Dice el DRAE en relación al término ostinato lo siguiente: (Del it. ostinato; literalmente 'obstinado'). 1. m. Mús. Motivo que se repite insistentemente durante una buena parte de una composición musical. La definición, aunque simple, resulta meridianamente clara, incluso para alguien que no haya escuchado el término en toda su vida o cuyo acercamiento a la música sea casi inexistente. Otra cosa bien distinta sucederá si intentamos conocer de una manera más profunda el término italiano, que tanto desarrollo ha tenido durante buena parte de la historia de la música, pues encontraremos que esta definición comienza a quedarse insultantemente pequeña ante la complejidad estructural y la diversidad tipológica de los ostinatos -permítasenos el término a la española- que tuvieron gran desarrollo sobre todo en el Renacimiento y culminando en el Barroco, período en el que se erigió como una de las grandes técnicas compositivas utilizadas de manera común por cualquier compositor que se preciase, y que posteriormente ha seguido siendo utilizado, aunque ya no como un pilar estructural y de un manera muy diversa, llegando incluso hasta finales del siglo XX con ese tendencia que tiene la repetición como base y que es tan bien conocida por todos: el minimalismo.
Parece que el primer ejemplo reconocible como ostinato se tiene ya en el siglo XIII, concretamente en el célebre canon titulado Summer is icumen in, en el que tres notas se repiten de manera incesante durante lo que dura la misma. A lo largo del Renacimiento el uso del ostinato fue aumento de manera interesante, sobre todo con el desarrollo de la música instrumental, tanto al servicio de la danza -en un principio-, como con un carácter más solístico y virtuoso -posteriormente.
Ya en el Barroco el desarrollo del ostinato resulta absolutamente exponencial, apareciendo, sin embargo, teorizado el concepto con este nombre por primera vez en una fecha tan tardía como es la de 1687, en el Documenti armonici de Angelo Berardi, y bajo el nombre de contrapunto ostinato -aunque ya en el afamado Le istituzioni harmoniche [1558] de Gioseffo Zarlino se encontrase algo parecido escondido bajo el nombre de Pertinacie [las alusiones del término respecto a la insistencia son obvias]. Pues es aquí, durante los siglos XVI -los claros antecedentes tienen aquí su base- y XVII -el gran desarrollo se producirá ya en el barroco- en qué surge el concepto conocido como basso ostinato, es decir, llevar este concepto de repetición a la línea del bajo -la que podrían realizar instrumentos armónicos como clave, órgano, arpa, u otros melódicos como la viola da gamba, violone, o los diversos instrumentos de cuerda pulsada existentes-, conformando así la auténtica base melódico-armónico-rítmica sobre la que se sustentaba la pieza. Nombrar, aunque fuera de manera somera, la diversa tipología de las decenas de ostinati que se utilizaron nos llevaría miles de palabras, por lo que nos remitiremos a los aparecidos en el presente registro discográfico.
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