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ROBERTO BELTRÁN-ZAVALA: «Mi período en Guanajuato fue extraordinariamente enriquecedor»

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Autor: Aurelio M. Seco
1 de febrero de 2025

El director de orquesta mexicano Roberto Beltrán-Zavala, entrevista de portada de Codalario en febrero de 2025

Roberto Beltrán-Zavala

ROBERTO BELTRÁN-ZAVALA: «Mi período en Guanajuato fue extraordinariamente enriquecedor»

Una entrevista de Aurelio M. Seco | @AurelioSeco
Roberto Beltrán-Zavala ha marcado la trayectoria de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato [OSUG], un conjunto que ha dirigido desde 2015 hasta 2023, cuyo nombre no sonaba con tanta fuerza antes de su llegada y que, tras su marcha, ha dejado en una situación institucional destacable. Músico apasionado y ambicioso, director de grandes retos, gestor inteligente, hombre elegante y cordial, Beltrán-Zavala acaba de renovar como director artístico del Festival Palermo Classica, y afronta una perspectiva profesional ilusionante, con la mirada puesta a ambos lados del Atlántico, España incluida.

Hábleme de su experiencia en Guanajuato. Haga balance de lo conseguido en todos estos años.

Mi período en Guanajuato fue extraordinariamente enriquecedor; pienso que para ambos, orquesta y director pero, en cualquier caso, sin duda para mi. Logramos expandir sustancialmente el repertorio y hacer de manera sistemática y organizada, ciclos sinfónicos completos (Beethoven, Brahms, Schumann, Mahler, Shostakovich, Rachmaninoff, etc) y así, desarrollamos juntos una cultura de sonido única e identificable.  No es lo mismo abordar esporádicamente una u otra sinfonía a lo largo de una temporada, que aproximarse a los ciclos completos de manera integral y profundizar en el lenguaje y estética de uno u otro compositor.  Hoy por hoy, la OSUG tiene su propio sonido y personalidad y desde el inicio de mi período al frente de la orquesta, consideré este aspecto una de mis prioridades a desarrollar.  

Así mismo, gracias a una absoluta confianza mutua y mucho entusiasmo, logramos abordar con éxito enormes retos artísticos, logísticos e institucionales.  Incrementamos enormemente la exposición internacional de la orquesta, literalmente triplicamos la asistencia del público, realizamos una muy importante gira por Europa, realizamos varias grabaiones de obras capitales y comenzamos a hacer opera de manera regular. Por supuesto que también hicimos un esfuerzo por cuidar la tradición de la OSUG de realizar regularmente estrenos de obras, y expandimos esta actividad al ámbito académico.

Todas esto, en el marco de una planeación artística muy cuidada derivó en un enorme incremento en la calidad artística de la orquesta y en el cumplimiento de otro de mis objetivos prioritarios: lograr que la orquesta se convirtiera en un espacio de encuentro para muy diversos sectores de la sociedad. 

«La OSUG tiene su propio sonido y personalidad y desde el inicio de mi período al frente de la orquesta, consideré este aspecto una de mis prioridades a desarrollar».

¿Cómo llegó usted a la Sinfónica de la Universidad de Guanajuato?

En 2014, el entonces Director Titular Juan Trigos me invitó por primera vez como huésped. Muy poco después de mi primera participación, fui invitado de nuevo para participar en 2015 y, para entonces, la semana en la que los visitaba por segunda vez coincidió con el período en el que la orquesta estaba en búsqueda de un nuevo Titular.  Tuve la suerte de haber obtenido una alta votación de la orquesta, y el resto es historia.

Ahora bien, aunque yo personalmente no tenía ningun vínculo previo con la orquesta, mi padre ya habia aparecido con ellos un par de veces como solista (piano) durante los años fundacionales del Maestro Rodríguez Frausto en los sesentas del siglo pasado.

La música rusa de autores como Shostakóvich y Rajmáninov ha formado parte importante de su trayectoria. ¿Se puede decir que es uno de sus repertorios favoritos?

Pienso que las distintas músicas “resuenan” de manera distinta en cada uno de nosotros, es decir, no todos reaccionamos igual a toda la música. Con frecuencia nos encontramos ante música que, aunque disfrutemos de escucharla, no “resuena” con mayor potencia en nuestro cuerpo y alma. Y también nos encontramos ante música que inmediatamente “resuena” casi de manera furiosa en nosotros, como si nos habitara. Con el tiempo vamos dilucidando qué obras o qué compositores “resuenan” fuertemente en nosotros. Como si, sin saberlo, ya los lleváramos dentro y poco a poco fueramos descubriendo que ahi estaban. Efectivamente, ese es mi caso personal con Shostakovich y Rachmaninoff, sin duda también con Mahler. ¡Aunque afortunadamente no son los únicos! 

