Crítica: Final del Concurso Internacional de Piano 'Premio Jaén'

 Zhiquan Wang, joven estrella del piano

Por José Antonio Cantón
Jaén, 3-V-2025.  Nuevo Teatro Infanta Leonor.  LXVI Concurso Internacional de Piano «Premio Jaén». Solistas: Elia Cecino, Roman Lopatynskyi y Zhiquan Wang. Orquesta Filarmónica de Málaga. Director: Salvador Vázquez. Obras de Tchaikovsky, Brahms y Prokófiev.

   Con la participación más numerosa de su historia, próxima a un centenar y medio de participantes, el prestigioso Concurso Internacional de Piano ‘Premio Jaén’ ha celebrado con asistencia multitudinaria de público la final de su sexagésimo sexta edición con la intervención de tres candidatos; el italiano Elia Cecino, el ucraniano Roman Lopatynskyi y el chino Zhiquan Wang que, con otras tantas grandes obras del repertorio concertante, han competido para lograr este codiciado galardón, sin duda, uno de los más importantes de España por antigüedad, historia, prestigio musical y algunos de sus ganadores que han llegado a élite de esta actividad artística como, entre los españoles galardonados, fueron Rafael Orozco, Josep Mª Colom o Javier Perianes, todos ellos referentes de nuestro pianismo más elocuente en las últimas seis décadas.

   La presente edición puede ser considerada como una en la que surja una figura de enorme proyección como cabe intuirse de su ganador, Zhiquan Wang, que interpretó en la jornada final el Tercer concierto para piano y orquesta en Do, Op. 26 de Serguéi Prokófiev. Adueñándose desde el primer momento de la realidad de la obra, el pianista descubrió sus secretos como la acidez y la vivacidad del inicio de su primer movimiento en el que la orquesta logró su más interesante intervención mejorando en brillantez y transparencia a sus dos interpretaciones anteriores, que permitía sentirse más integrado al director en el discurso convirtiéndose así en una alternativa estimulante para el solista, cuyas manos volaban materialmente sobre el teclado sin perder en momento alguno esa intrincada musicalidad característica de Prokófiev, un verdadero enfent terrible de la composición y excelso en capacidad de instrumentación. El tiempo central, Tema con variaciones, supuso todo un ejercicio de canto en su presentación, acertando siempre el solista en ese curioso sentido lírico del que hace gala el autor que parece complicarse al seguir siempre una extraña determinación melódica pero siempre con una sugestiva expresividad que singulariza su inspirada propia voz. Wang, nacido en 2009, lo que posiblemente le convierte en el ganador más joven de este certamen, supo hacer suya la agudeza armónica del Allegro ma non troppo final, desgranando los cambios tonales, el cromatismo y las audacias rítmicas que contienen su compases con una facilidad asombrosa, dejando patente su plena identificación con la personalidad pianística y musical del compositor al demostrar un grado de madurez impensable de alcanzar con su edad. La variedad temática de este movimiento, sus melodías bastantes excéntricas y enigmáticas en curioso diálogo, la yuxtaposición melódica central que contiene y el especial sentido rapsódico en sus extremos quedaron expuestos con una claridad de concepto verdaderamente asombrosa, ofreciendo en todo momento seguridad de pulsación, autoridad musical y un dominio de concertación que me hizo pensar en Martha Argherich, seguramente la intérprete más icónica de esta obra. 

   Desde que su compatriota Yutong Sun obtuviera el primer premio de este mismo concurso el año 2012 con sólo diecisiete años llevándole a dejar grabada una versión de referencia de la singular pieza Gárgolas, Op. 29 del compositor neoyorquino Lowell Libermann en el sello discográfico Naxos Records, no se había dado un ganador con tanta capacidad reconocida unánimemente por el jurado y público. Wang le ha superado, obteniendo cinco de los seis premios que estaban en liza en este certamen entre ellos el Premio de Música de Cámara resultado de una soberbia interpretación con la participación del Cuarteto Cosmos, en verdadero estado de gracia, del Quinteto con piano en Fa menor del compositor belga César Franck, que pasará seguramente como uno de hitos de la historia de este Concurso. Sólo fue superado en el galardón destinado a la mejor interpretación de música contemporánea, obtenido por el concursante sueco Vilhelm Moqvist con una más que notable versión de Danza de fuego en el azul del compositor madrileño David del Puerto, obra encargo de la presente edición del Concurso.

   El segundo premio ha recaído en el italiano Elia Cecino, último ganador del Premio Iturbi de Valencia, que actuó en primer lugar, interpretando el Primer concierto, Op. 23 de Piotr Ilich Tchaikovsky dentro de una línea concursal interesante pero de insuficiente aportación a la obra, circunstancia a la que contribuyó una limitada actuación de los filarmónicos malagueños que terminaron por recuperarse en el Primer concierto en Re menor, Op. 15 de Johannes Brahms, obra con la que el ucraniano Roman Lopatynskyi, primer premio del Concurso Enescu 2024, consiguió el tercer puesto, demostrando en todo momento una línea recreativa de estándar respuesta estilística.

Foto: Concurso Premio Jaén de Piano