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Crítica: «El potosí submarino» en el Teatro de la Zarzuela

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Autor: Raúl Chamorro Mena
23 de noviembre de 2025

Crítica de Raúl Chamorro Mena de El potosí submarino, de Emilio Arrieta en el Teatro de la Zarzuela de Madrid

«El potosí submarino» en el Teatro de la Zarzuela

Cardona (Alejandro del Cerro), el maitré del fondo marino (Luis Tausía) y el Príncipe Escamón (Juan Sancho). Foto: Elena del Real

Naufragio del submarino

Por Raúl Chamorro Mena
Madrid, 21-XI-2025, Teatro de la Zarzuela. Versión de Rafael R. Villalobos de El potosí submarino, Zarzuela cómico-fantástica de gran espectáculo, con música de Emilio Arrieta y libreto originario de Rafael García Santisteban. Manel Esteve (Misisipí), Carolina Moncada (Celia), María Rey- Joly (Perlina), Alejandro del Cerro (Cardona), Mercedes Gancedo (Coralina), Rafa Castejón (Pale Ale), Juan Sancho (Príncipe Escamón), Luis Tausía (Maestro de ceremonias). Coro y Orquesta titulares del Teatro de la Zarzuela. Dirección musical: Iván López Reynoso. Dirección de escena: Rafael R Villalobos.

   El Teatro musical bufo, de gran carga satírica, triunfó en la agitada Europa del último tercio del siglo XIX. Su principal exponente fue Jacques Offenbach, Rey de los Bouffes parisiens. Un país como España, que siempre se ha reído de todo, principalmente de sí misma y sus propias desgracias, acogió con entusiasmo este tipo de manifestación teatral impulsado todo ello, además, por el fin de la censura en 1869. El estreno de El potosí submarino en diciembre de 1870 se encuadra en agitados sucesos políticos como la llegada de Amadeo de Saboya, monarca designado por las Cortes y el asesinato del General Prim, su principal valedor. La obra se estrena en el Teatro Circo, sede entonces de la boyante Compañía de los bufos de Francisco Arderíus, toda una figura de la escena española de esa época. El Teatro de la Zarzuela en estos casos cumple con uno de sus principales cometidos, cual es rescatar las obras menos representadas de nuestro teatro lírico.

«El potosí submarino» en el Teatro de la Zarzuela

Perlina (María Rey-Joly) conversa y trata de seducir a Cardona (Alejandro del Cerro). Foto: Elena del Real
 

   En esta ocasión, además, se trata de una creación de gran éxito en su tiempo y perteneciente al corpus teatral de un músico de la categoría de Emilio Arrieta. El sarcasmo, el disparate y la causticidad en la crítica social, política y financiera brillan en El potosí submarino, que también ofrece gran espectáculo, incluido un acto que transcurre en el fondo del mar. En lo musical, la recuperación se favorece de la magnífica labor de estudio y profundización en la obra teatral de Arrieta por parte de la musicóloga María Encina Cortizo. Ciertamente, la música no se encuentra entre lo más inspirado del compositor nacido en Puente la Reina, pues está totalmente al servicio de la escena, pero contiene números apreciables como el Brindis de la cerveza y la polka de las velocipedistas.

   En cuanto al libreto de Rafael García Santisteban con abundantes referencias a la vida político y social de la época del estreno y, lógicamente, tratándose de España, a la inevitable corrupción, se ha estimado necesaria una actualización para el público de hoy día. El Teatro de la Zarzuela ha confiado la versión del libreto al propio director de escena Rafael R. Villalobos. Uno no deja de sorprenderse por el inmenso ego de estos señores. No conformes con ser los que mandan en el cotarro operístico desde hace décadas, se creen Calderón de la Barca o Cervantes, capaces de redactar prácticamente un nuevo libreto, "actualizado". La próxima vez, se arrogará el Sr. Villalobos o cualquiera de sus colegas realizar la adaptación musical o de "enriquecer" la obra en cuestión con música nueva?


   El caso es que la versión del libreto del Sr. Villalobos lastra la obra y la convierte en un espectáculo plúmbeo y tedioso, aburridísimo. De Santisteban no parece que quede mucho y la música de Arrieta queda engullida por un texto desmesuradamente largo, repetitivo y pesado hasta el hastío. No recuerdo aburrirme tanto en una Zarzuela. Es curioso que se pretenda "actualizar" la obra enmarcándola en 1993. Desde luego, los jóvenes de ahora no tienen ni idea de quien es Bárbara Rey, Raffaella Carrà o Mario Conde. Cómo no, el texto de la versión se une a la ofensiva antimonárquica, centrada en el Rey Juan Carlos, rinde el preceptivo tributo al poderosísimo -en el cotarro lírico actual - lobby gay e inserta la también habitual soflama feminista. Todo muy previsible.

«El potosí submarino» en el Teatro de la Zarzuela

Misisipí (Manel Esteve) y el coro titular del Teatro de la Zarzuela. Foto: Javier del Real
 

   No hay, sin embargo, en esta versión del libreto de obra de base tan irreverente alusión alguna a los abundantes casos de corrupción presentes actualmente en España. Desconozco el libreto original de Santisteban, probablemente la adaptación al presente fuera necesaria, pero el resultado ha atentado contra la obra, provocando un aburrimiento insoportable y la mayor deserción de público que jamás he presenciado en una representación de una obra de nuestro género lírico. El día 21 después del segundo descanso quedó ocupado menos de un tercio del patio de butacas. Qué distinto el gran espectáculo que creó Paco Mir para la obra más popular de los Bufos de Arderíus, Los sobrinos del capitán Grant de Manuel Fernández Caballero. Todo un emblema de las producciones del Teatro de la Zarzuela en los últimos años.

   Dicho esto, en su labor específica como director de escena, el Sr. Villalobos planteó un movimiento escénico bien trabajado y asumible caracterización de personajes, aunque brilló por su ausencia la espectacularidad en un segundo acto en el que prima el club nocturno y su Maestro de ceremonias. En cuanto al elenco cabe subrayar, ante todo, su esfuerzo y profesionalidad en un contexto complicado. Es duro ver cómo la sala se vacía conforme avanza la función cuando has trabajado a fondo y, además, cantas poco. A destacar la musicalidad y fino canto de una desenvuelta en escena Carolina Moncada. La acertada caracterización actoral del timador sin escrúpulos Misisipí por parte de Manel Esteve y el bien torneado fraseo de Alejandro del Cerro como su rival, el también golfales Cardona. María Rey Joly destacó en el apartado escénico, como una desenfadada, aunque un tanto excesiva, sosías de Bárbara Rey. Mercedes Gancedo apenas pudo lucir su bonita voz, bien emitida, y Juan Sancho cantó con gusto como el delirante Príncipe Escamón. Entre lo anodino y lo vulgar, además de avara en chispa, se movió la dirección musical de Iván López Reynoso. El coro canta más que nadie en esta obra y aprovechó apropiadamente sus numerosas intervenciones. Escasos aplausos por parte de los pocos que se quedaron.

«El potosí submarino» en el Teatro de la Zarzuela

Foto: Javier del Real / Teatro de la Zarzuela

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