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También ha incluido en el repertorio de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato partituras que han hecho historia, no sólo en la entidad, sino enla música mexicana. No hay muchos directores de su país que hayan dirigido la Octava sinfonía de Mahler, o el Poema del éxtasis de Scriabin..

El poema del éxtasis o la Octava de Mahler no son obras frecuentemente interpretadas, no solo en México, en cualquier parte del mundo. ¡Mucho menos juntas!, como lo hicimos nosotros en 2022.  Ese programa en particular (Poema del éxtasis/Mahler 8) fue una locura que nos llevó a todos, director, orquesta y staff al límite de nuestras capacidades. Pero estoy convencido de que eso era lo que queríamos y necesitabamos como equipo, como “familia” creativa. El concierto fue un éxito rotundo y si hubiera ocurrido solo porque yo lo quería, muy probablemente hubiera sido un fracaso.  

Ya en años anteriores habiamos hecho programas similares que nos retaban a dar el 150% de nosotros. Por solo mencionar un par de ejemplos, alguna vez hicimos una opera de cámara semi-escenificada, Estados de alerta de Philipe Manoury (con un set de percusiones solistas que ocupaban cuando menos dieciseis metros cuadrados) y después de la pausa, La consagración de la primavera, ¡todo en un solo programa! Fue una locura técnica para la orquesta y logística para el staff. En ocasiones hacíamos tres programas diferentes en una sola semana y en 2021 hicimos todas las sinfonías de Beethoven en solo dos semanas. Todo con un alto nivel artístico y técnico y siempre con el compromiso y la disciplina de ofrecerle al publico lo mejor de nosotros. Tales proyectos se convirtieron en un enorme orgullo para todos y, la orquesta, lejos de protestar, lo celebraba y lo disfrutaba mucho. Fueron años de mucho entusiasmo y ambición constante de seguir creciendo artísticamente.

¿Qué ha aportado usted a la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato?

Pienso que esa es una pregunta que solo la orquesta y el público pueden responder.

«Hacer El poema del éxtasis y la Sinfonía nº 8 de Mahler fue una locura que nos llevó a todos, director, orquesta y staff al límite de nuestras capacidades»

Su trabajo ha sido fundamental para poner a la ciudad de Guanajuato en el mundo de la música sinfónica, convirtiéndose en una de las orquestas más destacadas de México. ¿Cuáles han sido las líneas maestras de su trabajo allí? 

Cuando llegué a la OSUG, la orquesta tenía ya una posición fuerte en el panorama nacional pero por diversas razones, estaba saliendo de un período muy dificil.  Al margen de lo artístico e institucional, era evidente que la orquesta necesitaba recuperar su orgullo y confianza en si misma, y esa fue también una de mis principales tareas. El ingrediente fundamental fue la confianza.

Desde el inicio yo mostré claramente una fé ciega en las posibilidades de la orquesta y ellos confiaron en mi. Con este punto de partida logramos proponernos retos que nos permitieron crecer mucho y ganarnos un lugar de respeto y aprecio internacional. Logramos incrementar la posición de la orquesta a nivel nacional y obtuvimos un lugar muy digno en la escena europea.  Nos ganamos la confianza y el apoyo de grandes solistas internacionales (Jorgen van Rijen, Francesca Dego, Daniel Rowland, Eva Gevorgyan, Shlomo Mintz, Erik Bosgraaf, etc) que comenzaron referirse a nosotros en sus redes sociales de manera muy positiva y al cabo de un tiempo, la prensa europea comenzó a seguir y reportar nuestras actividades. 

Aparte de la confianza y la convicción profunda por la música, creo que las claves fueron disciplina, autocrítica, una programación muy ambiciosa y muy detalladamente planeada y una red de solistas y directores internacionales del más alto nivel, dispuestos a contribuir al desarrollo de la orquesta.  

¿Después de casi nueve años, era hora de marcharse?

Sí. Comenzó a resultar evidente que habíamos logrado las metas que nos habíamos propuesto y que el fin de mi ciclo se acercaba. A mediados del 2023, algunos principales de la orquesta y yo, comenzabamos ya a evaluar la mejor manera de generar una transición ordenada aunque al final todo fue un poco precipitado.

¿No echará de menos la ciudad? Es una de las más bonitas y tranquilas del país, además de la comida, el restaurante Casa Valadez…

¡Por supuesto! Tantos recuerdos en un lugar tan inspirador y privilegiado como lo es la ciudad de Guanajuato...  Y claro, el restaurante Casa Valadez que se convirtió literalmente en mi segunda casa.

«Palermo Classica es un festival verdaderamente único, con una dinámica operativa y de programación muy distinta a la de festivales más tradicionales»

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Es llamativo que el público de sus conciertos estuviera compuesto en un alto grado por gente joven. En Europa el público está envejecido y en México rejuvenecido… ¿Por qué?

