Crítica de Magda Ruggeri Machetti del concierto dirigido por Antonio Pappano en Bolonia al frente de la Sinfónica de Londres, con Lisa Batiashvili como solista
El concierto de la temporada
Por Magda Ruggeri Marchetti
Bolonia. Auditorium Manzoni, 9-VI-2025. Bologna Festival. Sección Grandes Intérpretes. Till Eulenspiegels op.28 de Richard Strauss. Concierto n.5 en La mayor KV 219 para violín y orquesta de Wolfgang Amadeus Mozart. Sinfonía fantástica op.14 de Hector Berlioz. London Symphony Orchestra. Director: Antonio Pappano.
Antonio Pappano ha querido celebrar su primera temporada como director principal de la London Symphony Orchestra con una gira que toca los EEUU, Japón, Corea, China y las grandes capitales europeas, honrando en esta ocasión a la ciudad de Bolonia. Su relación con esta orquesta no es reciente, remontándose el primer concierto a 1996. Pappano es uno de los directores de orquesta más solicitados hoy, aclamado por su leadership carismática y por sus performances inspiradas tanto en el repertorio sinfónico como en el operístico. Es director musical emérito de la orquesta de la Accademia di Santa Cecilia de Roma, de la que ha sido director musical desde 2005 a 2023. Pappano es también muy apreciado como director de ópera en los máximos teatros internacionales así como director huésped de las orquestas más prestigiosas del mundo.
El concierto inició con el Till Eulenspiegels lustige Streiche, que Strauss definió “poema sinfónico en forma de rondó de una antigua melodía burlesca”. La forma de rondó le pareció la más adecuada para representar el vagabundeo de Till en la medida en que le permitía retomar el tema principal antes de cada nueva aventura y desarrollar los contratemas en las partes de enlace. Fue completada el seis de mayo de 1895 y ejecutada en los conciertos Gurzenich de Colonia el cinco noviembre del mismo año, dirigida por Franz Wullner. La ópera está dividida en cinco episodios que evocan las aventuras del protagonista precedidas por una introducción y seguidas por un epílogo. La introducción está confiada a los violines mientras la trompa presenta el tema principal, el de Till. El epílogo vuelve a evocar su figura y la música recuerda la introducción.
El director propuso a continuación el Concierto n.5 en La mayor para violín y orquesta que Mozart compuso cuando tenía 19 años. Es natural que tuviese presente los conciertos para violín con los que había estado en contacto en sus viajes a Italia. Tras la introducción orquestal el solista expresa con un Adagio un nuevo clima de tipo melódico. El Rondeau refleja la influencia francesa en Tempo di minuetto alternado con episodios contrastantes, uno de los cuales tiene un planteamiento orientalizante y la partitura se concluye con gran simplicidad. El atractivo de este concierto gravita en el solista, en este caso Lisa Batiashvili, una violinista alemana de origen georgiano que ha estrechado relaciones de largo tiempo con las orquestas, directores y músicos más importantes de la escena internacional. En 2021 ha creado y continúa dirigiendo la Fundación Lisa Batiashvili para apoyar en su carrera musical a los jóvenes georgianos de talento. Se ha exhibido en numerososos festivales y con las orquestas más importantes. Vive en Berlín y toca un Joseph Guarnieri “del Gesù” de 1739 prestado por un coleccionista privado. El público aplaudió repetidamente a la violinista que concedió un bis.
En la segunda parte de la velada el director propuso la Sinfonía fantástica de Hector Berlioz, que compuso con 27 años. Esta sinfonía tiene como subtítulo “Episodios de la vida de un artista” y está dedicada al Zar Nicolás I. Se compone de cinco movimientos en lugar de los cuatro tradicionales: Su música se transforma en una melodía que retorna a menudo: es la famosa idée fixe de la sinfonía. En el primer movimiento (Rêveries, passions. Largo - Allegro agitato e appassionato assai) el jóven recuerda sus sensaciones antes y después de conocer a la mujer amada, su melancolía y sus celos. En el segundo (Un bal. Valse: Allegro non troppo) el jóven encuentra a la amada en una fiesta. El tercero (Scène aux champs. Adagio) transcurre en una atmósfera tranquila, interrumpida solo por la aparición de la amada. El cuarto (Marche au supplice. Allegretto non troppo) describe el cortejo lúgubre y solemne. En el quinto y último (Songe d’une nuit du Sabbat. Larghetto - Allegro assai Dies Irae - Ronde du Sabbat. Sans presser) la amada viene al Sabba mezclándose con la orgía. Hemos intentado explicar la partitura, aunque la importancia de estas páginas reside en la música pura y maravillosamente expresiva.
El público entusiasta se resistía a abandonar la sala con sus aplausos y ovaciones, hasta conseguir del director un bis, una pavana.
Foto: Giuseppe Lanno
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