo de la música antigua y se nota, por ejemplo, en que evita usar el vibrato de manera impropia del estilo, aun a riesgo de que su voz pierda algo de cuerpo. Un aspecto interesante es el uso inteligentísimo que hace de las consonantes, aprovechándolas para dotar de una mayor musicalidad al fraseo.

   Zelenka, aunque contemporáneo de Telemann es otro mundo. Lo descubrí hace ya casi una década escuchando Radio Clásica de casualidad y, desde entonces, aún no he escuchado algo de este compositor checo que no me haya gustado. Todas las semanas santas me gusta volver a escucharme sus Lamentaciones del Profeta Jeremías grabadas por Tomás Král en 2014. Sus obras religiosas tienen una mística profunda, una instrumentación muy original y las partes vocales son auténtica orfebrería musical.

   Poder escuchar música de Zelenka en directo es todo un privilegio que debo agradecer a Pérgamo Ensemble. Para seguir loándole, podemos hablar de como en su Sonata sobresalen todos los instrumentos. Entre el violín y el oboe crea un diálogo en el que los puntos de tensión se suceden, algo que aprovecharon los intérpretes para sobresalir en cada momento oportuno. La parte del violonchelo es mucho más interesante en la Sonata de Zelenka que en la de Telemann. Aquí sí, pudimos apreciar el virtuosismo de Guillermo Turina, rítmico y con un grave potente y lleno de armónicos, muy compenetrado con el órgano, pero darle un “extra” a ese bajo continuo que hizo mucho más interesante esta interpretación.

   El Salve Regina es una pieza preciosa a la que se lo podría haber sacado más partido. Zelenka compuso principalmente obras religiosas católicas en un territorio protestante, pues trabajó para el converso elector de Sajonia y, posteriormente rey de Polonia, Augusto II. Así pues, es natural que sus obras tengan un componente evangelizador o, al menos teológico. En el Salve Regina del Pérgamo Ensemble me faltó que ahondaran más en este aspecto de la obra del checo. No se puede acometer con el mismo carácter el saludo Salve Regina que la súplica: ad te suspiramus gementes et flentes, o la parte que nombra al Salvador. En este aspecto Hetherington estuvo bastante plana, aunque técnicamente no hubiera mácula alguna. El violonchelo volvió a destacar con gran protagonismo en los “movimientos” intermedios, mientras que en el final escuchamos un precioso dúo entre violín y oboe y un delicado y hermoso melisma sobre el último Virgo Maria por parte de la soprano.

   Un repertorio muy interesante que, sin duda, el público supo apreciar tanto como la crítica, y es que Zelenka no es para menos, ojalá se acabe volviendo un habitual de los repertorios barrocos.

  • Comparte en Facebook
  • Comparte en Twitter
  • txcomparte_whatsapp

Compartir

<< volver

Búsqueda en los contenidos de la web

Buscador

Newsletter

Darse alta y baja en el boletín electrónico