La conformación del público en una u otra región geográfica es multifactorial y lo primero que hay que considerar es la demografía. México es un país de gente joven: el promedio de edad media es de veintinueve años mientras que en Europa es de cuarenta y cinco. Este simple dato responde  gran parte de la pregunta.  

Ya en una apreciación mas personal y subjetiva, considero que en México hemos logrado “liberar” en gran medida a la música de concierto de su imagen de “exclusiva, elitista, etc”. La publicidad de conciertos está muy simple y llanamente dirigida a públicos jóvenes, sin mayores pretensiones que las de entusiasmarlos por lo que las orquestas ofrecen.  Es decir, se centra en la materia, prescindiendo de todo el glamour que suele acompañar a las campañas en Europa. El lenguaje es simple y directo y los conciertos son economicamente muy accesibles. 

Finalmente, siendo la educación musical temprana un factor determinante para la creación de públicos, considero que otro elemento importante es el hecho de que en México lo que el Estado ha dejado de hacer en términos de educación musical, ha sido rescatado por la iniciativa privada, en algunas regiones del país de manera muy robusta. La materia de música se eliminó hace varias decadas del currículo obligatorio de las escuelas primarias, al igual que en Europa. La diferencia está en que en México, en varias regiones del país este vacío ha sido llenado muy exitosamente por la iniciativa privada con programas absolutamente gratuitos de educación musical para niños y adolescentes mientras que en Europa, la educación musical infantil y juvenil es solo accesible para las familias que pueden pagarla de manera privada. 

Usted vive en Europa. ¿Es difícil viajar constantemente de un lado al otro del charco?

Los viajes constantes, dentro o fuera de Europa, tienen un inevitable impacto negativo en la salud, pero viajar es inherente a lo que hago. Disfruto mucho del enorme privilegio de poder visitar constantemente distintas ciudades en distintos paises, interactuar con muy distintas personas en diversos lenguajes. Esto es uno de los grandes privilegios de mi oficio. Durante algunos años fui muy irresponsable en términos de mi salud, no ponía la más minima atención a mi descanso ni a tratar de mantener una cierta estructura. Tuve que pagar un precio muy alto y hoy en día soy mucho más consciente de como puedo y debo cuidarme.  Desde que dejé Guanajuato viajo un poco menos al continente americano pero la diferencia no es muy grande. Quizá lo más dificil para mi es no estar con mis hijos, a veces por períodos bastante largos.

«En México hemos logrado “liberar” en gran medida a la música de concierto de su imagen de exclusiva, elitista, etc»

Hábleme su cargo en Sicilia, como director artístico del Festival Palermo Classica, cargo que ha renovado recientemente.

Palermo Classica es un festival verdaderamente único, con una dinámica operativa y de programación muy distinta a la de festivales más tradicionales. En la edición de verano hacemos más de cien conciertos con artistas de todo el mundo, en su mayoría artistas jóvenes en el inicio de una carrera internacional de mucho prestigio. El festival ha sido la plataforma de lanzamiento de figuras que hoy en día ya ocupan un lugar prominente en la escena internacional como Valentina Lisitsa y Eva Gevorgyan, y también presenta regularmente a superestrellas como Shlomo Mintz, Ivo Pogorelich o Igudesman & Joo. Tenemos una sección de jazz de primerísimo nivel (Yamandu Costa, Joey Calderazzo, Eddie Gomez, etc), hacemos conciertos sinfónicos y opera al aire libre.  

Tenemos cuatro sedes y con frecuencia llevamos música literalmente a la calle. Lo interesante es buscar una programación que vincule a la mayor cantidad de artistas posible, es decir no solo invitamos a los artistas para prsentarlos en sus propios programas sino que también buscamos encontrar combinaciones entre ellos.  Les proponemos ditintos programas en distintas configuraciones, proporcionamos un lugar de ensayo y de esa manera se generan nuevas propuestas de programación de grupos de cámara.  Es como una especie de cita musical a ciegas, en algunos casos no ha habido mucha química pero la mayoría de las veces ha sido un gran éxito.   También tratamos de incorporar a gente común, habitantes de la ciudad que no son músicos y en ocasiones al mismo público a participar como figurante o actores en los montajes de opera. Así, la sinergia entre artistas y la participación de los mismos palermitanos genera un ambiente muy especial en la ciudad y en los conciertos.

En los últimos años, directores mexicanos han hecho carrera en España: Alondra de la Parra, Carlos Miguel Prieto, Iván López-Reynoso… ¿Cuándo le veremos a usted por nuestro país?

Espero que muy pronto, ahora que tengo un poco más de tiempo en mi calendario.

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